Como todos los años, la tradicional Fiesta de la Vendimia en Mendoza se convirtió en la vidriera de los políticos. En la tierra del buen vino, confluyeron presidenciables, funcionarios del Gobierno nacional y dirigentes de la oposición. Y ayer hubo encuentros y saludos que despertaron diversas sensaciones.

Sin dudas, el que más revuelo generó fue el que protagonizaron el líder del PRO Mauricio Macri y el radical Julio Cobos.

Es que desde ambos sectores coincidieron en señalar que la breve charla que compartieron en el restaurant del coqueto Hotel Park Hyatt fue “un auspicioso paso” en la búsqueda de un acuerdo entre ambos partidos.

Acompañado por su mujer Juliana Awada y tras esquivar a la reunión anual de la Corporación Vitivinícola Argentina de la que participaron el jefe de Gabinete Jorge Capitanich y otros dirigentes K, Macri se apostó en el lobby del hotel junto a su armador político Emilio Monzó y el titular del Banco Ciudad Rogelio Frigerio. Minutos después se sumaron el diputado Oscar Aguad, uno de los radicales alineados con Cobos que mejor relación tiene con Macri, la senadora cobista Laura Montero y el intendente radical de Godoy Cruz Alfredo Cornejo, que también tiene buena sintonía con el macrismo. No obstante, con todo el escenario completo, hasta último momento hubo dudas respecto a si Macri y Cobos se iban a animar a mostrarse juntos.

Finalmente, el ex vice tomó la iniciativa y se acercó a la mesa en la que estaba el jefe de Gobierno porteño.

Ambos evitaron definiciones concretas sobre el encuentro. Aunque el detrás de escena fue jugoso. “Mauricio valora mucho a Cobos por su honestidad y experiencia. ¿Y por qué no pensar en un acuerdo?”, aseguraron desde el macrismo. “Sin apresurarse, hay que trabajar para construir un espacio multifrentista que le pueda ganar al peronismo en 2015. Y, fundamentalmente, que luego esté preparado para gobernar. No hay que cerrar la puerta a nadie. Y con el PRO hay muchas coincidencias en políticas macro”, devolvieron elogios desde el cobismo.

Pícaro, ante la consulta de Clarín, el ex vicepresidente esquivó referirse a la posibilidad de un acuerdo con Macri, aunque insistió en la necesidad de “avanzar en un espacio social demócrata y trazar políticas a largo plazo con distintos sectores no peronistas”.

Más allá de la proyección a futuro, el encuentro también significa un espaldarazo para Cobos en su situación interna dentro de la UCR.

Muchos leyeron la maniobra como “un aviso” para los sectores radicales con los que está enfrentado. Aunque desde la propia cúpula minimizaron el hecho. “Me parece perfecto que Julio se reúna con Mauricio. Yo también me junté ayer (por el viernes) con él. Es algo natural. Y más durante la Vendimia”, señaló a Clarín el titular del Comité Nacional Ernesto Sanz, quien también dejó abierta la puerta al PRO, aunque aclaró que “primero la UCR debe cerrar con quienes ya forma un espacio”.

Pero los flashes no se terminaron tras la cumbre Macri-Cobos. Recién llegado y tras saludar efusivamente a su par de Mendoza Francisco “Paco” Pérez, el gobernador bonaerense Daniel Scioli posó para la foto con Cobos y luego mantuvo una breve charla con Macri.

“Me acerqué porque en realidad quería saludarla a Juliana (Awada)”, bromeó Scioli.

También hubo bromas entre drigentes que habitualmente suelen ser “rivales” en el Congreso: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y Mario Negri, jefe del bloque radical en la Cámara baja. “Nos une el vino, nuestra bebida nacional por excelencia”, dijo el oficialista. Y abrazó para la foto al legislador cordobés y al propio Sanz.