Massa buscará definir en los próximos días los términos de una coalición con el PJ

Massa buscará definir en los próximos días los términos de una coalición con el PJ

Mientras sigue trabado un acuerdo "de cúpula" con Alberto Fernández, sus referentes territoriales se acercan al kirchnerismo

El problema no está abajo: los dirigentes del Frente Renovador están avanzando en acuerdos con el kirchnerismo. La foto de ayer entre el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, un cristinista neto, y el massista Jorge Russo, de Lanús, lo deja en claro. El problema tampoco está en el medio: los referentes y operadores de mayor confianza de Sergio Massa esperan instrucciones para avanzar en la letra chica de los acuerdos con el PJ. Por ejemplo, cómo se definirían las listas bonaerenses.

El problema es que esas instrucciones no llegan desde arriba. De Massa. Del acuerdo que solo Massa y Alberto Fernández pueden cerrar, cara a cara, si no fuera posible -aún- un encuentro del tigrense con Cristina Kirchner. En el kirchnerismo ya deslizan gestos de hastío con los vaivenes del tigrense. No hay mejor síntoma de que están negociando.

Massa encontró en la final de la Copa de la Superliga, en la que Tigre venció a Boca, una enorme alegría personal y una excusa política. La excusa para tomarse 48 horas con su familia y para dejar correr todo tipo de versiones sobre su futuro. Por ejemplo, que sería posible un acuerdo para llevar en la boleta de gobernador bonaerense a María Eugenia Vidal.

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Eso no ocurrirá, pero Massa dejó correr las versiones. Quienes le dedican encuestas le dicen que así, mostrándose como una posibilidad tanto para el kirchnerismo como para Cambiemos, su figura gana "mercados" entre los votantes y reduce el rechazo del núcleo duro de ambas canastas. Los políticos que lo acompañan creen que se equivoca: que solo pierde credibilidad en esas aventuras.

Massa había suspendido los encuentros políticos hasta anoche, cuando iba a encontrarse con parte de su círculo directo. A la espera, también, de un estudio encargado al asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí sobre el escenario electoral. "Mañana [por hoy] empezamos a balizar el camino a recorrer", comentó Massa en su entorno, ayer.

Ese informe parece ser crucial para el tigrense. Para el grueso de su tropa no lo es. El veredicto ya lo encontraron en el congreso de Parque Norte, la semana pasada, donde se estableció que el "mandato de la sociedad" es evitar la reelección de Mauricio Macri y que dividir a la oposición es el mejor modo para traicionar ese mandato.

"Massa sabe cuál es el camino. De hecho, todo lo que surgió en el congreso estaba previsto. Se dijo lo que habíamos anticipado en todas las reuniones seccionales. Si no estamos avanzando es porque aún no se pudo cerrar un acuerdo de cúpulas", indicó una fuente cercana al tigrense.

Por abajo, las conversaciones avanzan. El encuentro entre Russo y Ferraresi es demostrativo. El presidente del club Lanús es uno de los pocos referentes territoriales de Massa que, teniendo estructura propia, rechazó ofrecimientos y se mantuvo junto al tigrense todos estos años.

 

"Apoyar una coalición"

 

Massa solo se permitió una aparición política, ayer. Fue en el ciclo de charlas que organizan estudiantes de la UCA llamado "Candidatos a las aulas" y que se transmite a través del sitio Punto Convergente.

"Los argentinos quieren una nueva mayoría y tenemos la obligación de construirla", dijo allí Massa. "Podemos apoyar una coalición de gobierno, pero nunca renunciaremos a pensar", agregó. "Mi identidad y fuerza política son irrenunciables. El Frente Renovador va a seguir existiendo siempre como el tábano que molesta", completó.

La metáfora del tábano se consolidó en el congreso de la semana pasada y gana adeptos entre los massistas. Es la idea de que seguirán siendo lo que son, "la renovación del peronismo", aun si vuelven al PJ kirchnerista.

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