Máximo Kirchner amplía su casa en Río Gallegos, mientras CFK quiere desmitificar su imagen pública de “vago”

Máximo Kirchner amplía su casa en Río Gallegos, mientras CFK quiere desmitificar su imagen pública de “vago”

 La casa que Máximo tiene en Río Gallegos está siendo remodelada. La obra lleva ya hace un mes y aún siguen allí los obreros que continúan con las reformas. 

Mientras tanto, su madre, la presidenta Cristina Fernández, no dejó pasar la oportunidad para victimizarlo ante la opinión pública y recalcarle públicamente que “le pegan” porque “son las reglas del juego” y debe “aguantar”.

Hace algo más de un mes, la casa que Máximo Kirchner posee en calle Monte Aymond y Cañadón Seco, en Río Gallegos, está siendo refaccionada y pintada totalmente, continuando a ritmo sostenido, previendo terminar las obras antes que el mal tiempo llegue a la región.

Fuentes cercanas a la obra, le señalaron a OPI que Máximo ordenó refaccionar el interior y pintar completamente el inmueble. Las obras están a cargo de Austral Construcciones SA, cuyos camiones y obreros comienzan a trabajar muy temprano cada mañana, sacan escombros en contenedores, han colocado nuevas ventanas y ya se encuentran en la última fase de la obra (pintado y limpieza). La familia está ausente del domicilio y Máximo, desde el viaje a Chapadmalal de la presidenta para festejar su cumpleaños, no ha regresado a esta capital y se encuentra en Buenos Aires.

Mientras el personal de obras de Lázaro Báez afectado a la obra de la casa de Máximo, sigue su ritmo de trabajo sin pausa, el resto de los obreros de Austral Construcciones en la provincia están en conflicto por falta de pago de las últimas tres quincenas.

Operativo “Lavado de imagen”

Ayer, la presidenta Cristina Fernández, en oportunidad de un acto en Ezeiza, descargó sus críticas sobre los medios que critican a Máximo y pretendió crearle a su hijo un curriculum express, a quien genuinamente hemos denominado como un “vago” (no estudia, no trabaja), calificación que se ha popularizado y acciona como una contrapropaganda del hijo presidencial que tiene ganas de animársele a la política, en un país donde nadie pide antecedentes para saber qué hizo y qué dejó cada uno de los que se promueven como candidatos a un cargo electivo; ¿Por qué no lo puede hacer Máximo?.

Cristina, pretendiendo que le hablaba a un amigo (no a su hijo) víctima de campañas sucias y descalificadoras dijo “Cómo no te van a pegar, Máximo, sería mucho más negocio que te dedicaras a otras cosas”, acompañando estas palabras con un gesto poco claro, pero deslizando que esa “otra cosa” que sería “más negocio”, sería, por ejemplo, una actividad ilícita.

La forma en que inflexionó la voz y el gesto que hizo, dejó lugar a esta interpretación. Luego continuó diciendo “..pero tenés la sangre de tu madre y tu padre, la de la política. Y en lugar de estas cosas, te dedicaste a agrupar jóvenes. Muchas veces a sacarlos de la droga para servir a la política”.

Aquí el lector entre líneas advierte que la presidenta hace una elipsis peligrosa para la propia imagen de su hijo que intenta defender, porque luego de largar el “otra cosa” (que no explica) aclara que “se dedicó a sacar jóvenes de la droga para incorporarlos a la política…”. Esta asociación casi innecesaria que hizo Cristina, puso más sombras que luces sobre los mensajes que ella dice le llegan a su hijo, a quien alentó a nivel de camarada, diciéndole “Cómo no te van a pegar, hermano, te la tenés que bancar, son las reglas de juego”.

Finalmente la presidenta dijo “Todos los que quieran ser algo, para ser estas cosas muchas veces hay que decir que no, tener coraje y no agachar la cabeza frente a los poderes. Llamar a las cosas por su nombre, y a los cosos también, trae aparejado altos costos políticos y personales, agravios, descalificaciones, injurias, infamias y persecuciones. Pero ¿saben qué? Estoy dispuesta a seguir recibiendo insultos, agravios y la persecución, también, si con ello contribuyo a dejarles a mis hijos, a mis nietos y a los jóvenes un país mucho mejor que el que recibimos en el año 2003“.

Una pequeña digresión: a sus hijos y a sus nietos, claro está que les ha construido un país y un futuro mejor, sin embargo, el intento por lavar la imagen de Máximo, quien carga merecidamente con el apodo de “vago”, no ha tenido éxito en boca de su propia madre y por el contrario, si el lector hila fino, de las palabras de la mandataria se desprenden conjeturas que de ninguna manera lo favorecen.

Más allá de esto, sería bueno que CFK diga a cuántos y a quiénes “salvó y rescató” Máximo de la droga y si es un mérito conformar la política con recuperados de la drogadependencia y no pedirles algo más a quienes aspiren a conformar cuadros de conducción. ¿Habrá sido un acto fallido de la presidenta?. Un relato que, como todo lo que rodea al hijo presidencial, trata de construir una realidad virtual para otorgarle valores de los que carece, ocultando la verdad: que fue un chico que se crió al margen de la política, odiando desde niño lo que hacían sus padres (escapaba a la casa de los vecinos cuando en lo 90 Néstor y Cristina recibían, diariamente, a compañeros del partido en su casa) y que nunca se interesó por participar, “vocación obligada” a la que entró luego de la muerte de su padre, como necesidad de mantener el apellido, vinculado al poder en la provincia y el país. (Agencia OPI Santa Cruz)

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