La matriz de la corrupción, en el Club de la Obra Pública

La matriz de la corrupción, en el Club de la Obra Pública

Pruebas concretas en la investigación ya indican que habría más empresarios vinculados a los pagos de coimas.

 

Pruebas concretas en la investigación ya indican que habría más empresarios vinculados a los pagos de coimas. Se trataría de otros importantes ejecutivos del “Club de la Obra Pública” y también del sector energético, relacionados, principalmente, con la millonaria importación de gas que se manejó a través Enarsa y de YPF. Carlos Bonadio -el juez- avanza sobre una serie de negocios que formaron parte, sistemáticamente, del colosal sistema de retornos armado durante la era kirchnerista.

El tribunal -por ahora- se concentró en los casos mas evidentes, pero tiene sujetos a pruebas a un conjunto de dirigentes que habrían también participado en la cadena de sobornos cruzados. Dentro de la propia documentación que ya trascendió está verificada la dirección de una importante compañía, donde Roberto Baratta iba a buscar dinero. Se trata de una firma tradicional, cuyos directivos aún no fueron citados por la Justicia y que tienen fuertes negocios en toda la Argentina.

También se sabe que hubo intercambios de bolsos en el garaje de la calle Alem 454, donde funciona en tres pisos el Órgano de Control de Concesiones Viales. Un comentario que circula en medios judiciales habla de, por lo menos, otros cuatro hombres de negocios complicados, que podrían ser citados a la brevedad. La noticia es fruto de una cuestión concreta: en la Argentina de Néstor y Cristina hubo una verdadera “matriz de corrupción”. Los empresarios que se negaban a entrar no eran elegidos en las adjudicaciones.

También fueron perseguidos aquellos que tenían concesiones previas al kirchnerismo y no aceptaron pagar coimas. Por eso, hubo pocas excepciones a la regla general. La firma Techint de Paolo Rocca se autoexcluyó de muchas licitaciones, así como Panedile de Hugo Dragonetti. La movida judicial provocó un cimbronazo en el movimiento empresario: es la primera vez que un tribunal trata con igualdad a los funcionarios coimeros y a los empresarios que sobornaron.

La susceptibilidad se percibió en el encuentro -el miércoles- de la Asociación Argentina de Carreteras. El ministro Guillermo Dietrich les dijo a los ejecutivos: “Esto va a confirmar que hubo un plan sistemático para robar”.

En la Cámara Argentina de la Construcción también están en estado de shock. Carlos Wagner -su ex-presidente- quedó ayer detenido: fue el referente del “Club de la Obra Pública” por una década y tuvo excelente relación con el matrimonio Kirchner y Julio de Vido.

Wagner logró numerosos obras, pero construyó la monumental y secreta “Estación China” en la Patagonia. Gerardo Ferreyra, allegado a Carlos Zannini, multiplicó su fortuna en la “década corrupta”. Pero acaba de tener un espaldarazo muy reciente, al liderar el consorcio -también con los chinos- que se adjudicó las obras hidroeléctricas de Santa Cruz. Un negocio de 4.000 millones de dólares. Javier Sánchez Caballero fue ejecutivo de la firma del primo de Mauricio Macri, pero Angelo Calcaterra lo defiende con ahínco en privado: “No tuvo nada que ver con la corrupción”.

Juan Goycochea, de Isolux, está detenido, acusado de abonar coimas. También participó de un reciente negocio con la familia Macri en la venta de un parque eólico.

La Cámara de la Construcción tomó recaudos y decidió depurar su cúpula. Wagner fue excluido de la comisión directiva a fines del 2016 y ninguno de los actuales detenidos la integran. Fue un trabajo de orfebre de Gustavo Weiss: todo se conocía y por eso los empresarios cuestionados fueron “quirúrgicamente” apartados de la CAC.

El martes hay una cumbre de la conducción de la entidad. En la Cámara, tienen dudas claves sobre el proceso judicial. Primero: si Comodoro Py sólo se ajusta a la idea tácita de investigar a ex funcionarios y adláteres, o también va sobre personas que tienen -o tuvieron- vínculos con sectores de algún modo ligados al Gobierno.

Existe otra inquietud: si Bonadio y Stornelli avanzaron porque son “funcionales” al oficialismo al poner el tema corrupción en primer plano, justo cuando la economía está en un tobogán de inflación y recesión. Algunos directivos de la CAC creen que la fuerte movida es un llamado de atención para que nadie se anime a tocar el mapa de la Justicia Federal. Las cuatro hipótesis se tratarán en la hermética reunión de los constructores.

Está pendiente sobre el sector la investigación por Odebrecht que involucra a cuatro afamadas compañías. Por eso, Mauricio Macri sigue el asunto de cerca: el nuevo pedido de desafuero a Cristina expone al peronismo en el Senado. Igual hay algo cierto: en la Casa Rosada no quieren que la ex-presidenta vaya presa. En la estrategia electoral de Jaime Durán Barba y Marcos Peña, es clave que esté debilitada, pero con chances de ser candidata. En privado, lo admite Duran Barba: “la actual situación de Cristina es óptima para Cambiemos”. Y agrega: “Está quietita en el Senado, golpeada por corrupción, pero con chances para polarizar la elección”. La dupla Durán--Peña sostiene que Cristina libre, garantiza la reelección de Macri, porque el peronismo irá dividido. Luis Caputo, por su parte, aprovechó el impasse y prepara una medida drástica. El BCRA trabaja en un tema caliente: una “solución rápida y definitiva” para desactivar la bomba de tiempo de las Lebac.

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