La Cámara Comercial Sala D rechazó la demanda presentada por el mediático empresario Miguel Xavier Ferrer Vázquez, ex pareja de la vedette Moria Casán, quien acuso a una Estación de Servicio integrante de la red OPESSA de haberle efectuado un cambio de aceite en su auto y que a consecuencia de ello el motor comenzara a fallar.

Ferrer Vázquez dijo haber procedido al cambio de lubricante, procedimiento que según sus dichos demoró 30 minutos, lo cual le dio a él y a su acompañante tiempo suficiente para concurrir a una heladería del lugar. Afirmó que le facturaron 99 pesos por tal servicio, aunque el ticket que presentó en este juicio no traduce lo relatado pues fue emitido por expendio de combustible diesel, lo cual atribuyó a una maniobra de la empresa demandada con el fin de evadir impuestos. Además, sostuvo que su vehículo era naftero lo cual hacía imposible la carga del fluido facturado.

Reanudada la marcha, precisó que a los pocos kilómetros el motor comenzó a fallar, lo cual atribuyó a la falta de aceite por el encendido del indicador respectivo en el tablero de la unidad. Así debió detenerse nuevamente en otra Estación de Servicio donde los empleados verificaron que el receptáculo de aceite se encontraba sin tapa y que el rodado había perdido casi totalmente el lubricante, por lo cual debieron reponerle el faltante y un nuevo tapón.

La Justicia, no obstante, descartó el reclamo “Es impensable que la labor (del cambio) pueda demorar alrededor de 30 minutos. Menos aún que, tratándose de una simple recarga de un faltante, los ocupantes del rodado puedan abandonar por 30 minutos el mismo dejándolo en las islas de combustible, como lo sugiere el recurrente que `es fácil sostener que con el movimiento que ese tipo de estaciones de servicio tienen en época de verano, el encargado de ponerle aceite al automotor hubiera olvidado de colocar la tapa…”.

Los magistrados concluyeron que al tratarse de una Estación de Servicio de mucho movimiento es impensable que los encargados de la empresa consientan que se ocupe una isla de combustible por 30 minutos como mero estacionamiento, a pesar de la cantidad de “islas” que pueda tener tal negocio como mero garaje. “Por el contrario, frente a una mínima demora, siempre me han pedido y he visto que adoptan igual conducta con otros clientes, que retire mi automóvil de tal lugar y lo lleve a los lugares de estacionamiento habilitados”, refirió el Juez de turno.

También desecharon el argumento de que existiera un error en la facturación y menos aún que la evasión fiscal fuera una justificación atendible para lo alegado. “Con sólo observar el ticket se advierte que el mismo contiene la alícuota de IVA lo cual aleja tal hipótesis”, postularon finalmente, condenando al promotor de la demanda a hacerse cargo de las costas del reclamo.