Medicina deberá tomar recuperatorio a 3 mil alumnos bochados con la veeduría de la UNLP

Medicina deberá tomar recuperatorio a 3 mil alumnos bochados con la veeduría de la UNLP

Este martes por la mañana, estudiantes y agrupaciones de la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP se movilizaron al Rectorado para presenciar la sesión del Consejo Superior. Allí se resolvió hacer una auditoría administrativa para revisar loe legajos de alumnos que se recibieron bajo medidas cautelares. También, una segunda chance de recuperatorio, donde la Universidad será veedora en todo el proceso. Son más de 2.900 los “bochados” tras el curso de ingreso.

La modalidad de ingreso eliminatorio había sido removida de Medicina, por orden directa del Consejo, a fines de 2015. Sin embargo, de los 3 mil inscriptos para el 2016 sólo 60 quedaron en condiciones de seguir cursando segundo año. A esto se le suma la quita de horarios de cursada y de posibilidades de recuperar, una especie de reacomodamiento al histórico filtro de esa facultad.

Después de la sesión, el presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), Darío Estévez, habló con REALPOLITIK y  aseguró que “es responsabilidad de toda la universidad que más de 2.900 estudiantes hayan quedado afuera por una decisión política de que la universidad tiene que ser para pocos”. Enumeró los conflictos que tuvo la FULP con las autoridades de Medicina, ligadas a la agrupación Hoja de Roble: la habilitación de las carreras de enfermería y nutrición; el ingreso eliminatorio; los estudiantes inhabilitados para egresar.

“Pedimos que se intime a la facultad para que tome un nuevo recuperatorio, y logramos que ese nuevo recuperatorio tenga veedores de la Universidad en todas las instancias; desde que se pone la fecha hasta la corrección”, explicó Estévez.

Por su parte Rocío Mereles, presidenta del centro de estudiantes de Ciencias Médicas, aseguró a este medio que las autoridades “tomaron la decisión política de poner el filtro en primero justamente porque nosotros, después de una lucha muy larga del cuerpo estudiantil, pudimos sacar el corazón de la política de Hoja de Roble que era el ingreso eliminatorio, y desde el año pasado arrancaron tomando medidas”. Mereles planteó que de cuatro fechas de parciales que había antes, quitaron dos. Y las catorce mesas disponibles para rendir se redujeron a la mitad.

“Tenemos más de 44 materias en el plan de estudios y es muy difícil poder rendirlas todas y pasar de año si no tenemos esas mesas. Lo que sobra en nuestra facultad son aulas, tenemos más de cinco edificios y lamentablemente la mayoría no se usan, ni si quiera en los años superiores”, manifestó Mereles, y aseveró que hay más de treinta docentes por cátedra en las materias del ciclo básico, “por lo tanto sobra, y aun así nos encontramos con que los chicos deben cursar en esas condiciones”.

Además, denunció que las autoridades no dejan que los ingresantes usen la biblioteca y que los obligaron a abonar sus propias hojas de examen. “Dentro de siete años lamentablemente el pueblo argentino sólo tendrá sesenta profesionales recibidos de la facultad de Ciencias Médicas de La Plata, una de las más importantes del país. Es una vergüenza”, afirmó.

Ayelén Escalante, vicepresidenta del centro, planteó que a partir de la quita de ingreso eliminatorio las autoridades “encontraron un nuevo mecanismo para filtrar estudiantes”, en este caso, a través de las condiciones de cursada y de exámenes “deplorables”. También reclamaron en el rectorado sobre los más de 250  estudiantes que terminaron su carrera con medidas cautelares -uno de los conflictos más mediatizados de esa unidad académica- y  que a pesar de estar ejerciendo actualmente como profesionales, la facultad no los reconoce.

“No los deja empadronarse ni concursar cargos como ayudantes diplomados, lo cual trae un problema enorme porque son títulos que fueron firmados por la UNLP,  cuentan con la validez del ministerio de Educación e incluso con la del colegio de Médicos. El único actor que se niega a reconocerlos es la facultad”, explicó Escalante. En ese sentido, la auditoría administrativa serviría para exigir el cierre de los legajos de esos estudiantes para que pasen a ser graduados oficiales. 

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