Martino: “Acá hay un ejemplo de alguien que laburó y lo echaron sin razón”

Martino: “Acá hay un ejemplo de alguien que laburó y lo echaron sin razón”

“No somos ñoquis, somos trabajadores”, fue el lema que convocó ayer en el Gorki Grana a vecinos de Morón para marchar contra los despidos masivos que ejecuta la gestión de Ramiro Tagliaferro. Entre los carteles, gritos de reclamo y caras tristes, estaba Juan Pablo Martino, el multicampeón de softbol que representó a Morón en todo el país y fue echado de su cargo en los últimos días por el gobierno municipal

“Estoy hace 16 años en el Municipio, pero empecé hace mucho más en la escuela N°7. Con el profesor José de masculinos nos empezamos a juntar en el Gorki porque había un espacio. Era la época de Juan Carlos Rousselot, nos echaban del lugar y nos escondíamos para entrenar, así empezamos a ganarnos el lugar”, comenzó contando Juampi Martino a El diario y continuó: “En diciembre de 1999, con la llegada de Martín Sabbatella, el entonces director de deportes nos hizo formar parte del Municipio. Desde ese entonces hasta el 29 de enero de este año, cuando me despidieron, entrené a los diferentes equipos”.

¿Cuál fue la excusa del despido?

- Me dijeron que 'la orden venía de arriba' y que si quería alguna respuesta más tenía que ir a Recursos Humanos, nada más que eso. Justifiqué mi laburo, conté que siempre trabajé de más, que además de cumplir mis horas siempre hice cosas con las chicas. El Municipio siempre nos ayudó pero nosotros teníamos más objetivos, entonces hacíamos bingos, bailes o vendíamos cosas para juntar plata y colaborar con el apoyo que recibíamos. Yo me ponía al frente, las chicas y chicos me acompañaban. Somos una mini familia que laburó y que no se cerró. Se le enseñaba a jugar a gente desde cero.

Otro despido sin justificación…

- Existen los despidos por ideología, no tengo una respuesta que no sea ideológica. Trabajé, hice las cosas bien, por lo único que me pueden echar es porque yo pienso distinto a ellos. No hay una razón. Pero yo puedo caminar tranquilo con la frente en alto, eso para mí es lo importante, conseguiré laburo de alguna manera, la injusticia duele. Me imaginaba que podía pasar, por todos los despidos que se generaron, pero cuando me echaron fue mucha angustia, fue volver a mi casa con mi hija que tiene cinco años, mi esposa que está de seis meses de embarazo, todo muy triste. Acá hay un ejemplo de alguien que laburó y lo echaron sin razón, esto pasa hoy en el Municipio, para que los vecinos se enteren, es algo que me pasa a mi. Si me hubieran dejado trabajar, se hubiesen dado cuenta que yo trabajaba bien.

¿Cómo pensás que va a seguir esto?

- Yo sé que no me van a volver a tomar, pero ojalá que venga un entrenador que sea un buen tipo y que la pueda llevar adelante, de todo corazón, lo que quisiera es eso, no quisiera que quede en la nada ni que se destruya lo que se construyó, ni que venga alguien que no haga las cosas como las tiene que hacer. A partir de hoy seré el que viene a sentarse afuera a ver los partidos y a acompañar. Voy a ser el primero que esté acá acompañando, lo que más quiero es que el softbol de Morón siga porque es lo que se merece.

16 años entrenando a un equipo: toda una vida de anécdotas

“A través de los años les transmití mis valores. Además hay muchas que dieron todo por este deporte, venían de trabajar de capital, se cambiaban y hasta maquilladas se ponían a entrenar aunque haga frío o calor. Estoy eternamente agradecido más que nada al grupo grande porque es con el que más avanzamos y tenemos mil anécdotas. 16 años tengo a mi familia y algunos amigos, con nadie me conozco más”, contó Martino durante la entrevista y añadió: “Es un proyecto colectivo, es más de cumplir la hora e irme a mi casa, viajábamos mucho, es un proyecto que fue creciendo junto con nosotros, de ahí el tema de las chicas que fueron a la selección. Éramos un equipo que entrenaba mucho, nos la pasábamos entrenando y eso permitió que muchas chicas lleguen a la selección, muchas chicas que vivían quizás en Merlo y terminaron jugando el Holanda, Italia, Estados Unidos, llegando a la élite del Softbol”.

En cuanto a él, es uno de los mejores directores técnicos de softbol del país. “Entrené a la selección. A los entrenadores se los elige por los logros obtenidos y como nosotros desde el 2008 hasta el 2014 tuvimos unos seis años de primer nivel, logro consolidarme en la selección mayor y en la juvenil. Laburaba acá y también en el CENARD, estuve en la selección como asistente y como entrenador”, puntualizó.

El equipo ganó tres veces el Campeonato Nacional de Clubes, un torneo al que van todos los conjuntos de Argentina, entre 25 y 30 equipos. “Para un deporte femenino es un número bárbaro. Ahí llegamos a salir tres veces campeones, hay sólo dos equipos en el país que lo lograron. En otras oportunidades también salimos segundos. Tenemos un reconocimiento a nivel nacional por la trayectoria, por ser un equipo que rompió un molde. Hubo títulos nacionales pero también hubo un reconocimiento porque había algunos equipos que venían con años de softbol y nosotros fuimos un equipo que crecimos juntos, yo aprendí a entrenar y las chicas a jugar y de la nada logramos esto.Todos los equipos fueron viendo cómo Morón que perdía 20 a 0 empezó a ganar y después empezó a salir campeón. Y el softbol vio eso en nosotros”.

“Hubo un momento de la selección argentina que había varias jugadoras de Morón, que la capitana era una jugadora nuestra. Entrené desde nenes de cinco años hasta gente grande. Tengo mucho amor por el deporte y por el Gorki, lo defendí siempre, porque lo vi cuando en el 98 no era nada y hoy veo todo lo que es, lo que antes era un tinglado espantoso hoy es el Microestadio, la cancha no tenía alambre nosotros jugábamos en tierra y hoy tiene polvo de ladrillo, alambre, luces. Fue una construcción colectiva con el Municipio, que estuvo al lado nuestro y nos acompañó en todo esto”, contó emocionado el entrenador.

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