El fin de semana fue crucial para María Eugenia Vidal. Se había propuesto tener el termómetro de la calle, luego de la denuncia por aportantes truchos a la campaña de Cambiemos. Por eso pujó fuerte -y se impuso a la voluntad del peñista Federico Morales- para que se realizara el timbreo. Y el feedback superó sus expectativas. “Fue una prueba de fuego. No me preguntó nadie por el tema”, confió en privado, tras su paso por la localidad de Magdalena.

El segundo indicio positivo lo recibió el domingo a la noche, cuando fue con sus hijos al cine Showcase de Haedo, y tras ver “Jurassic World: el reino caído” sólo recibió pedidos de fotos y comentarios de apoyo. "Todavía no me reclamaron en ningún lado", resaltó. El combo de buenas noticias lo completaron las encuestas que encargó especialmente la gobernación -y guarda bajo siete llaves. junto al jefe de Gabinete Federico Salvai y el ministro de Asuntos Públicos Federico Suárez- y muestran que su imagen no varió en relación al mes pasado, cuando todavía no se había revelado la investigación que dio cuenta que centenares de personas que figuran como donantes de fondos niegan haberlo hecho.

La gobernadora María Eugenia Vidal. Foto: Nievas

“Yo le pongo nombre y apellido a todo esto: es una campaña del kirchnerismo para instalar con mentiras que somos corruptos con el objetivo de legitimar su corrupción”, analizó, con bronca, ante un colaborador. Aunque, de todos modos, admitió “errores propios” y prometió “ir a la Justicia con todas las pruebas”, en caso de que la auditoría que mandó a realizar a su equipo le muestre indicios claros de irregularidades. Vidal mantiene, al menos por el momento, una confianza plena en sus principales espadas. Y dice no planear más cambios tras pedirle la renuncia preventiva a Fernanda Inza, por su manejo de los fondos de campaña, apenas días después de haberla designado a cargo de la Contaduría General de la Provincia.

Pero el tema acaso le haya dejado una enseñanza a Vidal, que en los próximos meses se focalizará en su gestión y apuntará a “provincializar” sus apariciones, luego de meses de abocarse a la agenda nacional a partir de la fragilidad de la economía. “La idea es que deje de hablar de inflación y del ajuste, que por otro lado no dependen directamente de ella. Esto no quiere decir que le va a esquivar a defender al Presidente, ni que va a especular, sino que se va a enfocar especialmente en lo que puede resolver, en lo que se siente más cómoda y, por otra parte, para lo que la votó la gente: continuar la pelea contra (Roberto) Baradel, las mafias como la del Astillero Río Santiago, en mantener las obras para la provincia y reforzar la seguridad y la educación”, dijeron.

Esta estrategia se basa en dos aspectos. Primero, en la convicción de la gobernadora de que se vivirán tiempos difíciles en materia social en la Provincia, con un crecimiento de la pobreza a partir del rebrote de la inflación, que entiende se verá reflejada en los índices del INDEC y de los observadores privados. “No vemos ninguna situación de desborde. Pero vamos a trabajar muy fuerte para que se sienta lo menos posible, reasignando partidas presupuestarias para reforzar la ayuda alimentaria, como ya lo hemos hecho”, adelantaron cerca suyo.

Por otro lado, la decisión de Vidal está apoyada en algunos números que resaltaron en la provincia, entre tantas encuestas. Lejos de caer, hubo dos ítems que, a pesar del affaire de aportantes truchos, esbozaron una mejoría en relación a junio: “Creció 3 puntos cuando se consulta si está resolviendo los problemas de la Provincia y otros 2 puntos el porcentaje de quienes creen que está gestionando mejor de lo que esperaba de ella”, resaltan en la Casa de la Provincia, a metros del Congreso de la Nación.

De acá a diciembre, la gobernadora completará visitas a los 135 municipios de la provincia, en lo que será un anticipo de sus movimientos de la campaña en la que buscará la reelección. “El año próximo va a tener que dosificar y sólo irá a los distritos más grandes o a los que haya necesidades puntuales”, indicaron. A propósito de eso, la gobernadora trazó como prioridad -y pidió redoblar los esfuerzos a su ministro de Salud Andrés Scarsi- llegar con el SAME a todos los municipios.