Los mayores de 65 años, un voto clave para Rajoy en España

Los mayores de 65 años, un voto clave para Rajoy en España

Las elecciones del domingo. Suman 8,5 millones de personas y en su gran mayoría votarán a los conservadores. Se unen a otros sectores en el rechazo a los cambios. El arco político está dividido en cuatro bloques sin capacidad de formar gobierno.

La nefasta parálisis institucional en España, que se instaló después de las elecciones de hace seis meses, se repetirá según el unánime diagnóstico de los sondeos con los resultados de los nuevos comicios generales del domingo próximo. Ninguno de los cuatro bloques en que se divide el Parlamento desde el 20 de diciembre pasado tiene diputados suficientes, ni de lejos, para reunir los 176 diputados indispensables (42–43% de los sufragios) para formar gobierno. La única alternativa es el pacto entre algunas de las fuerzas principales. Pero esto tampoco funcionado porque los vetos cruzados y el encono, impiden cualquier consenso.

¿Cuáles son las claves posibles para explicar este fracaso histórico? El inmovilismo es una de ellas, encarnado en Mariano Rajoy y el Partido Popular que, otra vez, serán los más votados. “No haré nada nuevo”, ha repetido el presidente en funciones del gobierno que tiene una clara percepción de lo que piensan y sienten sus más de siete millones de votantes.

La envejecida demografía española es uno de los fundamentos de la crisis de la expresión política. “No nos representan”, fue el grito de los “indignados” y acertaron como para dar paso a Podemos, el partido fundado en enero de 2014. En este corto plazo de dos años y medio han protagonizado un auge electoral, popular, que los lleva en una de las últimas encuestas a ubicarse a solo 3% del Partido Popular. Además, han logrado su principal objetivo: convertirse en la referencia de la izquierda mediante el “sorpasso” (adelantamiento) del PSOE, el partido más antiguo, 137 años de vida, y el que ha gobernado más tiempo, 21 años, en la democracia.

Los españoles están entre los seres humanos con mayor esperanza de vida, muy cerca de los japoneses, con 83 años de promedio; las mujeres, mucho más: 4.9 millones mayores de 65 años. Un estudio de dos analistas principales de Metroscopia de hace tres días destaca que desde los noventa el voto de los mayores de 65 años es decisivo.

Estos votantes años suman 8,5 millones de personas, un 84% de los cuales tiene ya decidido su voto, la abrumadora mayoría por Rajoy y los populares. Semejante predominio se amplía hacia quienes ya han cumplido 55 años. Más jóvenes de esos niveles, las preferencia se orientan hacia la izquierda, con intensidad, y a los protagonistas de la protesta, los más perjudicados por la crisis social que arrasó con el Estado de bienestar y creó un 28,7% de excluídos sociales y es la base de más de un tercio de la población en franco proceso de empobrecimiento, desocupación y caída de salarios. El corazón de la protesta.

Los ancianos hegemónicos se unen a otros grupos muy importantes de ansiosos que no quieren arriesgar ningún cambio por temor a perder su actual supervivencia “¡Virgencita, virgencita que todo siga como está!”. Rajoy conoce bien a su gente y les da lo que ellos le piden. Es el más votado.

Los otros quieren golpear adonde duele. Por primera vez existen más españoles que extranjeros en los comedores sociales, la sopa boba. La calidad del empleo se ha deteriorado hasta la desesperación. Hay millones de nuevos trabajos precarios, auspiciados por la legislación laboral implacable del “austericidio”. Quienes trabajan por horas tienen empleo pero no llegan a fin de mes y son muchas de esas familias las que reciben ayuda, por ejemplo, de Caritas. Los jubilados, gran colchón de las penurias familiares, estiran sus ingresos para ayudar a hijos y hasta nietos.

En los últimos seis años la clase media ha perdido a 3,5 millones de personas. “La clase media no es la burguesía”, dice el excelente ensayista Joaquín Estefanía. “Se está construyendo una clase peculiar formado por capas medias en cuanto a formación, pero con las condiciones de vida de los estratos más bajos”.

La coalición Podemos e Izquierda Unida ha sido el canal favorito de la irritación profunda que genera semejante holocausto social. Los socialistas también recogen el clamor de estos sectores desposeídos y muy disgustados. Todos con un futuro oscuro, que irá a peor para sus hijos.

Con esta perspectiva no es de extrañar que ayer se haya informado que los nacimientos han descendido en estos últimos tiempos un 20% y que por primera vez desde 1941 haya más españoles fallecidos que nacimientos.

España se ha convertido en el país más desigual de Europa y donde florecen como en ningún otro Estado del viejo Continente los millonarios que se han duplicado en este país en el último quinquenio.

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