Mendoza comienza la explotación en Malargüe

Mendoza comienza la explotación en Malargüe

Mientras YPF y otras petroleras estudian la alternativa de construir una terminal de licuefacción de LNG en Chile para colocar gas de Vaca Muerta en el mercado del Pacífico (apostando a China), el Gobierno mendocino otorgó a la petrolera El Trebol SA la concesión por 35 años de la explotación no convencional del área CNQ 17 del “Puesto Rojas”, en Malargüe, en el lado mendocino de Vaca Muerta con un beneficio impositivo: se aprobó reducir las regalías del 12% al 9% durante 10 años.

 

El primer proyecto, ambicioso y hasta complicado incluso en lo político; el segundo, más realista aunque de ‘alto riesgo’, que afirman, la provincia asumirá junto con la empresa.

A través de un decreto, el gobierno de Mendoza le otorgó a la petrolera El Trebol S.A la concesión por 35 años de explotación no convencional del área CNQ 17 del “Puesto Rojas”, en Malargüe, en el lado mendocino de Vaca Muerta. Y le dio luz verde a un beneficio impositivo que apunta a potenciar la inversión para el desarrollo de extracción por fractura hidráulica (‘fracking’).  En concreto, se aprobó reducir las regalías del 12% al 9% durante 10 años.

La provincia contempló la reducción de la alícuota en concepto de regalías por ser una explotación más compleja que la del crudo liviano. Pero aún así, un aumento de la producción se traduciría en un incremento considerable de los ingresos para Mendoza y podría significar una inversión de U$S 1.000 millones, si se concreta el proyecto.

De esta manera, según publicó el diario ‘Los Andes’, la provincia busca ampliar la base de 12 mil metros cúbicos diarios de petróleo que produce la provincia. Se trata de un negocio ‘de alto riesgo’ para las empresas, que podría significar la inversión total de U$S 20.000 millones si se tiene en cuenta la potencialidad de todo el desarrollo productivo en el área de Vaca Muerta.  

El decreto 485, firmado por el gobernador Alfredo Cornejo, otorgó: la “Concesión de Explotación No Convencional” con el objeto principal de realizar trabajos de explotación y desarrollo de hidrocarburos no convencionales, pudiendo desarrollar actividades complementarias de explotación convencional de hidrocarburos por el término de 35 años, el que incluye un Plan Piloto que podrá extenderse como máximo hasta el 30 de junio de 2022″.

El documento agrega además que “la actividad prevista en el Plan Piloto incluye once perforaciones verticales que atraviesen la formación Vaca Muerta investigando las distintas zonas del Bloque, 120 Km2 de Sísmica 3D de alta resolución que completarán la cobertura total del área Puesto Rojas y la perforación del primer pozo horizontal, que navegará entre 1.000 y 2.000 metros la Formación Vaca Muerta, siendo completado con múltiples etapas de fracturación hidráulica”.

Según explicó el subsecretario de Energía y Minería de la provincia, Emilio Guiñazú, la concesión se le otorga a la empresa que está ejecutando el Plan Piloto para que, en caso de que este sea exitoso, “tengan las herramientas legales de la concesión no convencional para avanzar con su plan de desarrollo”.  De acuerdo al funcionario, la explotación de ese yacimiento implicaría inversiones en el orden de los U$S 1.000 millones.  

Pero el mendocino no es único negocio que se expande sobre las “costillas” de Vaca Muerta. Desde hace varios meses, tres o cuatro petroleras están evaluando la factibilidad técnica-económica de la construcción de una terminal de licuefacción de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés), a fin de viabilizar el desarrollo a gran escala de los reservorios no convencionales de Vaca Muerta. YPF, por caso, designó a Gustavo Matta y Trejo, un ex funcionario del PRO en el gobierno porteño, como gerente de Exportación de LNG.

Construir una terminal de exportación de LNG cuesta, como mínimo, unos US$ 3000 millones, por lo que debatir sobre ese proyecto en tiempos en que el dólar no tiene paz y el elevado riesgo país dinamita el acceso al financiamiento internacional parece hasta surrealista. Pero las empresas advierten que hoy la prioridad es despejar las incertidumbres técnico-económicas del proyecto. 

Las ventajas de construir una planta en Chile es la conexión con el mercado del Pacífico, donde se encuentran los principales exportadores de LNG, como Japón, Korea y China. Vincularse comercialmente con esos países desde Chile —que, además, cuenta con un tratado biletaral con China— es más directo y, por lo tanto, más económico. Además, llegar desde Neuquén hasta Santiago o Concepción, en Chile, implica un menor costo de transporte vía gasoductos. Para conectar a Vaca Muerta con Bahía Blanca hay que recorrer más de 1000 Km. 

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