Maniobra para liberar al contador de Cristina

Maniobra para liberar al contador de Cristina

La defensa de Víctor Manzanares intenta que una sala "amiga" de la Cámara Federal resuelva el pedido de excarcelación.

Los abogados de Cristina están ejecutando una maniobra para lograr que Víctor Manzanares, el histórico contador de la familia Kirchner, pueda ser liberado la semana próxima. Manzanares fue detenido en Río Gallegos el lunes pasado, por orden del juez federal Claudio Bonadio. Está acusado de obstruir a la Justicia y de desviar fondos -que estaban embargados- para beneficiar a Máximo y Florencia Kirchner

La jugada consiste en apurar el proceso de apelación para que la detención del contador, en el marco de la causa Los Sauces, pueda ser tratada por la sala de la Cámara Federal que está de turno la semana próxima, durante la feria judicial. Es la que integran Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, donde Cristina y sus fieles han conseguido ya unos cuántos fallos favorables.

La intención es lograr la excarcelación de Manzanares sin perjuicio del avance de la causa, donde hay pruebas contundentes contra el contador. Básicamente, una comunicación hecha a inquilinos de 128 propiedades de los Kirchner para que efectúen los pagos a la cuenta de la inmobiliaria de un socio de Máximo, el ex gobernador santacruceño Carlos Sancho, y así burlar la inhibición de bienes que dictó Bonadio.

Freiler es el camarista que el Gobierno viene intentando sin éxito suspender y enjuiciar. El incremento de su patrimonio y sus gastos en los últimos años no resisten el menor análisis. Los ultra K lo defienden espalda contra espalda en el Consejo de la Magistratura. Y el oficialismo no supo ni pudo reunir la fuerza necesaria en ese organismo para sancionarlo. Consecuencia: Freiler sigue en su cargo, herido y dispuesto a la venganza, según se infiere de sus declaraciones recientes.

Ballestero, integrante original de los “jueces de la servilleta”menemistas, acompañó las necesidades judiciales del kirchnerismo hasta que el viento empezó a soplar para otro lado. En algunos casos recientes tomó prudente distancia de la defensa cerrada de Cristina y sus cuarenta laderos. Habrá que ver cómo actúa ahora.

El contador Manzanares está alojado en la delegación local de la Policía Federal. El abogado jefe de su defensa, Carlos Beraldi -también es abogado de Cristina- presentó de inmediato un pedido de excarcelación que el fiscal Carlos Rívolo y el juez Bonadio rechazaron. Manzanares será trasladado mañana a Buenos Aires en un vuelo de línea.

Manzanares iría al llamado Pabellón Néstor Kirchner, donde ya están alojados Lázaro Báez, José López y Ricardo Jaime.

Lo llevarán directo al juzgado de Bonadio, en los tribunales de Comodoro Py. Allí se le notificará formalmente de su detención y se se lo pondrá en manos del Servicio Penitenciario Federal. Se estima que iría al penal de Ezeiza. Allí hay un sector que, con humor corrosivo, los penitenciarios ya bautizaron Pabellón Néstor Kirchner. Están alojados los kirchneristas pioneros en conocer la cárcel por dentro. Entre ellos, el testaferro Lázaro Báez, el multicoimero Ricardo Jaime y el revoleador de bolsos millonarios José López.

Si la jugada funciona, quizás Manzanares sea un visitante fugaz de Ezeiza, al menos en esta etapa. Antes del trámite de notificación formal que se hará mañana, ayer mismo los abogados apelaron la confirmación de su detención. Ahora debe intervenir la Cámara Federal. En el juzgado de Bonadio indican que el expediente tendría que llegar a mediados de la semana próxima a los camaristas Freiler y Ballestero.

Si Ballestero coincide con el voto seguro de Freiler, Manzanares podría quedar libre casi de inmediato. Si en cambio opina que el contador debe seguir detenido, deberán llamar a un tercer juez para que desempate. Durante la feria, ese nombre deberá salir de los integrantes de la otra sala de la Cámara: Martín Irurzun y Eduardo Farah. Allí Manzanares no debe esperar clemencia ni simpatía política, sino sólo una aplicación justa de la ley.

La detención del contador, hasta ahora un intocable, pone en la mira cuál podría ser la suerte de Cristina y sus hijos en esta causa.

Margarita Stolbizer, eficaz denunciante de los manejos turbios en Los Sauces, anticipó que quizás haya que pedir el desafuero de Máximo Kirchner como diputado. Y a Bonadio le preguntaron qué pasaría si se comprueba que la ex Presidenta es partícipe en la maniobra por la cual fue detenido Manzanares.

La obstrucción de la Justicia es una de las dos causales de detención para un procesado sin condena. La otra es el peligro de fuga. A Bonadio -que ya procesó a Cristina en dos causas- le han escuchado decir que más allá de las descalificaciones públicas que le ha dedicado, ella se comportó siempre con puntual corrección en los distintos expedientes que la involucran.

También comentó que tiene “respeto institucional” por la ex Presidenta. Y que para un juez de instrucción ordenar una detención así, sin mediar una sentencia previa, sería una decisión “muy fuerte”.

Cristina seguirá libre durante todo el proceso electoral que la tiene como candidata. Las PASO serán la primera vuelta de su futuro político, judicial y personal. Aunque después de agosto, y antes de la elección de octubre, quizás reciba otras malas noticias.

Culminada para entonces la etapa de pericias, Bonadio deberá tomar un decisión sobre la causa que más inquieta a Cristina: la denuncia del fiscal Nisman por el pacto con Irán, que involucra el delito de traición a la Patria.

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