María Eugenia Vidal les pide a sus ministros que pongan la cara y arma una nueva mesa de comunicación

María Eugenia Vidal les pide a sus ministros que pongan la cara y arma una nueva mesa de comunicación

Quiere que den cuatro entrevistas semanales y que expliquen lo que está pasando. 

 

María Eugenia Vidal fue clave, junto a Horacio Rodríguez Larreta, para que Mauricio Macri se convenciera de hacer cambios en su Gabinete y reclamó una estrategia más proactiva en la comunicación de la Casa Rosada. Pero no se quedó ahí. Puertas adentro de su gobierno advirtió que la delicada situación económica y social requiere una mayor presencia de su gestión, en el territorio y también en los medios, y se impuso nuevas metas propias y un nuevo esquema de trabajo para sus ministros, a los que ahora exige un “objetivo mínimo” de apariciones semanalescon entrevistas en prensa gráfica, radio y televisión.

En sus casi tres años de mandato, Vidal ocupó casi en soledad la centralidad de su gestión. La tesis de la leona y la manada, además de un buen recurso para graficar la lucha contra las mafias y darle presencia como “candidata” -sin serlo- en la campaña 2017, también aludía a la fisonomía de su equipo, en el que no sobresale ninguna figura. El perfil bajo de sus colaboradores fue, hasta aquí, un activo para la gobernadora. En efecto, salvo contadas excepciones, ninguno quedó envuelto en polémicas. Pero, entienden en la gobernación, ahora el escenario es diferente. “La ventaja es que puedo salir a la calle y no me reconoce nadie. La contra es que María Eugenia parece que estuviera sola”, admite un ministro que hizo propio el pedido de Vidal.

Si bien en la Provincia niegan que se trate de un cambio de estrategia (“Es reforzar lo que veníamos haciendo”, relativizan), la gobernadora tomó la decisión de exigirles mayor presencia mediática ante la recomendación -y los estudios focales- del sociólogo español Roberto Zapata, socio de Jaime Durán Barba; y tras analizar un relevamiento que le encomendó a su secretario de Medios Mariano Mohadeb, en el queadvirtió una disparidad contundente en la cantidad de apariciones en los medios de sus funcionarios. Sólo el ministro de Seguridad Cristian Ritondo y, en menor medida, Gustavo Ferrari (Justicia) lograban resultados acordes al objetivo que trazó. 

El “objetivo de mínima”, según consta en el “Plan Jefes de Prensa de Ministerios”, contempla que los funcionarios hagan al menos 4 notas por semana y 2 contactos off the record con periodistas, para explicar lo que se está haciendo; y que escriban una columna de opinión en medios gráficos y dos entrevistas de TV por mes. ¿Cómo lo medirá? Por primera vez, la comunicación estará incluida en el tablero de control de gestión que maneja el subsecretario de Evaluación Emmanuel Ferrario, mano derecha del jefe de Gabinete Federico Salvai. 

Todo esto, se suma a las reuniones de Gabinete cada 15 días que traza en el Interior de la provincia, que incluyen recorridas posteriores por los municipios aledaños.

“En este momento tan complejo para la gente no se puede estar ausente o disociado de lo que sucede en la calle”, razona uno de los estrategas provinciales. Por eso, Vidal se esfuerza por no hablar del 2019.

Otros dos que van a trabajar duro en esta nueva etapa son el secretario general de la gobernación Fabián Perechodnik, a quien Vidal le confía misiones especiales, pero que ahora deberá subir su perfil; y el ministro de Gobierno Joaquín de la Torre, cuestionado internamente por su casi nulo contacto con la prensa.

Al mismo tiempo, los voceros deberán esforzarse un poco más. En otra parte del documento, al que accedió Clarín, se solicita que de cada área se envíen “tres propuestas de temas positivos detallando los municipios beneficiados” para que la nueva mesa de comunicación estratégica defina cómo abordar cada tema.

En esa mesa, coordinada por Salvai, se sientan, además de Mohadeb, el ministro de Asuntos Públicos, Federico Suárez; el encargado de decodificar y bajar al llano la estrategia de Zapata; el gerente de comunicación del Banco Provincia Hernán Stella; el publicista favorito de Vidal, Juan Manuel “Papón” Ricciarelli, CEO de la agencia “Don”; y Lautaro García Batallán, hombre de confianza de Ritondo. También se suma el equipo de redes sociales que sugirió que los funcionarios hagan stories en Instagram cuando hacen una recorrida.

En definitiva, se trata de una mesa heterogénea en la que no faltan tensiones, como la de Suárez con Ricciarelli, pero que hasta el momento Salvai supo conducir con habilidad. “Acá no venimos para ser amigos sino para poner cada uno lo mejor y que a María Eugenia le vaya bien. El que no lo entiende así, se equivoca”, replica uno de ellos. En ese sentido, el estilo de Vidal es similar al de Macri: no se incomoda con las diferencias entre sus filas. Siempre, claro, que el resultado sea exitoso.

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