El acusado era policía. Hoy tiene un puesto de hamburguesas en Arroyo Seco, en las afueras de Rosario, y es militante del oficialismo. Pero eso no es todo. Trabajó en la última campaña electoral del presidente Mauricio Macri y fue fiscal del PRO en las elecciones pasadas.

Velázquez sólo cumplió 9 años y cuatro meses en prisión y recuperó su libertad en forma condicional, hasta que se completara su condena en diciembre de 2015. Los familiares de las víctimas de la represión en Rosario lo escracharon cuando se enteraron que había salido de la cárcel, pero todo quedó ahí.

Lepratti estaba en la escuela en la que trabajaba como ayudante de cocina. Fue asesinado cuando un patrullero llegó a la zona con la decisión de reprimir. Lepratti subió al techo de la institución, junto con un profesor y dos compañeras del comedor, y les pidió a los policías que no dispararan, porque adentro no había más que chicos comiendo. A pesar de su petición, recibió un disparo que le perforó la tráquea, terminando con su vida.