El massismo se impuso a Hugo Curto por trece puntos de diferencia en las Primarias. La fiscalización fue fundamental para garantizar el triunfo contundente. El fracaso de una campaña sucia fuera de época, como la gestión del intendente local.
Hugo Curto, el último de los barones del Conurbano promete dar pelea hasta el final de su mandato en 2015, pero ha quedado notablemente debilitado y rezagado respecto de la agenda pública que trabajan intendentes vecinos como Katopodis en San Martín y Lucas Ghi en Morón.
Tan viejo y detenido en el tiempo es su modo de gobernar, que sus colaboradores y estrategas no le van en zaga a la hora de realizar una campaña difamatoria contra Martín Jofré, el candidato de Sergio Massa en el municipio.
El flamante candidato a concejal massista lleva invertido mucho dinero en la instalación de su figura y, como tantos otros a lo largo de la geografía bonaerense, supo capitalizar “la ola Sergio Massa”.
Sin embargo, no hay que quitarle mérito a la hora de haber sabido fiscalizar una elección en territorio hostil. Así pudo ganar por trece puntos de diferencia a la esposa del mandamás tresfebrense, Marta Burgos.
Jofré consolidó un gran grupo de trabajo durante la campaña de las PASO, que viene trabajando junto a él hace muchos años. Al éste se integraron luego de manera positiva Diego Achilli, Susana Berisso, Dora Aguilera y Jimena Bondaruk, entre otros. Tampoco se dejó ganar la calle en la recta final de la elección, algo que en los pagos de Curto es verdaderamente problemático.
La maquinaria económica del aparato curtista suele ser muy difícil de enfrentar, pero esta vez, no pudieron contra las ganas de cambio del electorado encarnada en Sergio Massa.
EL BOOMERANG DE LA CAMPAÑA SUCIA
Hace unas semanas que varias mujeres aprovechan cada oportunidad a su alcance para comentarme acerca de su fascinación y enganche por la serie televisiva “Farsantes”. Siento que al verme, algo tienen para decirme.
Parte del éxito de la tira de Polka en canal 13 radica en la historia gay que, a escondidas, tienen los personajes de Benjamín Vicuña y Julio Chavez.
Lejos de la homofobia ochentosa que pude sentir yo de joven, una historia en 2013, no sólo provoca curiosidad, si no también amplias adhesiones y hasta pasiones inconfesables entre las mujeres.
La descripción viene a cuenta porque afortunadamente los tiempos han cambiado y el curtismo parece que no tomó nota…
Martín Jofré fue víctima de una terrible campaña de difamación. Quisieron vincular su imagen a la prostitución, a las drogas y el narcotráfico. El día de la elección las escuelas amanecieron llenas de volantes que hablaban mal del candidato. El futuro concejal había reconocido en su momento que hace muchos años había sido stripper y nada más.
A través de una amplia cadena de mails y panfletos callejeros, intentaron amedrentarlo para vencerlo psicológicamente y quitarle posibilidades para la contienda dominguera.
Mientras gran parte de la sociedad, lejos de condenar su pasado, ven el caso como curioso y hasta pintoresco; los políticos oficialistas, le siguen errando al “viscachazo”. Son ellos quienes deben dar muchas explicaciones a los vecinos de Tres de Febrero, mucho más importantes que la banalidad de un baile en un caño. Usted señor lector sabrá completar los puntos suspensivos…, son todas esas preguntas que desde hace 22 años siguen sin responderse y que nos hacemos todos…
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