Sergio Massa tiene decidido presionar en marzo al Congreso para sancionar la paridad de género en las listas legislativas, tal como ocurrirá en la provincia a partir de una ley impuesta por sus bloques y que por lo bajo casi todo el arco político consideró muy mala, pero no se animó a confrontar públicamente. 

El tigrense intentó replicarla en la Nación y había logrado sumar el tema a la ley de reforma política, finalmente frenada en el Senado por el rechazo de los gobernadores al sistema de boleta única electrónica. 

Lejos de rendirse, ya avisó a sus espadas legislativas que en marzo se muevan para que haya una ley que exija el 50% de las listas para mujeres. Y si bien su presencia en el Congreso es acotada, debería poder hacerse escuchar, porque las dos Cámaras aprobaron proyectos de igualdad de género.

Antes que Diputados avalara en el recinto la fallida reforma política con ese tema incluido, el Senado le había enviado el suyo. En ambas Cámaras fue clave la presión de las legisladores, capaces de torcer incluso la resistencia de los referentes de Cambiemos. 

Las chances para retomar el tema son múltiples. Algunos diputados sugieren que el Senado apruebe el proyecto a excepción del artículo de la boleta, que ya han informado no avanzarán con ese tema. 

Sucede que el proyecto tenía 108 artículos para reformar el sistema electoral y los senadores podrían dejar de lado la boleta, pero aprobar todas las demás cuestiones, como la paridad.

 

Hasta ahora no pasó porque en el bloque mayoritario del Senado decidieron congelar la reforma en su totalidad, luego de hablar con los gobernadores.

La única diferencia con la cámara baja, es que garantizaba la sustitución de un legislador por alguien del mismo género. O sea, si una senadora debía dejar su banca, asumiría una mujer. En el caso de los diputados no generaría problema porque se establecía que se intercalen en las listas un hombre y una mujer.

 

Eso estaba contemplado en el proyecto de los diputados del FpV, pero al incorporarse a la reforma política se omitió y la media sanción no lo contempla.

 

Diputados podría tratar esa media sanción, pero en Cambiemos no quieren y el proyecto fue girado a sus comisiones. Como contó LPO, Cambiemos emitió un comunicado donde culparon a los senadores peronistas y aseguraron que ellos no aprobarán el cupo hasta que el Senado se expida sobre el nuevo sistema de votación.

 

No solo afectaba a diputados y senadores, sino que incluía el Parlamento del Mercosur y también a los cargos partidarios.

 

Para reactivar el tema, Massa tal vez daba volver a hacer sentir la presión de su esposa Malena Galmarini y su suegra Marcela Durrieu, quienes en la Provincia se cargaron el asunto con movilizaciones a la Legislatura, suficientes para contagiar a las legisladores de las otras bancadas e intimidar a los hombres de cualquier fuerza política. En marzo buscarían el mismo éxito en el Congreso.