El nuevo Calendario de Vacunación incluyó en este nuevo año tres vacunas esenciales para la prevención de enfermedades: contra el virus del papiloma humano (HPV), el neuomococo y el meningococo. El jefe del Programa de Epidemiología, Rodrigo Verdugo, explicó que con esta incorporación al calendario nacional, los argentinos cuentan con 19 vacunas que abarcan todas las etapas de la vida.

La vacuna del meningococo está destinada a bebés lactantes y niños. "La primera dosis se la colocarán a los dos meses de vida, la segunda a los cinco meses y la última a los quince", contó. En el caso de los adolescentes, podrán colocárselas los que cumplan 11 años este mes. En ambas etapas, es obligatorio.

La vacuna busca prevenir la bacteria del meningococo, que provoca enfermedades graves, tanto en niños como adultos pero con más frecuencia en menores de cinco años. Una de las enfermedades que se contrae mediante este virus es la meningoencefalitis y la meningitis que se transmite puede contagiar de persona a persona.

Los síntomas principales dependen de la edad pero generalmente son: rechazo a los alimentos, dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y vómitos. Los niños más grandes pueden sufrir también dolor de cabeza intenso e intolerancia a la luz.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infección por meningococo tiene un alto riesgo de secuelas irreversibles, principalmente neurológicas y auditivas. También puede ocasionar amputaciones y muerte.

La meningitis es una inflamación de las meninges, membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. También en ciertas ocasiones se inflama el encéfalo, que puede disminuir el nivel de conciencia y otros síntomas más complicados.

Las enfermedades como la varicela, la gripe, el herpes o el sarampión pueden acabar causando una meningitis vírica, que son las más benignas y representan la mayoría de casos de meningitis en niños.

La meningitis se puede provocar por diferentes virus o clases de bacterias, que se transmiten por medio de la tos, los estornudos y los besos. Otras de las infecciones que se pueden presentar pese a esta bacteria son la bacteriemia, sepsis y meningococemia, siempre con altos riesgos de secuelas.