"La mediocridad es el mejor sedante para someter a los pueblos"

"La mediocridad es el mejor sedante para someter a los pueblos"
En el tedeum por el 9 de Julio, sostuvo que “uno de los más grandes peligros para el hombre es la soberbia”, que “está ocasionada por la necedad”.

El obispo diocesano de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, encabezó el tradicional tedeum en la Catedral Basílica celebrado en el marco del Día de la Independencia, en el que exhortó a seguir el camino de la vocación por el compromiso social y político, al tiempo que remarcó que “la Patria no comienza hoy con nosotros, pero no puede crecer y fructificar sin nosotros”.

Del oficio religioso participaron el gobernador Gerardo Zamora; el vicegobernador Ángel Niccolai; el intendente Hugo Infante, así como también miembros del gabinete de ministros provincial, autoridades del Poder Judicial y de las Fuerzas de Seguridad que actuan en la jurisdicción provincial.

En ese marco, Polti agradeció “a Dios por el don de la Patria y por los inmensos beneficios que Él nos ha dado a lo largo de la historia”.

Destacó que “la Patria no comienza hoy con nosotros, pero no puede crecer y fructificar sin nosotros; por eso nos toca, como pueblo, seguir creando y construyendo nuestra Nación, esta tarea hace renacer en todos una gran esperanza. Pero, también, una gran responsabilidad”.

En ese marco, el obispo indicó que “la propuesta es liberarnos de nuestra mediocridad, esa mediocridad que es el mejor sedante para someter a los pueblos”.

Asimismo añadió que “este pueblo argentino que celebra sus 197 años de independencia es el pueblo que apuesta día a día al bien, sin estar seguros de los resultados; con la dignidad que siempre lo ha caracterizado, encara diariamente sus tareas a fin de construir una Patria mejor. Sin estruendos, sin grandes actos, porque sabe que la salida es el camino silencioso, pero constante y firme, con proyectos claros, previsibles que exijan continuidad y compromiso de toda la sociedad y para todos los argentinos”.

Finalmente afirmó que “a la Argentina la amamos como se ama a una madre y como se ama a una hija. Ahora que comprendemos lo que es ser patria, sentimos que no hay tarea más bella que recrearla y misión más noble que reconstruirla. Y entonces es cuando necesitamos del tesoro de nuestra fe. (Texto completo de la homilía del obispo diocesano, ver página 16).

Comentá la nota