Al menos dos muertos en las marchas en Venezuela

Al menos dos muertos en las marchas en Venezuela
Fueron baleados. Uno es un policía de militancia oficialista y el otro, un estudiante que protestaba contra el régimen de Maduro. Las movilizaciones fueron acompañadas por todo el arco opositor.
Al menos dos muertos por impacto de bala, uno de ellos un estudiante, y 24 heridos es el saldo provisorio de los choques que se produjeron ayer al promediar una jornada de masivas movilizaciones en Caracas de grupos opositores y universitarios. Las protestas se reprodujeron en otras ciudades. El número de detenidos no fue confirmado, pero se supo que entre ellos hay varios periodistas. El gobierno de Nicolás Maduro, asediado por una arrasadora crisis económica, impuso una fuerte censura a los medios para bloquear la información (Ver pág. 22).

Los muertos son un agente policial de Caracas y militante del oficialismo, Juancho Montoya, que estaba de civil y recibió un disparo en la cabeza y otro en el pecho. Las otras víctimas fatales de ayer son dos estudiantes, uno de ellos Alejandro Dacosta de 24 años, con un impacto de bala en la cabeza.

”Desafortunado el asesinato de un cuadro combatiente de la Revolución Bolivariana. Fue asesinado vilmente por el fascismo”, denunció el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, el segundo hombre fuerte del país después del presidente. El gobierno se reivindica de izquierda y socialista y trata como de derecha a cualquiera que lo interpele.

La multitudinaria manifestación fue convocada por la oposición en el Día de la Juventud para pedir por la liberación de los estudiantes que fueron detenidos hace tres días en Táchira. Y también en demanda del cese de la represión contra las protestas pacíficas que impulsan la diputada María Corina Machado, el ex alcalde de Chacao Leopoldo López y el alcalde metropolitano Antonio Ledezma. Los tres demandan la renuncia de Maduro. El martes se sumó a la protesta el líder de la oposición Henrique Capriles, quien propone una transición más moderada para resolver la crisis.

En las marchas multitudinarias la gente repetía carteles con la leyenda: “En Venezuela falta de todo, menos balas”. Y por la noche en Caracas se escucharon intensos cacerolazos contra el gobierno.

Tras concentrarse en la Plaza Venezuela, los manifestantes marcharon hasta la Fiscalía General para pedir la libertad de sus compañeros. Pero al terminar el acto y mientras se retiraban se produjo la ofensiva de los motociclistas armados del autodenominado grupo parapolicial Tupamaros que empezaron a disparar, según dijeron testigos en el lugar. Esas bandas ultraoficialistas son los que han venido chocando con los estudiantes los últimos diez días en diversas ciudades del país Las protestas coincidieron con movilizaciones en defensa del gobierno de las que participó el propio Maduro y que se justificaron en que ayer se cumplieron 200 años de una batalla histórica de la Independencia.

El gobierno enfrenta la marcha opositora en medio de una crisis económica que se agrava cada día. La inflación va en alza y llega al 56,2% anual, la más alta de la región. Hay una escasez del 29%, según cifras del Banco Central, lo que significa que uno de cada tres productos esenciales falta de los almacenes y supermercados. A ello se agrega una falta persistente de dólares, lo que impide a los empresarios abastecerse en el exterior. Venezuela importa la mayor parte de lo que consume.

La protesta que se había desarrollado con tranquilidad la mayor parte del día comenzó a complicarse a media tarde cuando los manifestantes partieron de la céntrica Plaza Venezuela rumbo a la Fiscalía en apoyo a los universitarios. En ese sitio se dieron los choques más duros. La diputada Machado dijo que “los estudiantes fueron atacados a traición. Los funcionarios del Ministerio Público fueron testigos de lo que pasó, el régimen quiere violencia para frenar las convocatorias a las marchas”, sostuvo.

Este clima de enojo civil, se combinó además con protestas de trabajadores de los diarios. Los medios demandan divisas al gobierno para importar papel. Pero, atrapado en una crisis histórica y con un crónico enfrentamiento con la prensa, el régimen regatea los dólares, de modo que hay númerosos periódicos que están cerrando.

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