El posible desplazamiento de los jefes regionales y distritales de gestión estatal y privada de educación está generando malestar y alerta en el ámbito educativo provincial en General Pueyrredon y la zona. Según pudo saber LA CAPITAL, las modificaciones se deberían a un pedido de la secretaria de Educación municipal, Ana María Crovetto, quien habría convencido al intendente, Carlos Arroyo, de elevar la solicitud a la cartera educativa provincial. “No sólo no se ocupa de sus escuelas y docentes, sino que ahora se quiere meter con las de provincia”, dijo una alta fuente educativa.

Llamativamente, Crovetto habría solicitado implementar cambios en las conducciones de educación bonaerense, un ámbito que a ella no le compete, pero que sí le trae muchos recuerdos y hasta ambiciones por su largo paso por el sistema que dejó para sumarse a la actual gestión municipal. La funcionaria protegida por el jefe comunal y cuestionada por diferentes sectores educativos, habría propuesto hasta los nombres de quienes podrían ocupar esos cargos que, fiel a su estilo, serían personas muy allegadas a ella y hasta incluso parientes.

Los nombres que habría elevado son: Guillermo Laterrada, actual inspector de Educación Física, quien ocuparía el cargo de la Jefatura Regional de Gestión Estatal; Laura Gennaro, actual inspectora de secundaria, que pasaría a ser jefa distrital de Pueyrredon; mientras que la actual jefa distrital, Marita Bignone, ocuparía el cargo de inspectora jefe regional de Gestión Privada.

Lo llamativo es que con el cambio de gobierno en diciembre pasado, Jorge Olguín, actual jefe regional de gestión estatal; y Omar Mancioni, jefe distrital de gestión privada, habían sido de los pocos funcionarios que no se modificaron desde La Plata, donde sí dispusieron el cambio de la casi la totalidad de las jefaturas de las regiones educativas de la Provincia. “Está claro que es una operación política para demostrar poder, no se trata de un corrimiento por cómo se están haciendo las cosas”, se escuchó decir en las oficinas de Colón y Juncal, donde funcionan las Jefaturas.

El tema ya es vox populi, incluso hasta los mismos damnificados estarían al tanto y cuestionándose los por qué de la medida. En La Plata, la solicitud tampoco habría sido bien recibida, pero como “el pedido de cambio vino del intendente, hay que cumplirlo”, habrían dicho.

El regreso de las vacaciones de invierno sería la fecha elegida para poner en práctica las modificaciones, aunque algunos no pierden las esperanzas de que esto se retrase o no se concrete. Los cuestionamientos surgen no sólo por la intromisión de la secretaria de Educación municipal en el ámbito provincial, sino también por las personas por ella elegidas. De una de ellas se sabe que es pariente de Crovetto, y el otro es objetado por su “escaso aporte”.