En la tarde del martes un chófer de colectivo de la línea 103 de GM, observó una situación que ningunos de los pasajeros advirtió: Que un menor de edad estaba inhalando pegamento ante la indiferencia de todos.
El chofer podría haber bajado en cualquier lado a este menor, pero esperó a tener contacto con personal policial, lo que sucedió en la zona de la Viñita.
Para sorpresa de muchos de los pasajeros, de manera imprevista el colectivo detuvo su marcha y de forma insistente el chofer, toco la bocina, hecho que fue advertido por personal de la división motorizada de la policía de la provincia, que de manera inmediata subieron a la unidad, demoraron al menor y como prueba llevaron la botella que contenía aparentemente la sustancia que el menor venia aspirando.
Para todos los pasajeros el accionar de este chofer fue el correcto, entregar este menor a la policía.
Una mujer mayor de edad dijo "Que triste, que triste, la vida que le toco a este niño!”Crónica de Rubén Dario Cano
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