Malestar de la militancia de izquierda con el fallo

Esperaba que Pedraza fuera condenado a cadena perpetua

"Nadie se mete con esta gente. Se creen impunes y terminan siéndolo. Miro la foto de Mariano y lloro. No pudimos hacer justicia por él."

Diego Gómez tiene 26 años y ocho de militancia en el Partido Obrero (PO). Intenta contener las lágrimas. Habla sentado en el cordón, la mirada clavada en el asfalto. Es una de las alrededor de 1000 personas que desde anteayer esperaron la sentencia del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra frente a los tribunales de Comodoro Py.

Entrada la tarde, muchos comentaban las "últimas palabras" de José Pedraza ante el tribunal. "La bala que rozó el corazón de [Néstor] Kirchner también rozó el corazón de todos los ferroviarios y el mío", dijo el histórico mandamás del gremio ferroviario a los jueces.

Amplificado por los parlantes ubicados sobre el escenario, un acoplado estacionado de espaldas al edificio, el veredicto más esperado llegó a las 19.43: 15 años de prisión para Pedraza.

Estallaron la bronca y el llanto. Volvieron a agitarse las banderas rojas y amarillas del PO. El tenso silencio de la hora anterior se volvió furia. Y a la vez, alivio.

Es que en la recta final de la vigilia el cansancio y la ansiedad se mezclaron con el rumor de que Pedraza sería absuelto. Dos años y medio de lucha por "perpetua para Pedraza y todos los responsables" del asesinato de Ferreyra, al borde del abismo.

Las caras empezaron a mutar la expectativa por el miedo cuando, entre las explicaciones previas a la sentencia, uno de los jueces dijo que no había pruebas de la "intención" de Pedraza respecto del homicidio. "¡Asesinos, hijos de puta!", gritaron desde el fondo y desde las primeras filas, donde escuchaban, sentados, amigos y compañeros de Ferreyra.

Hubo silbidos cuando el juez nombró al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pero la rabia explotó del todo con la sentencia para Pedraza.

Entonces sí, el "asesinos, asesinos" se volvió implacable, ensordecedor. "A Mariano Ferreyra lo vamos a vengar." "Que se vayan al carajo los Pedraza y los Moyano." "Yo sabía, a Pedraza lo cuida el gobierno de Cristina", cantaron hasta el agotamiento. Plenos de energía, que surgía de la insatisfacción. Impotentes. Convencidos de que los 15 años terminarán siendo menos. Pero, en algún lugar, también se mostraron aliviados de que la absolución hubiera sido sólo susto.

Es de noche. Cantan la Internacional Socialista. Desde el escenario, una chica de vestido rojo y negro intenta levantar el ánimo. "Ningún fallo es nuestra estación de llegada", grita con el brazo en alto..

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