Mauricio Macri va a la caza del tesoro electoral que nunca tuvo

Mauricio Macri va a la caza del tesoro electoral que nunca tuvo

El postulante de Cambiemos, que se retiró de la contienda presidencial en dos ocasiones, apuesta hoy a llevar a Scioli al  balotaje del 22 de noviembre. Golpeado por el "caso Niembro", que afectó su cosecha de sufragios según los sondeos, confía en Vidal como impulso clave en la estratégica Buenos Aires.

Un viejo dicho asegura que la tercera es la vencida. Este refrán tendrá un valor determinante para Mauricio Macri, que desde esta noche sabrá en carne propia si la Presidencia es un destino real u otra ilusión de la política. El primer intento data de 2007, dentro de una fórmula con el neuquino Jorge Sobisch. Fue el asesinato del docente Carlos Fuentealba lo que terminó con la entente. El año 2011 le presentó una segunda oportunidad, pero prefirió refugiarse por otro mandato en la Ciudad y se negó a competir con Cristina Fernández. Este año la esperanza PRO está centrada en cruzar la General Paz: el alcalde saliente es el opositor mejor posicionado para competir con Daniel Scioli y María Eugenia Vidal, su candidata a gobernadora, sueña con alzarse con Buenos Aires, la provincia que el peronismo gobierna desde 1987.

Con la candidatura a vice de Gabriela Michetti en un segundo plano, Macri y Vidal protagonizan la elección más importante que le tocó disputar al PRO, que ahora compite bajo el sello de Cambiemos.

La crisis que se desató en septiembre al interior del gobierno porteño y del PRO luego de que Tiempo revelara que Fernando Niembro, por entonces primer candidato a diputado, había sido beneficiado con $ 30 millones en contrataciones directas resultó no sólo en la eyección del periodista. Retrasó la llegada de votos peronistas del Conurbano y provocó una merma nacional de Macri en los sondeos. El fenómeno que derivó otra foto incómoda allí: Vidal cosecha más votos sin Macri.

Desde entonces comenzó el último capítulo de un largo juego de resistencias que Macri intentó doblegar. Hasta 2014 el alcalde saliente "era el límite". Un obstáculo casi infranqueable para los protagonistas del arco opositor al FPV, que miraban al PRO con apetito de la necesidad pero con el habitual rechazo que le prodigaron durante años. Así como Macri tuvo que encargarse explicarle al electorado lo que no hará, también tuvo que desarrollar una ambiciosa estrategia para demostrar que no era un límite. La misión logró seducir a Elisa Carrió, Carlos Reutemann y Ernesto Sanz, que pegó el salto del límite en nombre de la UCR. Así quedó configurado Cambiemos, que se mantuvo indemne a las secretas negociaciones con Sergio Massa.

El último capítulo de aquella saga, que tiene sus orígenes en la lista corta que jugó el massismo hace dos años, se escribió un mes atrás con una imagen conjunta para denunciar fraude en Tucumán, aspavientos que posiblemente se repita dentro de unas horas si el próximo presidente se define en primera vuelta, sin balotaje, pero vía del photo finish, técnica que se usa para determinar el triunfador en carreras deportivas donde el ojo humano no puede establecer diferencias.

Esta medianoche, cuando surjan las tendencias, el PRO se debatirá entre reconocer el resultado nacional y seguir al detalle el desenlace bonaerense: dos dilemas que reclamarán un balance electoral, especialmente por el desperfilamiento que se autoimpuso Macri minutos después de que Horacio Rodríguez Larreta retuviera el sillón porteño con un margen más ajustado de lo previsto.

El giro, con el que elogió medidas que supo denostar, sorprendió a los extraños y desconcertó a los propios, pero confirmó la necesidad de sumar un caudal de votos peronistas que no tenía. Hoy sabrá si evitará un desenlace en primera vuelta y si sorteará el temor de una derrota que podría marcar una dura inflexión para su carrera y definir el futuro de un partido atado al derrotero de su apellido." «

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