En medio del debate por Ganancias, pocos gobernadores posaron con Macri

En medio del debate por Ganancias, pocos gobernadores posaron con Macri

Sólo fueron seis mandatarios, tres de ellos del peronismo. El oficialismo los considera aliados ante la ofensiva opositora por ampliar la baja del impuesto a los trabajadores.

 

 

Aviso con poca anticipación, problemas de agenda, la interna del peronismo, la cercanía de la disputa electoral. Los supuestos motivos se acumularon para intentar explicar el faltazo de buena parte de los gobernadores a la presentación del Compromiso Social contra las Adicciones, encabezada por Mauricio Macri en la Quinta de Olivos. El Gobierno buscaba que el anuncio en conjunto funcionara como una señal de acercamiento luego de la tensión y los pases de factura a los mandatarios peronistas por el naufragio de la boleta única electrónica, y en plena discusión por la reforma de Ganancias, en la que en la Casa Rosada ubican a las provincias -el tributo es coparticipable- como aliadas en el objetivo de atenuar el impacto fiscal.

Cuando el socialista Miguel Lifschitz llegó sobre la hora al quincho de Olivos llevó a seis el número de gobernadores presentes: ya estaban la macrista María Eugenia Vidal y los peronistas Sergio Casas, Domingo Peppo, Gustavo Bordet y Mario Das Neves. El resto envió a vices o ministros provinciales. Los disparos discursivos de funcionarios del Gobierno a los mandatarios apuntados por frenar la reforma política -focalizado en Gildo Insfrán, Carlos Verna, Alicia Kirchner y Lucía Corpacci-, con el objetivo de facturarles un costo político, no se diluyeron en una semana. La demora en el giro de fondos rumiada por lo bajo por algunos peronistas también influyó más que los problemas de agenda declamados. Y también hubo reparos en que la foto se tomara como un apoyo al proyecto oficial sobre Ganancias, aunque a la gran mayoría les preocupa la pérdida de recursos que provocaría la sanción de una iniciativa de mayor alcance. “Ya este año cayó mucho la recaudación. Que salga algo que alivie Ganancias, pero que se amortigüe el déficit”, dijo a Clarín uno de los gobernadores en Olivos. La alarma la encendieron también los ausentes. Algunos están en un dilema, porque sus legisladores comparten bloque con sindicalistas. En la Casa Rosada insistieron en que esta vez los gobernadores harán pesar su influencia en el Senado: “El costo de 27.000 millones lo consensuamos con las provincias. Acá nadie quiere perder nada, financiera ni políticamente”. El Gobierno difundió ayer el apoyo de los ministros de Economía de los cinco distritos propios y en los próximos días buscará hacer lo mismo con el resto.

“Dada la fecha y las complicaciones de agenda algunos no pudieron asistir, pero contamos con todas las provincias”, dijo Carolina Stanley -ministra de Desarrollo Social- sobre el acompañamiento al programa sobre adicciones. La convocatoria había estado a cargo de su cartera, del Sedronar y de la Secretaría General de la Presidencia. En la Casa Rosada adjudicaron los faltazos en parte a la “interna peronista” y sus ruidos por la reforma política y remitieron a la sanción del Presupuesto en el Senado, con amplia mayoría, con el objetivo de apagar las alarmas por el contraste entre la foto que pretendía el Gobierno y la que quedó registrada.

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