"La mejora en la economía se verá en el segundo trimestre"

Luciano Laspina, diputado del PRO, presidente de la Comisión de Presupuesto.

Luciano Laspina (44), principal espada económica del macrismo en la Cámara de Diputados, sin proponérselo logró encantar a la mismísima Elisa Carrió, lo que no es poco. A mediados del año pasado, Lilita lo mimó con una muy prematura postulación a gobernador de Santa Fe. “Fue una sorpresa y un orgullo, pero falta mucho para 2019, hay muy buenos dirigentes en Cambiemos de Santa Fe, y la última palabra es del Presidente”, responde siempre correcto, cualidad que le elogió Carrió y que él supo blandir como presidente de la comisión de Presupuesto, sobre todo en los primeros meses de 2016 ante la artillería pesada del kirchnerismo en discusiones calientes como el pago a los buitres y luego, el blanqueo y la "reparación histórica" a los jubilados.

A Laspina se lo puede creer porteño, acaso identificado con los largos años -2008 a 2015- en que fue economista jefe y subgerente general de Finanzas del Banco Ciudad. Pero es rosarino, de Newells, y llegó al Congreso en 2015 en reemplazo de Miguel del Sel, cuando el ex Midachi renunció a su banca para dedicarse a la campaña por la gobernación santafesina. Si 2019 está lejos, más claro aparece este año. “Se vence mi banca. Por una extraña razón el gobierno quiere que renueve. Estaré en la lista de Santa Fe”, anticipa y aunque no lo dice, podría encabezarla.

- Este es el gobierno con más economistas por metro cuadrado que se recuerde. Pero la economía no arranca. ¿Qué es lo que pasa?

- Yo creo que sí, está levantando. Se va a consolidar en el segundo trimestre de este año, se va a ver con claridad.

- Menos mal que no dice el “segundo semestre”...

- Ya se va a ver. La economía se iba a pique y la enderezamos. Revertimos un modelo que llevaba al colapso, no sin sacrificio pero con el menor costo social posible.

Laspina dice sentirse "más economista que político. En la calle me paró un señor, '¿usted es político?', me preguntó. 'Soy economista, y bueno, soy diputado también', le contesté. Soy un jugador de equipo, el Presidente me ha probado en varias canchas y en todas salvé los trapos, vamos a ver que me depara el futuro”.

Habrá que llegar casi al final del diálogo para la revelación de quien parece nacido con ADN del Pro. “Me crié en una familia peronista. Mi viejo era un peronista clásico, mi abuelo estuvo en Puerta de Hierro. ¿Y yo? -hace un silencio sugestivo-. Conozco y sé cantar la Marcha Peronista mejor que La Cámpora”, sorprende.

Estudió en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde fue abanderado y mejor promedio. Ganó un premio que le permitió hacer el posgrado en el CEMA. A los 26 llegó a Buenos Aires. Antes, a sus 20, conoció a Cintia, su actual esposa. Tienen tres hijos. Ella tenía entonces 16 años, él la pasaba a buscar en un Renault 6 destartalado. “¿Que qué decían los papás? Nooo, yo era un yerno ejemplar, estudioso, usaba traje y corbata, ¡era inofensivo!” Asume haber sido “traga” desde la secundaria pero “atorrante, con muchas amonestaciones, y salía mejor compañero. En la universidad me convertí en un auténtico nerd. Me la pasaba estudiando, siempre fui fanático de la economía”.

Laspina tuvo un rol clave en la negociación de las leyes económicas sancionadas en 2016. En la charla veraniega, derrama optimismo sobre lo que viene. "¿El consumo? Tiene que ser motor de la recuperación a corto plazo, pero el crecimiento en el largo, es la inversión. Ya hay un cambio en la confianza. Y se está viendo una mejora del salario real, que se va a recuperar con las paritarias respecto de la inflación".

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