Como viene señalando nuestro diario, con el advenimiento de Sergio Massa a la intendencia de Tigre en 2007 la especulación inmobiliaria se desarrolló a gran escala, arrasando con todo los que se cruzara en su camino, fueran territorios de las comunidades originarias o predios pertenecientes al espacio público.

En los últimos meses, con Massa desplazándose hacia la Cámara de Diputados y Julio Zamora, uno de sus hombres de confianza, asumiendo al frente de la Comuna, el avance de los proyectos privados no sólo no se detuvo sino que, por el contrario, se profundizó. En ese marco, desde el Movimiento en Defensa de la Pacha (MDP) denunciaron que “en el límite de los municipios de Tigre y Escobar las empresas inmobiliarias comenzaron a construir una barrera para cortar el acceso al agua a la altura de la Calle Brasil y el Canal Villanueva, donde se encuentra el sitio público, educativo, arqueológico y sagrado Punta Querandí”.

Días atrás, dicho territorio fue declarado de interés municipal y sitio de la memoria por el mismo Concejo Deliberante tigrense. “La masa inmobiliaria se está quedando con todo, sin discriminar siquiera tierras ferroviarias. Incluso, también se quieren quedar con cursos navegables de agua. Esto se lleva a cabo con la complicidad de las autoridades municipales que lo vienen fomentando”, indicó a Hoy, Valentín Palma Callamullo, integrante de MDP.

La obra en cuestión es llevada a cabo por la empresa Eidico (ver recuadro). La contratación fue realizada por los barrios privados Santa Catalina, San Benito y San Marco, así como por el empresario “Tito” Demarci, quien construye varios emprendimientos más en la zona.

 “Cuando entró (Julio) Zamora, al día siguiente alambró el predio de Punta Querandí. Queremos denunciar que a partir de estos emprendimientos se está generando la desaparición de sitios arqueológicos”, agregó Callamullo.

Por otra parte, desde el MDP denunciaron que este tipo de accionar, que se profundizó con el massismo, viene de larga data, ya que en el 2000 “las construcciones hicieron desaparecer el cementerio indígena Garín (de mil años de antiguedad) y cortaron la calle Brasil cuando construyeron el country Santa Catalina y extendieron por primera vez el Canal Villanueva”.

La especulación inmobiliaria

El fenómeno inmobiliario en Tigre comienza con el menemismo, cuando gran parte de las constructoras vieron al municipio bonaerense, a partir del Delta,  como potencial lugar de desarrollo. En los noventa se podía comprar predios a 0,60 dólares el metro cuadrado de tierra. Actualmente, muchos de ellos están tasados en 800 dólares.

La desigualdad social

En paralelo al crecimiento inmobiliario se dio un abrupto desarrollo de la desigualdad social en Tigre. Según confirmó en su momento el exconcejal tigrense Luis Cancelo a este medio, en la ciudad sólo  el 20% de la población tiene cloacas y alrededor de la mitad de las familias poseen red de agua corriente.

Asimismo, los barrios privados y countries representan el 60% del territorio total.

La vinculación política con las constructoras

El avance de las constructoras durante estos últimos años no fue azaroso ni casual. El poder político de la región tuvo un peso específico en el crecimiento de los negociados. Por ejemplo, la empresa Eidico S.A. posee una vinculación directa con funcionarios de primera línea del massismo. Uno de ellos es Pablo Dameno, subsecretario de Planeamiento Urbano durante la primera gestión de Massa, quien además ocupaba cargos de dirección en dicha empresa. Tuvo que alejarse de Eidico luego de que trascendiera la relación.

Por otra parte, el dueño de la compañía es Jorge O'Reilly, quien además es propietario de Farmacity y es señalado como uno de los hombres de confianza de Massa. De hecho, luego de que se filtraran los cables de Wikileaks, pudo constatarse que una de las conversaciones de Massa con la embajadora de los Estados Unidos (donde le filtraba información gubernamental), fue entablada en las oficinas de Eidico.

“Eidico avanza sobre la Costa y lo mismo pasa en Santa Ana. Tienen planificado un barrio sobre sitios arqueológicos. Tienen el aval del municipio para hacerlo”, sostuvo Callamullo.