Matemática peronista: tres ecuaciones electorales con Cristina, Lavagna y el PJ

Matemática peronista: tres ecuaciones electorales con Cristina, Lavagna y el PJ

A la variable de Cristina Kirchner se sumó la irrupción de Roberto Lavagna, que minimizó el impacto de la interna de Alternativa Federal. La ex presidenta y el ex ministro postulan una unidad que sólo puede tener a uno de ellos de protagonista.

 

Como si fuera poco con el revival de las últimas legislativas del mito del eterno retorno sobre la figura de Cristina Fernández de Kirchner, ante la constante especulación de si será o no candidata, misterio que se estirará lo más posible hasta el cierre de listas del 22 de junio, éste no es el único alrededor de la matemática peronista 2019.

 

 

Ante infinitos universos paralelos, a grandes rasgos, en las sobremesas justicialistas se pronostican tres posibles escenarios para las próximas PASO presidenciales de agosto. Con pocas constantes en la ecuación, la principal variable no deja de ser la decisión que tomará la ex mandataria en los próximos meses. Pero, de menor grado, otro elemento se sumó a la fórmula que podría modificar el resultado.

 

 

La prematura interna lanzada el año pasado entre los socios de lo que recién más tarde se bautizó Alternativo Federal (Sergio Massa-Juan Manuel Urtubey-Miguel Ángel Pichetto), fue atravesada por la irrupción veraniega de Roberto Lavagna y sus ojotas con medias. En el revuelto río peronista, se intuía la aparición de "un tapado". No fue un joven irreverente o un "outsider" del sistema político. En resumen, no fue el conductor de TV Marcelo Tinelli sino el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.

 

 

Convirtiendo su alojamiento de Pinamar en su Puerta de Hierro, no se necesitó que Lavagna blanqueara que haría falta un Operativo Clamor para convencerlo de repetir la experiencia de 2007. Ante Jorge Fontevecchia, lo explicó apelando a su formación académica: "Si hay demanda, seré candidato".

 

 

1. Lavagna - (CFK + kirchnerismo) / Urtubey

Es el sueño, tal vez utópico, de no pocos intendentes bonaerenses que apoyan a Cristina Kirchner, más consustanciados por sus más 50 puntos en el Conurbano que por su eventual tercer mandato, pero aún dudan que pueda ganarle a Mauricio Macri en un ballottage. Que Lavagna sea la apuesta opositora de unidad es la fórmula.

 

 

Miguel Ángel Pichetto✔@MiguelPichetto

Hoy me reuní con Roberto Lavagna para conversar de política, economía y el escenario electoral que se avecina. Coincidimos en la necesidad de construir grandes acuerdos nacionales para trabajar junto con diferentes fuerzas políticas para sacar al país adelante entre todos.

50516:12 - 15 ene. 2019962 personas están hablando de estoInformación y privacidad de Twitter Ads

El propio ex ministro, con el antecedente de ser la pieza importada en una fórmula radical, no le cierra la puerta al electorado K. Para conformar a una CFK modelo 2019, magnánima, abierta a "escuchar a todos", postulan el Teorema (Carlos) Zannini. Es decir, como ocurrió con el pseudo díscolo Daniel Scioli, acoplarle a Lavagna un postulante a vicepresidente que cuente con el aval de la ex Presidenta. Las opciones abarcan de un punto al otro del espectro K: desde un Axel Kicillof, embarcado hoy en la carrera por la gobernación con las encuestas a su favor; a un Felipe Solá, que trata de mostrarse como un punto de equilibrio entre el kirchnerismo y el peronismo tradicional. El orden de los factores altera el producto.

 

 

Con respecto a su factibilidad, hay quienes la ponen en duda por la personalidad del ex ministro. "No quiere hacer campaña, nosotros vamos a salir a buscarle los votos y dice 'yo armo el gabinete', no negocia nada", ya le reprochan de antemano a Lavagna los peronistas K.

 

 

En este supuesto, Alternativa Federal quedaría reducida a un elemento de la ecuación de este mega-acuerdo opositor. 

 

 

2. CFK + Massa - Alternativos / Lavagna

Cristina Kirchner es candidata. No sola, con la base de una réplica de las negociaciones que se están dando en el las provincias desdobladas. Las excepciones a la regla: Urtubey o Pichetto, con quienes parece difícil un reencuentro. "Falta que Sergio (Massa) y ella se junten", se entusiasman los caciques del Conurbano, algunos que formaron parte del Frente Renovador, luego del randazzismo, para regresar al Instituto Patria. En el terreno de Buenos Aires, avanza un armado provincial del PJ-K que contiene elementos aún massistas.

 

 

Cristina con sus candidatos de Neuquén y un mensaje: "CFK2019"

El propio Massa dejó de recordarse como el que frustró el "Cristina Eterna" para hablar de "una nueva mayoría", sin especificarlo pero una alusión que incluye al electorado K. El ex diputado es aconsejado por su consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, el mismo que trabajó con la senadora en 2017. Aún con la épica de "ponerle un freno a Macri", no será fácil para el efímero ex jefe de Gabinete cristinista explicarle a su electorado esta vuelta discursiva. Para el Instituto Patria, el líder renovador no vale tanto por sus votantes sino más por el simbolismo del reencuentro.

 

 

Los jefes comunales son los mismos que sentencian ya que Massa se baja. Todavía es prematuro, pero la aparición de Lavagna bloqueó la estrategia de Gutiérrez-Rubí de llegar a marzo con 15 puntos en las encuestas, para superar por amplio margen a sus aún socios. 

 

 

Bajo este esquema, con un justicialismo fragmentado, no se cumplirían los parámetros que demanda un Lavagna que imagina volver como Juan Domingo Perón en 1973 pero sin Ezeiza. Postula que quiere escaparle a "La Grieta", por lo que suma hasta al socialismo santafesino. Junto a Cristina Kirchner postulan una unidad que sólo puede tener a uno de ellos de protagonista. 

 

 

3. CFK-(Massa-Lavagna-Urtubey)

No es una ecuación novedosa, ya se imaginaba el año pasado. El temido escenario de los tres tercios para un peronismo al que ya le restó en las elecciones 2013, 2015 y 2017. La repetición de un justicialismo dividido frente a un compacto Cambiemos que lo aprovechará. Al menos en las primarias y la primera vuelta, con la incertidumbre de un ballottage de resultado impredecible.

 

 

No por nada es la apuesta mayor de una temerosa Casa Rosada. Macri compitiendo frente a una Cristina Kirchner candidata por Unidad Ciudadana (o como se rebautice su alianza) y el representante que sobreviva a la PASO Alternativa (Lavagna, Massa o Urtubey), disputando esos 6/7 de cada 10 argentinos que hoy no votarían una reelección, según pronostican las encuestas Como le ocurrió a la "ancha avenida del medio", que suele angostarse a su mínima expresión tras las internas, la batalla será por dos modelos: la "esperanza" de Cambiemos o el regreso (con lo bueno y lo malo, dependiendo el votante) del kirchnerismo.

 

 

 

Los que defienden la viabilidad de este postulado, son los que quedarían marginados del segundo escenario. Y lo hacen recordando que en política, uno más uno a veces da tres. 

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