El optimismo reina en el vuelo que lleva a Sergio Massa hasta esta ciudad, la primera escala de la gira norteña que encaró ayer y concluyó en Corrientes. En un jet para seis pasajeros, viaja entre cánticos, palmas y lectura de diarios, junto al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; su referente económico, Roberto Lavagna, y su candidato a la vicepresidencia, Gustavo Sáenz. En otro avión va el resto de la comitiva massista: los diputados Graciela Camaño y Adrián Pérez, y el economista Ricardo Delgado.

En el vuelo de Massa, el entusiasmo se traduce en frases alentadoras, a partir de números de encuestas, canciones de Rodrigo mezcladas con estrofas de Abel Pintos -modificadas para la campaña- y el repaso de los párrafos básicos del discurso con aire norteño que debe ofrecer en el teatro Del Huerto, de esta ciudad.

Massa no disimuló su confianza para encarar el último mes de campaña. La expresó en pleno viaje, apoyado en varios sondeos, y la confirmó en la fervorosa presentación de sus metas de gobierno en Salta. De la Sota reforzó ese optimismo, también basado en encuestas, pronósticos y la negativa de Daniel Scioli a formar parte del debate presidencial.

El candidato de UNA consideró que llegará a los 30 puntos la última semana de octubre y aseguró estar a menos de cinco de Mauricio Macri. Remarcó el optimismo De la Sota, quien subrayó que "Macri no tiene nada" y dijo: "Somos los únicos que le podemos ganar a Scioli en segunda vuelta". El cordobés fue protagonista en el viaje, con voz de liderazgo a la hora de analizar el escenario electoral. No faltaron los cuestionamientos a Scioli por evitar el debate del 4 de octubre (de lo que se informa en la página 10).

"Hablemos cortito, así agarramos el noticiero de las doce", aconseja Sáenz, preocupado por la repercusión mediática de la visita de Massa. Una vez en el teatro Del Huerto, el intendente electo de Salta pronunció un encendido discurso: "No nos van a correr inventando pactos espurios con el oficialismo ni con encuestas", exclamó.

Después de las palabras de Lavagna y De la Sota, a los que elogió calurosamente, Massa habló ante un teatro colmado, en cuya bandeja superior se destacaban militantes de la agrupación Lealtad y Soberanía, la Juventud de Gustavo Sáenz y una nutrida presencia de la Federación Nacional de Conductores de Taxis. El candidato presidencial desbordó de entusiasmo con propuestas para el norte del país, mezcladas con iniciativas nacionales.

"A cada salteño jubilado le digo que se quede tranquilo. A partir del 1° de enero regirá el 82% móvil", prometió. Y propuso invertir US$ 520 millones en "poner en pie el Belgrano Cargas y lograr que los productores del Norte bajen sus costos".

Particular énfasis puso Massa al referirse "a los argentinos tomados de rehenes por la pobreza, que tienen el único ingreso de un plan social". Aseguró que los protegerá con una ley y transformará "el plan en un camino al empleo". Criticó a "los punteros que carroñan con la necesidad de la gente, como Milagro Sala, en Jujuy". Y destacó: "Los vagos y los punteros, nunca más en los planes".

Massa criticó que "Cristina se lleva 76 de cada 100 pesos que paga el Norte en impuestos" y propuso que el reparto sea "mitad y mitad". Insistió, además, en su propuesta de ley de derribo en la lucha contra el narcotráfico.

La visita a Salta se armó de apuro. La idea de Massa era ir a Tucumán y encontrarse con José Cano, candidato a gobernador del Acuerdo para el Bicentenario (APB). Pero ayer fue feriado en Tucumán. Sáenz reaccionó rápido y propuso el viaje a su terruño. En Salta, Massa se ilusionó con contar con el senador radical y candidato a gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien finalmente no concurrió. Al llegar al aeropuerto El Aybal, el candidato presidencial le envió un mensaje a Morales para ver si llegaba.

Massa cerró bailando en el escenario y se sacó fotos. Hoy continuará la gira en Neuquén y mañana lo recibirá su socio De la Sota en Córdoba.