Marea alta de precandidatos en La Costa

Tuvo la PASO más numerosa en 2017 y amaga con repetirse en 2019. Los anotados. Cortocircuitos insalvables y negociaciones a la vista. El socio más resistido y el desafío de la encuesta ordenadora.

Más que un síntoma, el convulsionado panorama que registra Cambiemos en el partido de La Costa es un símbolo de la turbulencia interna que atraviesa la alianza en los principales distritos de la Quinta sección electoral bonaerense. Mientras que en Mar del Plata Vidal busca reemplazo para un intendente propio y en Tandil se agudizan los cortocircuitos dentro del radicalismo gobernante, en La Costa las disputas vienen de larga data, con el aditivo de no estar al frente de la gestión municipal.

En 2017, con cuatro listas en disputa, este distrito fue escenario de la interna más frondosa de la provincia y, si no se ajustan tuercas, camina a repetir la historia en las próximas PASO, aunque podría haber cambios en cuanto a los actores.

El resultado de la batalla interna hace dos años lejos está de ser un dato ordenador de cara a los comicios venideros. El ganador de aquella PASO fue Marcos “Cotoco” García, dirigente del Partido FE (con variopinto currículum político) que cosechó numerosas enemistades internas, al punto de competir en las generales sin el respaldo del PRO y sectores del radicalismo local.

Durante la convivencia de García con sus socios hubo acusaciones de insultos a compañeras de bloque, pases de factura por dardos a Macri y Vidal y -tal vez lo más resonante a escala nacional- la acusación de María Eva Venegas, hija del difunto líder del Partido FE Gerónimo “Momo” Venegas, de haberse quedado con dinero del padre.

Con esas pesadas cucardas a cuestas, Cotoco cayó en las generales a manos del oficialismo local y, al año siguiente, renunció a su banca envuelto en un escándalo en el que un médico del hospital local lo acusó de hacer política con la muerte de una paciente en ese centro de salud.

Bajo tal cuadro de situación, García fue borrado del listado de posibles postulantes que en La Plata se maneja para Cambiemos en La Costa este año. De todas formas, siguen existiendo allí cuatro nombres: los tres que compitieron en agosto de 2017 frente al hombre del Partido FE (el ex intendente Guillermo Magadán, por el radicalismo; la concejala María Celia “Mery” Fino, por el PRO; y Rosana Blanco, por la Coalición Cívica) y se agrega la actual senadora bonaerense por la Quinta Flavia Delmonte.

Pero ese bosquejo hecho en La Plata omite otros nombres de dirigentes que piden pista. Dos de ellos también provienen del radicalismo: uno es Daniel López, actual conductor del comité local, el otro es el ex concejal Leandro Alonso. También están los que añaden en ese lote a Irma Mendoza, integrante de la Coalición Cívica y actual jefa de PAMI en Santa Teresita.

EL SOCIO RESISTIDO. De ese frondoso árbol de precandidatos, algunos dirigentes consultados por Letra P hacen una poda de nombres, sea por un mero análisis de las estructuras y padrinazgos o por negociaciones que se dirigen a buen puerto. Allí surgen matices. Pero en lo que todos coinciden es en que podría sumarse a esa competencia quien fuera el socio más resistido de los últimos años: Cotoco García.

Según consignaron a este medio diversas fuentes, el último candidato de la alianza en La Costa podría pegar el volantazo de retorno a un espacio del que, al final de cuentas, nunca se terminó de ir. “Alguien lo empuja de adentro para jugar por Cambiemos”, confió una voz para dar cuenta de sucesivas reuniones de García con un alto dirigente del vidalismo legislativo con el cual no cortó lazos, dato que fue ratificado en otros rincones de la interna.

Aunque a finales del año pasado reapareció en escena desempolvando su agrupación vecinal “A toda costa”, los cuatro concejales que responden a él  (Germán Jardón, Evangelina Cordone, Juan Ojeda y Juan Carlos Domingo) mantuvieron el sello de Cambiemos en su bloque, el más nutrido de las tres bancadas en las que se dividen ediles integrantes del esquema societario cambiemista –todo un retrato del fragmentado escenario interno.

"Es posible un retorno de Cotoco. Sus concejales bajaron el nivel de cuestionamientos hacia Vidal. Antes eran muy críticos”, advirtió un dirigente local de Cambiemos que recordó las municiones que los ediles cotoquistas lanzaron el año pasado hacia la Provincia y la Nación:

En efecto, el año pasado el bloque Cambiemos en La Costa presentó proyectos de calibre crítico hacia la cúpula, como aquel que rechazó el  posteriormente abortado tarifazo retroactivo dictado por la Secretaría de Energía de la Nación. En el orden provincial, participaron activamente de marchas en rechazo a la decisión de Vidal de cerrar el casino de Mar del Tuyú, a la vez que cuestionaron reuniones de funcionarios vidalistas con el intendente peronista Juan Pablo DeJesús.

Pero los tiempos cambiaron y la versatilidad del ex massista, ex momista y actual vecinalista asoma con estrechar vínculos nuevamente con el ala amarilla bonaerense, no así con la local que poco y nada quiere saber con su retorno. Ya en 2017, Mery Fino salió públicamente a decir que no iba a jugar para el candidato local de Cambiemos, tras perder la interna con Cotoco. En 2019, la situación no cambió. “Si hace falta, lo va a repetir”, aseguran cerca de la concejal del bloque PRO-Cambiemos para enfatizar que no hay diálogo entre ambos y que las diferencias políticas son insalvables.

Oriunda del radicalismo, Fino es pionera del PRO en La Costa, credencial que en las esferas superiores –atentas a dotar del mayor purismo amarillo los esquemas locales de la alianza- es valorada a la hora de pensar en candidaturas. Pero en una elección donde la tracción de votos de abajo hacia arriba se hace imperiosa para Cambiemos, descartar socios –aunque sean incómodos- no está dentro de los planes, menos aún si se trata del dirigente que más votos sacó en la última interna. Más allá de eso, algunos de los posibles contrincantes desestiman el actual poder de fuego de Cotoco: “No tiene ni la mitad de los votos que tenía, se le fue mucha gente”, aseguran, a la vez que le endilgan negociaciones con dirigentes que impulsan la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. Otros dan señales de tregua: “Si apuntamos a ganar la general, quizá sea mejor que participe en las PASO, para fortalecerte de cara a la general”, aseguran.

Sea como fuere, en la interna cambiemista de La Costa comenzó a circular un planteo con aroma a desafío. La idea sería que cada uno de los dirigentes con aspiraciones a la intendencia se anote en la contratación de una encuestadora para que realice un sondeo en las próximas semanas: “De lo que salga, poner un solo candidato, el que mida más y el resto que acompañe”. Pero hay quienes se resisten a aceptar ese convite y asocian su impulso con el sector de García.

MAR REVUELTO. Mientras tanto, algunos de los dirigentes posicionados como candidateables se muestran en actividades conjuntas como gestos de posibles confluencias futuras con vistas a limar la lista de aspirantes. Al momento, los canales de diálogo se mantienen abiertos entre el PRO referenciado por Fino, la Coalición Cívica y los radicales López y Alonso. Dentro mismo de la UCR, comienzan a aceitarse las ruedas de encuentros en busca de unificar posiciones para presentar un solo candidato.

Aunque deslizaron que el ex intendente Magadán “no participó últimamente de las reuniones”, destacan que “hay buen trato”. Al ser el único apellido que interrumpió durante dos periodos el predominio de los De Jesús en el distrito desde 1983, Magadán siempre es uno de los anotados.

Sin embargo, sus últimas experiencias electorales no lo posicionan como una figura en alza. En 2017, quedó once puntos por debajo de García en la interna de Cambiemos, mientras que en la interna radical de 2018 apoyó junto a Delmonte la candidatura para el Comité local de Marina Michelis, quien cayó –en lo que para muchos fue una sorpresa- contra la lista integrada mayoritariamente por la juventud del partido y que encabezó Daniel López.  

Tras esa derrota, en la interna consideraron que Magadán “se guardó”. Pero no por mucho tiempo. “Reapareció en la inauguración del nuevo hospital” deslizaron para marcar que, a pesar de que en lo formal esa participación fue en calidad de ex intendente, “cuando se empieza a mostrar algo quiere”.

Por lo pronto, hay otros radicales que exhiben con mayor nitidez sus pretensiones. Un caso concreto es el de Flavia Delmonte. La ex concejal y actual senadora bonaerense corre con el respaldo de su referente seccional, el jefe del bloque Cambiemos en la Cámara baja provincial, Maximiliano Abad.

En el Concejo Deliberante costero, responde a Delmonte el bloque “Radicales en Cambiemos” integrado por Monserrat Sasian y Héctor Malde, éste último quien reemplazó a Cotoco García tras su pedido de licencia del deliberativo.

Voces correligionarias en el orden local observan que Delmonte no está articulando con los demás sectores de la vida interna del partido y que la construcción de su candidatura la focaliza más en el ámbito seccional y provincial que en el costero, algo que despierta resquemores. “No articula con todo el resto”, afirman para mencionar que la senadora no participa de los mítines radicales tendientes a acercar posiciones y consensuar un postulante boina blanca.

“Le quedan dos años de senadora todavía. No tiene sentido desperdiciar un asiento en el Senado para La Costa, cuando tanto le cuesta al distrito poder conseguir uno”, se quejaron.

Para alimentar esa visión en torno a su proceder, el último fin de semana Delmonte publicó en las redes sociales una foto en la que se la observa flanqueada por Abad y el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, con un mensaje con aroma a lanzamiento: “Acompañada por dos grandes dirigentes de la UCR bonaerense. Con más fuerza que nunca para encarar nuevos desafíos”. En tanto, semanas atrás participó del denominado “Foro del Cambio 2019” que reunió a la gobernadora María Eugenia Vidal con los posibles candidatos de Cambiemos en los distritos donde gobierna el peronismo.

Por su parte, el actual presidente de la UCR local, Daniel López, también da señales de cara a la interna. Tras dar el batacazo el año pasado con la agrupación Participación Radical –con una fuerte impronta joven- al vencer a la candidata del oficialismo partidario, López viene realizando junto a su armado un creciente trabajo territorial y hay quienes lo ven con ganas de dar pelea en el marco de las PASO.

Otro radical anotado Leandro Alonso. Con pasado en la conducción del comité de La Costa, el también ex concejal ya puso de manifiesto sus aspiraciones a la intendencia. Colaborando actualmente con las gestiones radicales de Lavalle y Madariaga –donde dejó recientemente la secretaría Legal pero se mantiene en Defensa del Consumidor-, Alonso es un dirigente con activa participación local y seccional.

En ese orden, mantiene un aceitado vínculo con el diputado nacional y vice del Comité Provincia, el tandilense Carlos Fernández, aunque el lazo más cercano lo posee con los referentes del ala crítica del radicalismo: Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella. Pese a que el año pasado apostó por la lista que perdió la interna de la UCR costera, en la actualidad sostiene un canal de diálogo con la conducción partidaria encabezada por López y es parte del proceso de encuentros de dirigentes boina blanca.

Alonso fue precandidato a intendente en 2015 (cayó en las Primarias ante García) y en 2017 decidió no participar ante la gran cantidad de postulantes que presentaba la interna cambiemista.

EL PELIGRO DE REPETIR. En efecto, una de las principales preocupaciones en la interna de Cambiemos en La Costa es repetir la frondosa disputa de cuatro precandidatos que se dio en 2017, una experiencia amarga para la alianzateniendo en cuenta los trapitos al sol que se sacaron post PASO y la consecuente derrota en la general.

La posibilidad latente de reeditar ese paisaje electoral es materia de inquietud: “Tener cuatro listas es darle de nuevo la intendencia a (Juan Pablo) De Jesús, es un desgaste muy grande”, remarcó una voz que se mantiene en la disputa pero que muestra disposición a realizar concesiones.

Otro dirigente coincidió: “Si vamos a una primaria con más de dos listas, es casi regalar la elección general. Si ya por un lado tenemos que Flavia (Delmonte) quiere ir sí o sí a la Primaria y tenemos la posibilidad que reaparezca Marcos (García), si todo el resto va dividido, gane quien gane ya sale con un caudal tan bajo hacia la general que después se hace muy difícil remontarla”.

En Cambiemos no desconocen que el oficialismo local conserva la adhesión de una porción considerable del electorado costero y que mostrar fragmentación en la oposición complica sus posibilidades. “Hasta una Primaria de dos listas puede ser competitiva y ayudar, pero más precandidatos, lo que genera es una división muy grande”, analizó uno de los anotados.

Por lo pronto, se afirmó que el armado bonaerense, con mayor capacidad ordenadora, no se ha expedido sobre el panorama interno en La Costa. Con el antecedente de 2017, la necesidad de que no queden heridos por una lapicera sintetizadora y que son factibles internas de Cambiemos en los distritos más populosos de la Quinta, no son pocos los que vaticinan otra PASO con marea alta de precandidatos de la alianza sobre la arena costera.

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