El reinicio de las obras viene siendo postergado desde el mes de mayo, cuando se diera el primer acuerdo entre el Gobierno argentino y el chino para readecuar el proyecto final de las represas sobre el río Santa Cruz.

De esta manera se logró el aval del gigante asiático para reducir la potencia generada y el costo de la obra, agregando el tendido de la línea de alta tensión que trasladará la energía generada hacia el interconectado nacional.

También por esos tiempos se logró el acuerdo con las autoridades de la provincia, tras la exigencia del Ministerio de Energía de que la propiedad sobre la energía generada debía ser de la Nación, en tanto que a Santa Cruz le correspondía el pago de regalías, razón por la cual en el acuerdo que aún resta firmar también se realiza el traspaso de las tierras donde se montarán las presas a jurisdicción nacional.

Pese a que en aquel momento el convenio acordado iba a ser devuelto a Santa Cruz firmado para que pudiera ser ratificado por la Legislatura Provincial, esto no ocurrió y su rúbrica quedó en suspenso.

En tanto, recién a fines de julio el Ministerio de Energía cerró la renegociación con la UTE adjudicataria de la obra para la reformulación del proyecto.

En el mes de agosto, en Santa Cruz se consensuaron las acciones para avanzar en un nuevo estudio de impacto ambiental, a partir de la nueva propuesta del ministro Sergio Bergman. 

En tanto, desde la propia UTE se entusiasmaban con la idea de poder retomar la actividad con fuerza en este mes de septiembre, algo que podría haberse visto cristalizado a partir de la rúbrica que, en teoría, se haría hoy.

Fuentes del Gobierno Provincial aseguraron que no se descartaba que esta rúbrica se cristalizara la semana próxima.