Massa le sacó el apoyo a Macri para dividir La Matanza y el PRO puede perder la Provincia

Massa le sacó el apoyo a Macri para dividir La Matanza y el PRO puede perder la Provincia

Carrió pidió que la justicia llamara a Alberto Fernández y Sergio Massa para declarar como jefes de Gabinete del FPV. Además el principal referente gremial y político del FR (Julio Ledesma) le bajó el pulgar a la idea. Vidal enfrenta problemas serios como una inseguridad causada por la policía y Macri corre el riesgo de perder la Provincia en 2017. El diputado Eslaiman confirmó a Política del Sur que ve difícil que desguacen el gran bastión peronista que Massa necesitará en 2019.

 

En un país como la Argentina que por su extensión (2.780.400 km²) es el país hispanohablante más extenso del planeta, el segundo más grande de América Latina, cuarto en el continente Americano y octavo en el mundo, existe un territorio que merecería ser la provincia número 24 del territorio y solo es un Municipio.

La Matanza tiene una superficie de 325,71 km² y una población de 1.772.130 habitantes, esto es más que el tercer territorio argentino más poblado de la Argentina después del bonaerense y CABA (Córdoba, con un territorio de 576 km², tiene una población de 1.329.604 habitantes).

Este conglomerado de riquezas electorales ha sido hasta el momento un fuerte bastión peronista y no sólo define una elección bonaerense, claramente puede inclinar la tendencia en una elección nacional con sus siete localidades: Ramos Mejía, San Justo, Laferrere, Rafael Castillo, Tapiales, Ciudad Evita y Aldo Bonzi.

Hoy es territorio político del presidente del PJ bonaerense Fernando Espinoza y de la intendenta Verónica Magario que sostienen alambrado el territorio y que el PRO y el GEN quieren desarmar para convertirlo en cuatro distritos y así desactivar el gran dispositivo electoral del peronismo, donde Macri en 2015 en las PASO obtuvo el 35% de los votos, en la primera vuelta bajó al 23%  y en el ballotage siguió descendiendo hasta alcanzar el pozo de un 19%, aunque Cambiemos hoy preside la Nación.

En 2015 de 1.039.718 electores habilitados,  con una participación del 79% en las elecciones, el Frente para la Victoria obtuvo 332.390 votos para Intendente (un 47,55%), contra 180.277 votos de Cambiemos (25,79%) y 135.373 del Frente Renovador (    19,36%).  Por lo tanto, queda más que claro que aún en el peor momento del kirchnerismo, con todos los medios hegemónicos en contra y con el menos malo de los candidatos a presidente como Daniel Scioli, el PJ fue imbatible en esa pseudoprovincia argentina.

La propuesta del GEN, que cerró un acuerdo con Massa (para colmo de males de Macri) era dividir La Matanza, en cuatro municipios: Los Tapiales (Lomas del Mirador, La Tablada, Ciudad Evita, Aldo Bonzi y Villa Madero); Gregorio de Laferrere (Isidro Casanova, Rafael Castillo y Laferrere); Juan Manuel de Rosas (González Catán, Virrey del Pino y 20 de Junio) y La Matanza (San Justo, Ramos Mejía y Villa Luzuriaga).

Los problemas del PRO

El PRO corre serios riesgos de perder en 2017 si no suma peronistas a sus tropas que le entreguen estructura territorial, porque las elecciones intermedias en Argentina se han caracterizado por marcar el humor social contra el gobierno de turno, salvo por la elección de 2005 que demostró hasta que lugar de consenso social había llegado Néstor Kirchner.

Desde el PRO confiaron a Política del Sur que ven este escenario. Para adentro no se engañan, al menos en la provincia de Buenos Aires. En el principal distrito del país la tendrán difícil, a menos que Mauricio Macri pegue un volantazo positivo en su política económica y que la gobernadora María Eugenia Vidal resuelva la interna de la Bonaerense que quiere hacerle volar el gobierno liberando zonas para la delincuencia.

Que se entienda, el PRO llegó con esas promesas, sobre todo con el caballito de batalla de la inseguridad alimentada por la incesante repetición de imágenes crueles y testimonios anti K de víctimas de la delincuencia, pero Vidal se encontró con que la realidad no pasaba por los “chorros”, sino por la policía y la Justicia, donde están los verdaderos negociados de la inseguridad, las reales cajas de usar la delincuencia para llenarse los bolsillos de mercados negros de autopartes, narcotráfico y el exitoso comercio de jueces que liberan presos por sumas tentadoras.

Para colmo, a Vidal empieza a complicársele la cuestión de SUTEBA. Los docentes serán hiper combativos el año que viene, como lo fueron con Daniel Scioli en 2013. La policía, los judiciales y ATE no van a quedarse atrás. No será fácil el marzo de la encantadora Mariú.

Tiene que considerar además que los intendentes del PJ (llámese Grupo Esmeralda) saldrán a hacer oposición por lo que los frentes de batallas se le multiplicarán por cinco, por más obra pública que baje. Porque para los peronistas que ahora le conservan la gobernabilidad dándole la oportunidad de hacer todo lo que pueda en estos dos años, no hay 2019, sin 2017.

Por lo tanto, tanto Macri y Vidal tendrán que apelar a una nueva estrategia, como ejemplo desguazar La Matanza donde el peronismo hace pata ancha ya que en la Tercera Sección Electoral sólo tienen dos intendentes (uno que conduce, como Néstor Grindetti en Lanús y otro que cocina, como Martiniano Molina en Quilmes). Por eso apuntan a tener más municipios para ganar, aunque sus socios del Frente Renovador tienen una lectura diferente.

Ese oscuro objeto del deseo

Ese oscuro objeto del deseo es la gran historia fílmica de Buñuel en la que cuenta el amor entre el catolicismo y la sociedad burguesa representado entre un hombre y una mujer. Para el PRO La Matanza es justamente ese amor inalcanzable de una sociedad burguesa liberal que no llega a convencer a las clases más desvalorizadas de que puede representarlas.

En la charla que Política del Sur sostuvo con un importante intendente del PRO, éste dejó deslizar esa crítica al asistencialismo pejotista que le permite a las estructuras justicialistas sostener su poder y que no quieren apostar a la gestión despolitizada para no perder lo que más los representa que es la “ayuda” al pobre.

Puede discutirse, puede debatirse y se puede hacerse filosofía política sobre este concepto, se puede o no estar de acuerdo con esta lectura, pero lo cierto es que en Latinoamérica (por obra y gracia del G7) no hay mucho margen para saltar del asistencialismo sudamericano al gestionalismo nórdico, por más que Macri quiera imitar el modelo australiano.

El presidente Macri busca "cambiar la tendencia negativa de la confianza" y le ordenó a su gabinete que preare un plan para lograrlo. La solución que propone un grupo de ministros es la de implementar un programa similar al que realizó Australia. El país de Oceanía es visto por los funcionarios como un buen caso, ya que pasó de décadas de concentración en la producción primaria y dependencia extrema de las importaciones durante las décadas del '70 y del '80, a una economía competitiva, abierta e industrialmente desarrollada.

Tampoco el PRO abandonónunca el modelo asistencialista. Desde que Macri asumió como jefe de Gobierno porteño en 2008, su principal rol de gestión en las villas porteñas fue el punterismo del viejo peronismo ortodoxo de Capital (representado por Cristian Ritondo de Mataderos) y por eso el kirchnerismo nunca pudo ganar en los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy la ministra de Desarrollo Social de Nación, Carolina Stanley, no cambió en nada la política de planes sociales que encaró el kirchnerismo y así evita que el conurbano le explote por los aires ante la tremenda inflación que golpea a los más débiles. Y así como La Cámpora no pudo o no supo pelearle las villas al PRO, el PRO no puede o no sabe pelearse La Matanza al Justicialismo. Por eso la idea es partir el Municipio y romper con la hegemonía del PJ.

Se busca socio para aprobar ley urgente

Pero para que el PRO pueda desguazar la Matanza necesita al Frente Renovador y el massismo ahora no parece estar muy convencido de acompañar esta iniciativa. Durante la semana lo planteó ante la sociedad a través de los medios Sergio Massa, pero tras reuniones y cruces, el diputado provincial Julio Rubén Ledesma fue quien se encargó de comunicarlo: "La Matanza no está en condiciones de ser dividida. Primero hay que corregir los bolsones de pobreza, la falta de viviendas, hay que poner salud, porque los hospitales están abandonados, y arreglar las escuelas. Con esto no se puede andar repartiendo pobres, ricos y medios pobres para un lado y el otro".

En diálogo con  Política del Sur, el diputado provincial del mismo espacio por San Martín, Rubén Eslaiman coincidió con Ledesma: “Para dividir un Municipio tenemos que recibir un informe detallado de las factibildiades económicas, de cómo quedan los hospitales y las comisarías por ejemplo. Esta no puede ser una medida electoralista porque se tiene que saber cómo queda el PAMI, el ANSES y qué Municipio tiene agua corriente y gas natural y cuáles no. No podemos dividirla  así porque sí y además el Justicialismo no estaba representado en el proyecto y cómo no va a estar presente el partido que gobierna el Municipio”.

Acá hay dos lecturas claras para que el massismo se abra de acompañar al PRO: una es que Massa quiere al PJ en 2019 (no en 2017) y la otra tiene nombre y apellido: sí, claro, la inefable denunciadora serial Elisa Carrió. La diputada nacional junto a la parlamentaria del Mercosur, Mariana Zuvic; y la legisladora porteña Paula Oliveto se presentaron ante la Justicia Federal para pedir que sean convocados a prestar declaración indagatoria los ex Jefes de Gabinete, Alberto Ángel Fernández, Sergio Tomás Massa por “favorecer a Lázaro Baez”. Aquí nuevamente el PRO cae en el error de la adicción del monotemático lineamiento del Grupo Clarín anti K y le erosiona a Macri ganar la Provincia el año que viene. Además, Carrió ya vincula a Massa con Pérez Corradi y le tira con el famoso “narcodelta”, con lo cual, la líder de la Coalición parece jugar nuevamente en contra del Cambiemos como ya lo hizo con el ARI, su misma Coalición (que desapareció en Provincia), con el Acuerdo Cívico y Social y antes de Cambiemos con UNEN (sí, nada le dura, pero no por incapaz, sino por órdenes de `la embajada´).

Comentá la nota