De una actuación floja en la noche previa ante Dallas a destrozar a un rival al día siguiente. Así se mueve este San Antonio. Tiene momentos de varias lagunas que le producen derrotas increíbles, pero cuando engranan, son imparables. Oklahoma City sintió la furia del campeón en la noche del miércoles, que se impuso por un demoledor 130-91 en casa.

Después de un primer cuarto parejo (32-28 arriba), donde Westbrook logró imponer condiciones (14 puntos y 2 asistencias), San Antonio demostró su sello. De un lado, con su defensa, que no sólo contuvo a la estrella de Oklahoma City (0-5 en el 2º) sino que no permitió que crecieran los actores de reparto. Del otro, pasándose la pelota hasta encontrar al mejor ubicado y consiguiendo conversiones simples (62.8% de campo en la primera mitad). Los Spurs metieron 39 puntos en el segundo cuarto y se fueron al descanso 71-50 con un bombazo sobre la chicharra de Leonard.

La tendencia no cambió a la vuelta del vestuario. Parker siguió castigando como en sus mejores momentos, siguieron llegando triples (Diaw y ¡hasta Duncan! metieron) y, a 5m29s del final del tercero, la ventaja se fue hasta los 30 (91-61). Nada para hacer en el Thunder, que no estuvo ni cerca de reaccionar. El último cuarto, por supuesto, fue para rellenar.

¿Manu Ginóbili? En su segundo partido tras la lesión, el bahiense sumó seis puntos (1-3 triples, 3-4 libres), dos rebotes y un robo en 15 minutos. Claro, no necesitó forzar la máquina en ningún momento. Parker (21), Diaw (19), Duncan (16) y Leonard (14), todos en gran nivel. Westbrook, la estrella del Thunder que venía a puro triple-doble, cerró con apenas 16 puntos y 7 asistencias. Después del primer cuarto no volvió a anotar de campo (0-7). Y sí, una paliza a lo campeón.