“La maldita policía desarrolla mecanismos de autopreservación"

“La maldita policía desarrolla mecanismos de autopreservación

El incremento de la ola de delitos sobre todo en la zona oeste del Conurbano da que pensar. Por eso, el Licenciado en Seguridad, Luis Vicat, se anima a decir que detrás de todo esto "está la maldita policía", que realiza mecanismos de "autopreservación".

-¿Se puede hacer una lectura política del incremento de los secuestros y la ola delictiva? ¿Se lo puede emparentar con la reforma policial?

-Hay un sospechoso crecimiento que se puede atribuir a dos cuestiones. Primero, la réplica delictiva: gente que ve que se puede hacer y esto se juntan cuatro o cinco "cachivaches", que son pibes muchas veces intoxicados, ex empleados de pequeños dealers que ahora no tienen "trabajo", ya que se ha combatido mucho y muy bien el narcotráfico en la provincia de Buenos Aires. Hay mucha mano de obra desocupada que ha mutado hacia un delito fácil como es el secuestro expres. La otra explicación, que nunca debe ser descartada, es que las corporaciones que anidan en las instituciones, son un factor de presión y muchas veces puede llegar a generar estos climas, como por ejemplo este conato de rebelión que obligó a salir a dar un aumento, que dicho sea de paso, es justo, necesario pero insuficiente. El tema es que había gente, incluso algunos retirados, que estaban fogonenando esta cuestión como para obligar al ministro y a la gobernadora a ir a una tregua, la cual fue conseguida a través de este aumento.

-¿Cuánto poder real tiene la mala policía en la provincia de Buenos Aires?

-Existe una institución que se llama Policía de la provincia de Buenos Aires. Dentro de esa institución anida la corporación, que es denominada coloquialmente como "la maldita policía". Esa corporación desarrolla mecanismos de auto preservación ante cualquier cambio. De hecho, ha habido ministros que han tenido que renunciar o pactar. De pronto aumenta el delito, se produce un malestar social que inmediatamente se traduce en una presión política de arriba hacia abajo, luego el ministro debe sentarse a negociar y se logra un statu quo más o menos aceptable.

-¿Si no hay negociación entre las autoridades y la maldita policía, la cosa no funciona?

-Se trata de una suerte de negociación sin ponerse las dos partes frente a frente. El mensaje de la corporación es "aumenta el delito y produzco dolores de cabeza políticos". Luego llega la orden de arriba para que de alguna manera la situación se arregle. O no se cambia un determinado funcionario o se lo asciende o se produce un aumento de sueldo. Después, la cosa tiende a encausarse. Es una relación muy difícil de sostener.

-¿La corporación puede sacar al ministro si se lo propone?

-El ministro Carlos Arslanián y antes Aldo Rico no pudieron soportar la posibilidad de cambio y tuvieron que irse.

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