Massa: romper la polarización para atraer el voto opositor

Massa: romper la polarización para atraer el voto opositor

Junto a Stolbizer, busca superar los 20 puntos para poder mostrarse como una alternativa competitiva ante los bonaerenses disconformes con el Gobierno

 

Todo se resume a esto: Sergio Massa y Margarita Stolbizer necesitan demostrar esta noche que no hay polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo y que la boleta de 1 País sigue siendo competitiva para, desde mañana mismo, salir a pedir el voto de los bonaerenses "opositores" que quieren ponerle un límite al Gobierno y que fueron detrás de la boleta de Cristina Kirchner o Florencio Randazzo. O que ni siquiera se acercaron a votar.

 

Como en 2015, el piso de esas aspiraciones pasa por conseguir el 20% de los votos de estas PASO, aunque los más optimistas se imaginan en torno a los 25 puntos.

Si se concreta, Massa y Stolbizer saldrán a decirles a los bonaerenses que ellos pueden ser una "mejor oposición" que el kirchnerismo. "Más seria, más sana, que no sólo dice lo que está mal, como Cristina, sino que tiene equipos y propuestas para enfrentar los problemas", ensayan en Tigre. "También les vamos a decir a los votantes no kirchneristas que nosotros sí podemos ganarle a Cristina, que ya lo hicimos", se envalentonaba un dirigente del GEN, como si hubiera sido parte del Frente Renovador en 2013.

Un año y medio atrás, cuando Massa y Stolbizer comenzaban a diseñar su sociedad, sus objetivos parecían más limitados en el tiempo. Para los massistas, la alianza con la líder del GEN les permitiría derrotar al kirchnerismo en 2017, para luego intentar liderar un peronismo federal en 2019.

Para la tropa del GEN, el objetivo de la alianza era recuperar los espacios legislativos no conseguidos en la fallida elección de 2015, cuando Stolbizer lideró un espacio que se circunscribió al progresismo.

Ese escenario fue mutando, principalmente, por la "reaparición" de Cristina Kirchner como contracara de Cambiemos, a partir de la degradación de índices sociales y económicos que se profundizaron en el conurbano y la decisión del Gobierno de polarizar con la ex presidenta.

En paralelo, la buena sintonía entre Massa y Stolbizer fue extendiéndose hacia la tropa: peronistas y ex radicales que en un principio se miraban de reojo. Salvo una catástrofe electoral, el espacio parece destinado a perdurar hacia 2019.

Ayer, ambos clanes mostraban tranquilidad y hasta satisfacción por no haberse alejado del libreto de propuestas durante la campaña. En particular, confiaban haber logrado impacto con la iniciativa para bajar impuestos a alimentos, remedios y tarifas.

También daban cuenta de mensajes, enviados por intendentes "ajenos", sobre la buena recepción de las boletas de 1 País y las dificultades del oficialismo en el conurbano profundo. Esta noche se sabrá.

La matemática de las bancas

Si las PASO de hoy pudieran aislarse de la pulseada por 2019, si sólo se tratara de definir bancas en el Congreso y la Legislatura bonaerense, las metas de 1 País se pueden cuantificar: Massa, Stolbizer y los aliados de otras provincias que hoy integran el interbloque Federal UNA (37 miembros), pondrán en juego 21 bancas de diputados nacionales.

Doce escaños son bonaerenses: el massismo arriesga diez bancas, más otra de la delasotista Claudia Rucci y la de Stolbizer. En octubre necesitarían obtener cerca del 33% de los votos bonaerenses sólo para mantenerlas. Esta noche se sabrá a qué distancia están de esa cifra.

Pero el massismo espera compensar los votos bonaerenses que le falten con el resto del país, donde arriesga poco. Una banca en Capital, otra en Entre Ríos, tres en Córdoba y dos en Chubut y en Neuquén. Todas de aliados.

El riesgo es mayor en la Legislatura bonaerense: 1 País pone en juego 22 de 33 escaños, el 66% de sus tenencias. Son diez diputados y ocho senadores massistas, más cuatro diputados del GEN. Si el massismo no arriesga más (obtuvo el 44% de los votos en 2013) es porque muchos de los legisladores migraron a otras fuerzas.

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