La mayor preocupación política de Vidal es la nueva liga de intendentes peronistas

 La mayor preocupación política de Vidal es la nueva liga de intendentes peronistas

Insaurralde, Cascallares, Gray, Menéndez, Zabaleta y Nardini son una amenaza latente a la gobernabilidad provincial.

 Por su lado, Ritondo y Granados articulan una estrategia para subir el precio de los sciolistas recluidos en La Matanza. En febrero el PJ convocaría a elegir nuevas autoridades. Mientras, la liga ya presiona por recursos para obras en el presupuesto 2016.

En medio del escándalo por la fuga de los ejecutores mediáticos de Aníbal Fernández, que le estalló a la gobernadora María Eugenia Vidal (o, no, según la versión del FPV),  mientras se discute el presupuesto 2016, la mayor preocupación política de la primera mandataria provincial es la reciente y no oficializada liga de intendentes, que además se prepara para discutir el PJ desde febrero próximo.

En una reunión que duró más de dos horas, intendentes, diputados y senadores del bloque del Frente para la Victoria se reunieron con el ministro de Economía de la provincia, Hernán Lacunza, para discutir el presupuesto enviado por la gobernadora María Eugenia Vidal.

El encuentro, que se desarrolló en la Cámara de Diputados bonaerense, hubo claros planteos sobre el presupuesto y se le pidió al ministro mayor información sobre "la falta de claridad en el presupuesto para la aplicación final del endeudamiento récord que se solicita y, en especial, respecto de las obras proyectadas para cada distrito".

Vidal tiene intendentes aliados en toda la Provincia, pero también tiene intendentes peronistas que buscan posicionarse de cara a la interna del PJ, y esa realidad es la que modifica o modificará sustancialmente la relación entre el PRO y el PJ bonaerense.

Aún no queda claro si esta liga de intendentes quiere ser una oposición constructiva, destructiva o contemplativa, todo dependerá de cómo avanza Vidal. La gobernadora está siendo atentamente observada por los jefes comunales que esperan el momento ideal para trabajar en una estrategia política común.

Si bien reivindican su pertenencia partidaria y se referencian con Cristina Fernández y Daniel Scioli, exponen sus críticas al armado electoral del que aseguran los dejó "sin representación parlamentaria" en provincia y Nación.

El objetivo principal de este naciente grupo –que comenzó a formarse días antes del balotaje– es hacer frente a la gestión de manera integrada. De hecho, la semana pasada, al advertir que los municipios se iban a quedar sin policías bonaerenses por el Operativo Sol, contactaron al secretario de Seguridad Cristian Ritondo y lograron evitar la fuga masiva de efectivos.

El grupo lo integran Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Juan Zabaleta (Hurlingham), Mariano Cascallares (Almirante Brown),  Fernando Gray (Esteban Echeverría), y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas). Otros referentes como Gabriel Katopodis de San Martín y Patricio Mussi de Berazategui, aún no mostraron sus cartas. Es distinto el caso de Jorge Ferraresi de Avellaneda, de Verónica Magario de La Matanza y de Alberto Descalzo de Ituzaingó.

El caso de Ferraresi es especial porque siempre intentó (e intenta) ser el referente de los grupos cristinistas que trabajaron siempre por afuera del PJ (Nuevo Encuentro), o que se manejan como un movimiento pendular (el caso del Movimiento Evita y La Cámpora). Allí se enrola el nuevo intendente de Moreno, Walter Festa de La Cámpora.

Magario en La Matanza aglutina a todo el PJ bonaerense que perdió detrás de Scioli, con la anuencia de Fernando Espinoza. Todos ellos tratarán de pelear lo que se viene en el peronismo, pero con suerte incierta. El caso más referencial es que Scioli hizo política mostrándose en este distrito juntando donaciones para los inundados del litoral.

Por último quedan los Oktubres, cuyo principal referente es Mussi. Estos intendentes y dirigentes pertenecen al interior de la provincia y si bien tuvieron juego propio durante 2014, ahora quedaron bastante relegados ante el avance de los ganadores del conurbano.

Vidal tendrá que aceitar la relación, principalmente con los ganadores, allí está la respuesta a una gestión cuidada de los cimbronazos políticos que pueden orquestar los nuevos caciques peronistas de la Tercera y la Primera sección electoral.

Con un fuerte poder de movilización, quizás la única manera de contrarestar la amenaza que representa esta liga, sería dale aire a otro grupo de dirigentes peronistas, por caso, los sciolistas matanceros.

El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, junto con el ex ministro de esa cartera, Alejandro Granados, serían los articuladores de la relación con los sciolistas para ponerles un freno dentro del PJ a los Insaurralde, los Cascallares, los Menéndez y los Zabaletas.

Pero lo cierto es que la liga se fortalece desde el momento que trabajan juntos para presionar al gobierno provincial y establecer una estrategia de cara al próximo febrero peronista.

La disputa interna dentro del peronismo respecto a quien conducirá el Partido Justicialista pareciera recrudecerse luego de que se confirmara la noticia de que en febrero se convocará a la elección de nuevas autoridades.

Los comicios deben garantizar los nuevos nombramientos antes de mayo, mes en el que vence el mandato del actual presidente provisorio Eduardo Fellner. La elección será central de cara a quienes encabezarán las listas en las legislativas de 2017.

"Tenemos previsto hacer un Congreso en febrero con la idea de hacer un llamado a elecciones de afiliados para renovar autoridades antes de mayo", dijo a Noticias Argentinas el apoderado del partido, Jorge Landau.

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