Máxima intensidad

Máxima intensidad

Intensa, la semana fue coronada por la presencia de Máximo Kirchner en el acto organizado por La Cámpora en la cancha de Argentinos Juniors. La última sorpresa que nos tenía reservada la primera quincena de este septiembre prometedor en cuanto a novedades de toda índole, y en el cual ya se vive una primavera anticipada por tanto florecimiento de candidaturas. Una más -y ya son incontables- se sumó en el Frente para la Victoria con el lanzamiento del senador Aníbal Fernández, por ejemplo.

¿Habrá que anotar también al pimpollo de la Presidenta? El propio Máximo se encargó de bajar las expectativas que podría despertar su presencia en el palco poblado de jóvenes; y algunos no tan jóvenes, que enterados de la llegada del primogénito de Néstor agradecieron haber ido. Otros lamentaron dejar de lado el acto por realizar actividades mundanas.

Máximo apareció en público, defendió el modelo, criticó a la oposición y a los medios, arengó a la militancia y desafió a todos a enfrentar a Cristina en las urnas. Y hoy Cristina es fundamentalmente La Cámpora, ese ejército de jóvenes creado, entre otros, por su hijo.

La idea de un candidato pura sangre volvió a geminar, aunque sea en las mentes menos permeables al acompañamiento de oficialistas que muestran algunos matices distintivos. Para el interior del FpV, y sobre todo para las entrañas de un PJ deseoso de evitar diásporas que pongan en riesgo dominios territoriales, la presencia del primogénito abre muchos interrogantes.

La agrupación juvenil no detiene su crecimiento bajo la protección de la estructura del Estado, y uno de sus vástagos treparía hasta la mismísima Jefatura de Gabinete de Nación en breve. Son cada vez más las voces de la Casa Rosada que replican el rumor de la pronta salida de Jorge “Coqui” Capitanich. El chaqueño retomaría la gobernación de su provincia para no perder el control territorial, y asegurar el triunfo del oficialismo en una de las elecciones provinciales.

Algunos, en el propio Gobierno nacional, dejaron trascender la posibilidad de mudar a la Jefatura de Gabinete al ministro de Economía Axel Kicillof, y de esta manera maquillar un giro en la política económica. Pero eso no sucedería. El reemplazante del Coqui llegaría vía aérea. No son en vano las constantes menciones y elogios de la Presidenta al titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.

Recalde estuvo en la primera fila del acto de Argentinos, cerca de Máximo, al lado de Andrés “Cuervo” Larroque y Wado De Pedro. Estos últimos, sobre todo Larroque, son junto a Carlos Zannini y Oscar Parrilli los únicos con acceso irrestricto al despacho de Cristina Fernández.

Hace poco más de una semana el grupo estalló cuando se enteró de la reunión mantenida por Daniel Scioli con el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota. Lo que trascendió después, respecto de las respuestas del bonaerense a su par mediterráneo y a la responsabilidad que tuvo en el armado del cónclave el “Chueco” Juan Carlos Mazzón, permitieron bajar la temperatura. Aunque, claro está, la desconfianza jamás se disipa del todo.

La Cámpora no fue en las últimas semanas el sector kirchnerista más crítico de Daniel Scioli como solía serlo en otros momentos. Parece que las encuestas, y la permanencia en el espacio del gobernador a pesar de las tentaciones para abandonar el barco, convencen a los chicos de levantar el pié de las críticas. “Wado De Pedro parece un sciolista más”, bromeó ante La Tecla un funcionario que ocupa una oficina en el Congreso. De todos modos, para los muchachos de La Cámpora “la gran electora sigue siendo Cristina”.

PROVINCIA

Algunos de los competidores de Scioli estuvieron sobre el escenario de Argentinos Juniors mientras el gobernador empacaba para su viaje a Alemania junto al ministro de la Producción Cristian Breitenstein y una comitiva de empresarios. La expectativa es que la entrante sea una semana mejor a la anterior.

Pifies en comunicaciones de la gestión le están jugando alguna pasada. Primero fue con el dato sobre la cantidad de puertos, ahora la reforma en la calificación de los alumnos de las escuelas primarias. La oposición aprovechó las dudas en la Dirección General de Cultura y Educación y el retraso de la ministra Nora De Lucía para aclarar informaciones periodísticas.

Sin dimensionarse aún cuánto puede afectar a la imagen de Scioli la politización de las modificaciones escolares, en el entorno del Gobernador analizan semana a semana los sondeos que llegan, algunos de los cuales aportan datos accesorios que permiten vislumbrar posibles escenarios con mayor detalle.

Por caso, en el sciolismo observan con mucha atención la intención de voto de Florencio Randazzo, no porque esté demasiado cerca en la puja para las PASO del FpV, sino porque gran porcentaje de los votantes del ministro del Interior en las primarias se inclinarían por el Gobernador en las elecciones generales cuando ya haya un solo candidato por Frente. No ocurre lo mismo con los encuesntados que dicen que en las PASO votarán por Julián Domínguez o Sergio Urribarri.

Las encuestas también juegan para sembrar cizaña en cuarteles enemigos. Un caso fue la difusión de un sondeo de Julio Aurelio, encargada por el oficialismo para medir la intención de voto a gobernador de Sergio Berni, pero que ponía al Secretario de Seguridad en dos escenarios con dos posibles contrincantes por el Frente Renovador: uno Darío Giustozzi y otro Martín Insaurralde.

Los guarismos dieron muy similares, y eso despertó comentarios como “Insaurralde no le suma demasiado a Massa, los votos son de él y acompañarán al candidato a gobernador que ponga”. Sergio Massa intuye lo mismo y puertas adentro ya no puede ocultar el fastidio que le provoca el retraso de Insaurralde en confirmar su pase. Era una foto que el tigrense esperaba antes.

Dentro del Frente Renovador también empiezan a aparecer los resquemores con los intendentes que están agazapados para dar el salto hacia ese espacio, pero que con el pase reducirían las chances de dirigentes que están de la primera hora.

En el equipo económico del diputado, en tanto, molestan ciertas actitudes de Martín Redrado, sobre todo por la forma de conducirse un tanto inorgánica por parte del ex de Luciana Salazar.

En el Frente Amplio Progresista, en tanto, se demoran en definiciones, los principales candidatos quedan fuera de la agenda que encabezan Scioli, Massa y Macri, y eso lleva a que dirigentes como Julio Cobos pidan que no le hagan más la campaña al jefe de Gobierno porteño con la persistente discusión de si negociar con él o no. Hermes Binner no le hizo mucho caso esta semana y volvió a decir que no había posibilidad de acuerdo con el PRO.

Los radicales bonaerenses del interior tienen una visión distinta. Ven como una oportunidad extendida la victoria de Marcos Juárez, Córdoba, donde se impuso al delasotismo un candidato radical apoyado por el PRO. Por ahora ese acuerdo está lejos, y cada día que pasa Macri siente que lo necesita menos, aunque nunca cierra la puerta del todo. En la provincia de Buenos Aires los dos espacios siguen sin encontrar un candidato a gobernador que mueva el amperímetro.

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