San Marcos

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Las elecciones no se desdoblarán en la Provincia, y en el PJ le agradecen al principal opositor que tenía la medida dentro de Cambiemos. El ala política del oficialismo ve, en cambio, que Marcos Peña metió la cola de nuevo gracias al poder que le da Macri.

Era uno de los movimientos más osados y brillantes producidos en las usinas de la política de la provincia de Buenos Aires; a tal punto que cada vez entusiasmaba y convencía más a los propios al tiempo que alteraba sobremanera los nervios del disgregado peronismo. Sin embargo, en la Gobernación, siempre supieron que no era de ellos la última palabra, y ni siquiera la tenía Mauricio Macri.

La ilusión de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, para asegurar el triunfo de María Eugenia Vidal, sumar distritos amarillos en el mapa y envalentonar la reelección del Presidente con una victoria contundente en la Provincia, tuvo desde el inicio la negativa del jefe de Gabinete de Nación, Marcos Peña. Y también encontró reparos en Jaime Durán Barba. Desde el mismo momento en que surgió la idea, el objetivo fue convencer al dúo de las bondades de la división de los comicios, pero no hubo caso. 

Paradójico: mientras los funcionarios provinciales y los intendentes de Cambiemos rogaban que en Casa Rosada entendieran las razones de la estrategia, que no era para perjudicar al Presidente sino para ayudarlo, en vastos sectores del peronismo (no en todos) prendían velas al cielo para que, finalmente, el desdoblamiento no se concretara. “Nos hacen mierda”, coincidieron en varias oportunidades alcaldes peronistas consultados por La Tecla. Tras la confirmación de que no habrá división respiran aliviados, porque “la imagen de Vidal pegada a la de Macri en la boleta, no es lo mismo que si fuera ella sola”.

Muchos se preguntan por qué la mandataria adelantó tanto el anuncio, a tal punto de dejar descolocada y casi en ridículo a la comisión bicameral que estudiaba el tema. En rigor, Vidal supo que el movimiento no tendría posibilidades de continuar en el almuerzo que mantuvo con Macri el viernes 25 de enero. Cuando hablaron del posible desdoblamiento, el Presidente desligó la decisión. “Hablalo con Marcos, Jaime y Horacio (Rodríguez Larreta)”, se desentendió el primer mantatario.

El martes 29, antes del encuentro gastronómico con Peña, Durán Barba y el jefe 

de Gobierno porteño, Vidal se reunió con Federico Salvai. Allí le anticipó a su jefe de Gabinete que ambos irían a la reunión con la decisión ya tomada de dejar las cosas como estaban y mantener los comicios provinciales junto con los nacionales. Era mejor tomar la iniciativa, aunque fuera leída como un revés, a tener que someterse a una derrota más contundente con la bajada de pulgar por parte de Nación.

La Gobernadora usó esa estrategia para contrarrestar la de Peña. El jefe de Gabinete recurre a menudo a la procrastinación (hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes) para estirar las decisiones. Arma reuniones en las que no se decide nada, y con ello dilata los tiempos hasta que considera oportuno hacer pesar y prevalecer su pensamiento. Todos en Cambiemos lo saben, Vidal no quiso correr el riesgo y resignó el trabajo fino que su equipo hacía cada vez con más ahínco y convencimiento.

En el almuerzo, Peña blanqueó que no estaba de acuerdo con el desdoblamiento, y aunque señaló que era bueno haber abierto la discusión y deslizó un “haremos lo que ustedes decidan”, ya tenía el compromiso de la Gobernadora de que irían todos juntos en la elección. También de Horacio Rodríguez Larreta, que lo confirmó un día más tarde que las autoridades bonaerenses. “La jugada era buena, pero tenían que estar todos convencidos”, se resignó ante La Tecla un funcionario provincial.

“Vidal, nunca se salió de la regla, no iba a ser ahora la excepción”, dijo uno de los ministros del área técnica. Esta excusa, como la de no querer llevar a los ciudadanos a una sucesión de elecciones y ahorrar dinero, fue el camino discursivo que eligieron los laderos de Vidal para maquillar la bronca por el corto vuelo que tuvo la idea del desdoblamiento. 

Pero donde más se siente el impacto es en las intendencias. Por un lado, los jefes comunales oficialistas del Conurbano están ahora seriamente preocupados. En el Gran Buenos Aires es donde Cristina Fernández tiene su mayor caudal de adhesiones, y el efecto arrastre puede ser catastrófico para los alcaldes amarillos.

En cambio, en el peronismo, los intendentes celebran la decisión de no dividir las elecciones; aunque algunos, pillos, tampoco estaban tan en desacuerdo con el desdoblamiento, que les evitaba ir pegados a Cristina, de quien reniegan pero no podrán desprenderse en caso de que decida jugar por la Presidencia. Además, la temprana confirmación de que las primarias serán en agosto y las generales en octubre da al panperonismo la posibilidad de seguir en búsqueda de la unidad.

Parece que los cielos de la política escucharon más los ruegos de la oposición que los del oficialismo provincial. Y San Marcos hizo lo suyo. Si le sale bien, en Cambiemos lo canonizarán. Por el contrario, si le sale mal, caerá en el infierno de una derrota que le achacarán sin dudarlo. 

Los intendentes del peronismo

En el kirchnerismo y en el peronismo orgánico, el “no” al desdoblamiento renovó la confianza. Varios jefes comunales de PJ reconocen que la posibilidad de dividir las elecciones era una “jugada fuerte” por parte de Cambiemos. “Pero eso ya es historia”, se entusiasmó un alcalde de la Primera sección consultado por La Tecla.

Los jefes comunales ponen en la balanza que la imagen de Vidal atada a la de Mau-ricio Macri “no es la misma” que si se avanzaba en un desdoblamiento. 

“La imagen de Macri arrastra a la de Vidal”, indicó, entusiasmado, otro mandamás, en este caso del interior. 

Igual, algunos eligen ser prudentes. “La moneda está de canto, puede caer de cualquier lado”, afirmó otro jefe comunal del Conurbano. De cualquier manera, el peronismo sabe que sus chaces aumentaron. Ahora -insisten-, el próximo paso tiene que ver con aceitar los perfiles de aquellos que le quieran disputar la candidatura a Vidal y arribar a corto plazo a una definición.

Respecto de las intendencias, el panorama es distinto entre el Conurbano y el interior, debido a que en la zona más poblada del país es donde se encuentra el caudal de votos de Cristina Fernández, mientras que en la Buenos Aires rural, la expresidenta podría pasar a ser una complicación para los alcaldes.

Los intendentes de Cambiemos

Para afuera, y por disciplina política, no les queda más remedio que apoyar la decisión; pero puertas adentro, un gran porcentaje de los intendentes de Cambiemos, sobre todo del Conurbano, mascullan bronca. La mayoría vislumbraba claramente un escenario muy favorable si la Provincia desdoblaba los comicios. 

Ahora, hasta comienza a circular el fantasma de la histórica boleta corta. Los alcaldes que ya sufrieron en la elección de 2017 saben que compartir la lista con Macri los puede llevar a una derrota a nivel local, sobre todo si enfrente aparece un peronismo ampliado. 

Es difícil que el oficialismo deje competir a sus hombres por fuera de la boleta de Cambiemos, con una tira cor-ta disfrazada de partido vecinal. Lo que nadie puede evitar, y es difícil controlar, es que el reparto de la papeleta en la época proselitista no sea completo y a las casas llegue sólo la del jefe comunal, quizá acompañada por la de Vidal. 

La preocupación se extiende a los distritos donde Cambiemos no gobierna pero mantenía esperanzas de hacerlo a partir de diciembre. “Por ejemplo: en Moreno, la imagen del intendente está muy baja; si desdoblábamos era muy posible que ganemos, pero ahora, si va pegado a la boleta de Cristina, no saca menos del 45%”, se resignó un funcionario del gobierno provincial.

“La política lo hubiera entendido como un ‘sálvese quien pueda’” 

“A veces pensamos que los presidentes toman las decisiones que le chiflan en el oído los asesores. Esta no necesitaba de ningún asesoramiento, por lo obvia que es. Cualquiera, en el lugar de Macri hubiera tomado esa decisión”, apuntó el politólogo radical y analista Luis Tonelli.

Para el especialista, formado en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Oxford, la eventual decisión de María Eugenia Vidal de avanzar con su propio calendario electoral habría tenido consecuencias negativas en el seno del oficialismo. “El liderazgo del Presidente hubiera quedado tremendamente cuestionado. La política lo hubiera entendido como un ‘sálvese quien pueda’, dijo a La Tecla.

En ese sentido analizó: “A Vidal le convenía desdoblar porque en la Provincia tiene mejores números en las encuestas que Macri. Pero para él, cualquier puntito adicional en el superpoblado Conurbano bonaerense que le pueda proporcionar la tracción de Vidal para su reelección presidencial es vital. Donde manda marinero no manda capitán, y así se impuso el criterio de la Casa Rosada”.

Por otro lado, Tonelli consignó que, de cara a la campaña, a Cambiemos lo favorece la posición del kirchnerismo, cuyas opiniones, bromeó, “parecen guionadas” por el consultor 

del Presidente, Jaime Durán Barba. Y en ese sentido se refirió a la situación de Venezuela, que ha expuesto una vez más los posicionamientos de cada sector. 

“Al eslogan de Cambiemos, ‘si no hubiese sido por nuestro triunfo, la Argentina sería Venezuela’, el kirchnerismo replica: ‘Nuestro modelo es Venezuela’. Cosa de no creer”, sostuvo el analista.

Esta situación -opinó- está atravesada por la polarización. “El voto castigo hacia Cambiemos queda neutralizado porque muchos moderados que tienen ganas de castigar a Macri no tienen ganas de castigarse con una nueva Presidencia del kirchnerismo”, aseveró. 

“Todos los gobernadores hacen mejor elección sin Mauricio Macri” 

El analista político Rosendo Fraga sostuvo que el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, ha tenido un rol decisivo para “imponer a Vidal la elección unificada”, al tener en cuenta su influencia. “Es quien conduce la campaña electoral del oficialismo”, resaltó.

El también director del Centro de Estudios de Unión para la Nueva Mayoría enfatizó que al inicio del 2019, “todos los gobernadores oficialistas hacen me-jor elección sin Macri que con él”.

Fraga, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas y la Academia Argentina de la Historia, remarcó que la caída en la popularidad del jefe de Estado parece explicar las reticencias de los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy) para unificar los comicios. De hecho tomó las palabras del mandatario jujeño, quien dijo que el jefe de Estado atraviesa su “peor momento” al frente de la Casa Rosada.

“Pero el Presidente percibe que si los gobernadores oficialistas adelantan, ello será visto en el mundo político como una duda respecto a su posibilidad de reelección”, añadió.

Para el analista político, el desafío que tiene Vidal es “el ascendiente que mantiene Cristina en el Conurbano; pero es claro que la Gobernadora tiene mejor imagen que Macri. Su problema es cómo neutralizar la debilidad del Presidente en el Conurbano”.

Ahora, con la unificación ya fijada, el eje de la campaña oficialista estará centrado en hablar de todo “menos de economía”, finalizó Fraga. 

“La unificación hace que Vidal trabaje el doble para la campaña” 

“El no desdoblamiento inclina la cancha en contra de María Eugenia Vidal. La hace trabajar el doble de lo que tendría que hacer en una campaña desdoblada”, afirmó a La Tecla Daniela Aruj. 

La experta en imagen política resaltó que el oficialismo tenía encuestas que en un escenario de elecciones desdobladas le daban números muy favorables a la gobernadora bonaerense. “Ahora, ella va a tener que trabajar mucho más, porque va a tener arrastre la boleta nacional”, con Macri, enfatizó.

Miembro de la ALACOP (Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos), Aruj señaló que Marcos Peña ha tenido un rol importantísimo, “como en todas las discusiones” y como “persona clave” de la mesa política de Cambiemos. 

Al nacionalizarse de alguna manera la campaña, Aruj apuntó que el Gobierno buscará centrar su discurso en torno a la “transparencia, la honestidad, buenas intenciones, trabajo a largo plazo y el combate al narcotráfico”.

En ese escenario expresó que deberá prestar atención a la infraestructura. “Las obras las van a tener que reanudar para poder hablar de ellas; hoy hay muchas obras que están paradas”, aseveró.

Sin embargo consignó que las subas en servicios públicos, transporte y de prepagas abren un escenario dificultoso para el macrismo. “Es muy nocivo para una campaña; para el ciudadano, ni hablar; pero en términos electorales tiene efectos”, dijo.

Y en esa línea expuso que no le será nada fácil a Vidal en el contacto con los electores frente a la situación social: “Por más que sea una candidata excelente, con una imagen muy positiva, es muy difícil arrastrar la inflación. Es muy difícil, como dice ella, ‘encontrarles los ojos a los vecinos’, mirarlos a la cara y decirles ‘no podés ir al supermercado, tampoco podés transportarte o pagar las cosas que antes podías; pero le ponemos buena intención y ganas’”.

Por último, la consultora política remarcó: “Ha habido tres años en los que todos los indicadores económicos dicen que estamos peor. Es muy difícil dar explicaciones en este contexto”.

“Vidal se va a parar en una campaña de sensibilidades, como en 2017” 

Sergio Doval, director de la consultora Taquion Research, consideró que el jefe de Gabinete 

de la Nación ha tenido “un rol central” en la decisión de María Eugenia Vidal de unificar la elección bonaerense con la fecha nacional, en línea con los designios de Macri.

“Marcos Peña es quien lleva adelante la ingeniería y la estrategia de la campaña, y, en definitiva, es quien ha sabido definir varios cursos de acción que han permitido tener al Gobierno éxito tras éxito. Recordemos que no perdió ninguna elección”, apuntó.

Doval, director del programa de estudios en Opinión Pública de la Universidad Abierta Interamericana, hizo hincapié en que el eventual desacople de la elección bonaerense representaba riesgos para Mauricio Macri. “Sin las figuras de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta iba a tener muchas dificultades para alzarse con la victoria”, explicó.

No obstante, expresó que aún no está claro qué sectores pueden verse beneficiados por la medida, ante la falta de definición sobre ciertas candidaturas. “Lo único que estamos ha-ciendo es teorizar y saber quién tracciona más y quién menos”, consignó, al tiempo que destacó que “tampoco están definidas las candidaturas provinciales que no sean parte del oficialismo”. “Hay que ver cómo avanza el calendario y la conformación de fuerzas más estables”, apuntó.

Asimismo, Doval sostuvo que Mauricio Macri va a centrar la campaña sobre “los ejes de seguridad y corrupción”, y la diferenció de la que encarará la gobernadora bonaerense.

“Creo que Vidal no se va a parar en esos lugares sino en una campaña de sensibilidades, como ha sucedido en la campaña de 2017, donde, claramente, no hubo ninguna propuesta”, indicó. A su vez dijo que la mandataria buscará “aprovechar su buena imagen”, aunque reparó en que no está “apalancada en grandes hitos de gestión”.

Sin embargo, para Doval, el equipo bonaerense que rodea a la Gobernadora buscará resaltar “muchas de las desarticulaciones que ha logrado en relación a las mafias, y a algunos procesos anteriores de varias décadas de la política en la provincia de Buenos Aires”.

En ese sentido estimó: “Hoy, el foco está puesto entre el pasado y el presente. Nadie está hablando del futuro y, en definitiva, eso es lo que realmente falta”.

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