Mauricio Macri viaja a la cumbre del G7 para coronar el acuerdo con el FMI con una foto con Christine Lagarde

Mauricio Macri viaja a la cumbre del G7 para coronar el acuerdo con el FMI con una foto con Christine Lagarde

Una fotografía con Christine Lagarde que corone el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional ( FMI ) y el aval implícito de las potencias mundiales es el objetivo más preciado de la visita del presidente Mauricio Macri a Charlevoix, al norte de la ciudad Quebec, en Canadá, donde fue invitado por el primer ministro Justine Trudeau para acompañar la cumbre del G7, que agrupa a las principales economías capitalistas.

 

Macri aterrizará mañana en Quebec junto a su esposa, Juliana Awada , luego de que el gobierno anunciara un acuerdo con el FMI por US$ 50.000 millones, el mayor de su historia.

 

La oportunidad fue inmejorable para que el presidente arribe a la cumbre con el entendimiento cerrado y un horizonte más definido en la perspectiva económica de la Argentina.

El G7 lo integran Estados Unidos, Canadá, Francia, el Reino Unido, Alemania, Japón e Italia. Es una versión más exclusiva del G20 que deja afuera intencionalmente a potencias como China o Rusia.

Trudeau, como anfitrión de la cumbre, tiene la facultad de invitar a otros jefes de Estado a la cita y Macri figuró entre los elegidos, en gran medida porque la Argentina tiene la presidencia del G20 y, en parte, por la sintonía que ambos construyeron en la sucesión de encuentros compartidos desde que ganaron las elecciones en sus respectivos países.

La cumbre es también una apuesta a solidificar el respaldo político internacional al acuerdo con el Fondo y al rumbo de austeridad económica que desplegará el Gobierno para reducir el déficit fiscal. El mecanismo que busca desplegar la comitiva son las denominadas "pull aside", como la jerga diplomática llama a las reuniones laterales, que se concretan a un costado de los eventos centrales. La apuesta principal es concretar un "pull aside" con Donald Trump, quien llega a la cumbre en un abierto enfrentamiento verbal con Trudeau, por los aranceles, y el francés Emmanuel Macron por los términos del comercio con Europa.

El canciller Jorge Faurie arribó este viernes a Canadá, como una avanzada antes de la llegada del presidente, al igual que el asesor Fulvio Pompeo.

La Cancillería ya daba por confirmada una reunión bilateral con la canciller alemana, Angela Merkel, y su par de Japón, Shinzo Abe.

El Gobierno aún espera que las congratulaciones que los líderes mundiales le profesan a Macri abran la puerta para el ingreso de la Argentina a la OCDE, la principal organización comercial, y que funcione como una suerte de sello de garantía para las inversiones externas. El problema es que la Argentina quedó atrapada en un enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos, porque las nuevas incorporaciones se definen por grupos. Para mantener equilibrada la organización, Europa quiere que el nuevo grupo de miembros incluya a países de su continente, como Bulgaria y Rumania. Pero Estados Unidos es resiste a la incorporación de ambos. En el ingreso a la OCDE, el problema de Argentina son los compañeros de ruta.

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