Con muy pocas palabras -cinco “sí” y dos “no”- el gobernador Juan Manzur ratificó ayer que su antecesor José Alperovich sigue desempeñándose como colaborador ad honorem del Poder Ejecutivo provincial. 

-¿El ex gobernador Alperovich sigue siendo su asesor?

-Sí, sí, sí, sí, sí.

-¿Por qué cree que se produjo la confusión? ¿Por las declaraciones de Pablo Yedlin?

-No, no. Sigue siendo.

Escueto y sonriente, Manzur despejó las dudas que habían generado el lunes los dichos de Yedlin, secretario General de la Gobernación. El funcionario había considerado que cuando Alperovich asumió como senador en diciembre su puesto como asesor cesó, según publicó ese día la página oficial de la Secretaría de Comunicación Pública. Tal como había adelantado Manzur, ayer fue publicado en el Boletín Oficial el decreto de designación de Alperovich (ver el recuadro). 

El gobernador evitó además responder las críticas de la oposición por el nombramiento. “Es su opinión”, contestó cuando se le preguntó por los dichos del intendente Germán Alfaro, que había manifestado que la gestión perdía credibilidad con acciones como la designación.

Legisladores habían efectuado una solicitud de informes y un pedido de interpelación en la Cámara, ambos para Yedlin . 

El domingo, LA GACETA develó el decreto. Durante los 11 meses que transcurrieron desde que fue emitido se había mantenido en estricta reserva. El texto, de una carilla, describe que el puesto será ad honorem (sin retribución) y lo equipara con el de los ministros. 

Subraya el rol que el senador tuvo durante la docena de años que estuvo en la Casa de Gobierno (2003-2015). Además de halagar la gestión anterior, estipula que los “gastos emergentes del cumplimiento de las tareas que desarrolle el contador Alperovich serán atendidos con las partidas presupuestarias específicas con las que cuenta la Secretaría de la Gobernación”. Tras conocerse la novedad, Manzur había opinado que lo usual debería ser que un gobernador saliente asesore al nuevo y que a él le encantaría ocupar ese rol una vez que concluya su mandato. Había elogiado al ex gobernador por su experiencia y capacidad de gestión.

Alperovich, en tanto, se había mostrado sorprendido por la repercusión de su nombramiento y había asegurado que estará siempre a disposición de Manzur, más allá de los cargos.

ANALISIS

Algunos ven deslealtades

Juan Manuel Asis - LA GACETA

Se terminó el tiempo de la vergüenza. Al Gobierno le duró 313 días. Los pecados siempre tratan de disimularse, de no exponerlos a la luz pública para evitar el posible escarnio, de mantenerlos ocultos para alejar señalamientos acusadores. ¿Acaso avergonzaba tanto una decisión que no se la comunicaba? ¿Por qué? Finalmente ayer salió en el Boletín Oficial el decreto 41/1 firmado el 29 de octubre de 2015 por el gobernador, Juan Manzur. Si no lo buscaba y lo mostraba LA GACETA el domingo, tal vez hubiera seguido en las sombras. ¿Porque designaba como asesor ad honorem a José Alperovich es que no quería que se sepa? Se publicó ayer, en un decreto sintetizado de dos líneas; los considerandos ni asoman, menos los aspectos resolutivos. Si quiere saber qué dice, vaya a la edición del domingo del diario. Al sistema le falta transparencia, tanto como a las conductas de los funcionarios. Además de las repercusiones políticas que generó en el seno del propio oficialismo la publicidad del 41/1 -algunos ya ven conspiraciones, y otros ingenuidad-, muchos empezaron a mirarse con desconfianza, y dudan de los que eran amigos. Deslealtades le llaman; otros, traición.