Megacanje: nuevas evasivas de Cavallo

El ex ministro de Menem y De la Rúa volvió a justificar en términos políticos las decisiones que derivaron en el beneficio de los bancos.

El ex ministro de Economía de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa, Domingo Cavallo, volvió a defender políticamente la decisión de implementar el "megacanje", en un intento desesperado para evitar el abrupto y traumático final del gobierno de la Alianza, en 2001. En el tramo final de un juicio oral que lo tiene como único imputado, Cavallo volvió a justificar ante los jueces del Tribunal número cuatro que en el complejo escenario social de aquellos días, esa operación que según un austero cálculo del FMI representó un incremento de la deuda externa de U$S 9500 millones de un día para el otro, era la única salida para evitar que la Argentina quedara aislada del crédito internacional y, en consecuencia, cayera en el default.

Al declarar nuevamente ante los magistrados Néstor Costabel, Enrique Pose y Patricia Mallo, Cavallo pareció olvidar nuevamente que lo que está en juicio no es el acto en sí del "megacanje" sino la forma en que se pagaron comisiones a los bancos que intervinieron en esa operación, entre ellos el que representaba el ex funcionario estadounidense y amigo personal del ex ministro, David Mulford.

Cavallo habló de él. Recordó que se había reunido con el banquero al igual que con Francisco Luzón, del Banco Santander de España, y con Enrique Iglesias, por entonces al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De esos encuentros surgió, de la cabeza de Mulford, la idea del "megacanje". La Argentina no podía pagar, ni tampoco cumplir con las metas fiscales asfixiantes que había prometido al FMI. En ese escenario de extrema debilidad, "Mulford trajo una propuesta con otros banqueros para que la Argentina realizara un nuevo canje". Las tasas de interés que debería aceptar el país eran astronómicas. Testigos (interesados) de aquellos días declararon ante el tribunal por videoconferencia. Y respaldaron a Cavallo. Guillermo De la Dehesa, de la firma Goldman Sachs (que quedó afuera del "megacanje") descartó que hubiera existido una maniobra especulativa en su contra y aseguró que no intervino en la operación porque los términos y las garantías no convencieron a los inversores. Enrique Iglesias negó que se hubiera manipulado la selección de los bancos que participaron en la operación para favorecer a unos y excluir a otros. El mexicano José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ex integrante del Consejo Asesor Internacional del Banco Santander, también negó un "favoritismo" hacia determinadas entidades financieras, para que cobraran las millonarias comisiones.

Cavallo negó haber favorecido a sus banqueros amigos: "Mi único interés fue defender el crédito público", alegó.

Cavallo es el único acusado en el juicio. El resto de los imputados, entre ellos el propio Mulford y el economista y actual diputado por el PRO Federico Sturzenegger, quedaron al margen porque en sus casos, la justicia consideró que el expediente estaba prescripto. Existe, con todo, una mínima posibilidad de que la investigación se reabra en lo que a ellos respecta. «

 

Alegatos

Semana próxima

Los inciará la fiscal Fabiana León. Se espera el veredicto para mediados de octubre.

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