"Se va a acabar, se va a acabar, esa costumbre de golpear", cantaban al unísono mientras avanzaban por la Libertador rumbo a la Legislatura. Sobre el bulevar, unas mujeres vestidas de negro y con sogas que ataban sus manos y cubrían sus ojos era un simbolismo impactante. En tanto, al mismo tiempo pero en la plaza 25 de Mayo, unas mujeres daban testimonios de su dolor frente a otras cientos de personas. En San Juan, la marcha "Ni Una Menos" tuvo ayer dos puntos de encuentro que concentraron a unas 3.000 personas, según la Policía, ya que mientras unas se desplazaron hacia la Cámara de Diputados otras se quedaron en la plaza. Pero en ambos casos la consigna fue la misma: basta de violencia contra la mujer.

Distintas agrupaciones (de movimientos femeninos, de familiares de víctimas, políticos o gubernamentales) se convocaron en la plaza, pero mientras que unos decidieron caminar hacia la Legislatura, otros se quedaron en lugar. Si bien el clamor fue uno solo, la decisión de algunos grupos de acoplar también el pedido de aborto legal y gratuito marcó diferencias. "En la diversidad está la unidad, pero en esta ocasión marchamos para decir basta de violencia contra la mujer", aclaró Perla Werner, del Movimiento Mujeres Sanjuaninas, quien encabezó el desplazamiento hacia la Legislatura, realizado en forma pacífica.

En el recorrido, iban nombrando a mujeres víctimas de femicidio en los últimos años, como a Estela Bustos, asesinada por su marido en 2013. "Es muy fuerte escuchar su nombre, nos emociona. Estela está presente, ojalá su sufrimiento sirva de algo", dijeron Viviana y Mariela Bustos, hermanas de la mujer que al momento de su muerte estaba embarazada de 6 meses y tenía 4 hijos.

Por su parte, entre los distintos grupos que hubo en la Plaza 25, la acción del Ministerio de Desarrollo Humano se llevó a cabo en un escenario en el que mujeres víctimas de violencia de género dieron testimonios, hablaron autoridades de distintas áreas y hasta tuvieron que improvisar intervenciones de los equipos de asistencia, presentes en el lugar, ya que algunas mujeres aprovecharon la convocatoria para pedir ayuda, informó Vanesa Pringles, directora de Protección para Personas en Riesgo Social.