La jefa del Palacio San Martín convocó a sus pares del bloque tras excluir a Caracas. Su par Delcy Rodríguez aseguró que vendrá a participar del encuentro aunque no fue invitada
La canciller Susana Malcorra enfrentará esta semana un nuevo conflicto diplomático, luego de que su par venezolana Delcy Rodríguez criticara la decisión de convocar una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur para oficializar el traspaso de la presidencia pro témpore de la unión aduanera en la Argentina.
Desde Brasilia, adonde viajó el jueves pasado, Malcorra había mencionado la realización de un encuentro de cancilleres de los países fundadores del Mercosur, previsto para este miércoles en Buenos Aires. Enterada del encuentro por la prensa, Rodríguez subrayó que el traspaso de la presidencia se realizará sin la tradicional cumbre presidencial y recordó que Malcorra alegó la ausencia de mandatarios para impugnar a Venezuela en la conducción del bloque. "El cinismo infinito tiene memoria corta", fustigó Rodríguez, quien viajará en las próximas horas a la Argentina.
Con Malcorra por 24 horas en los Estados Unidos, en el Palacio San Martín concedieron que aún no se resolvió qué hacer el miércoles cuando Venezuela reclame ser parte "en defensa legítima de sus derechos e intereses" el respeto de la "institucionalidad mercosuriana".
La relación bilateral promete ser un dolor de cabeza durante el próximo semestre, cuando la Argentina ostentará la presidencia rotativa del Mercosur y Venezuela continúe litigando para que se reconozca su pertenencia al bloque regional.
A los dichos de la canciller venezolana se sumaron las críticas del presidente Nicolás Maduro, quien afirmó que "nadie saca" a su país del Mercosur, y advirtió que Caracas derrotará "moral, política e institucionalmente" la "triple alianza" ideológica de la Argentina, Brasil y Paraguay en su contra.
Luego del prometido viaje a Buenos Aires, la canciller venezolana irá el jueves a Montevideo donde asistirá a las "negociaciones directas" promovidas por Caracas para la resolución de controversias, a fin de que se les reconozca la presidencia rotativa del bloque, que tendría que haber asumido en julio de este año, y para apelar el cese de su participación en el mercado común, definida a comienzos de diciembre.
Los países fundadores de la unión aduanera decidieron suspender a Venezuela el 1 de diciembre, cuando se cumplió el plazo de tres meses que habían dado al gobierno de Maduro para que incorporara a la legislación una serie de disposiciones comerciales y políticas, y un apartado sobre el respeto a los derechos humanos. Vencido ese plazo, se determinó el "cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de estado parte", pese a que Caracas alegó haber "cumplido ostensiblemente" con las regulaciones.
El jueves pasado, Malcorra ratificó la decisión de separar a Venezuela tras una reunión bilateral con el canciller brasileño José Serra y una reunión con el presidente Michel Temer en Brasilia. Desde allí, la jefa de la diplomacia argentina señaló que los cuatro países fundadores del Mercosur mantienen "la esperanza de que Venezuela se adapte lo antes posible a las reglas del bloque y que, una vez corroborado su nivel de compromiso, vuelva a ser miembro". Además, enfatizó que "uno no puede ser miembro de un club y tener derechos de acceso sin cumplir con las obligaciones".
En la práctica, el Mercosur se condujo en los últimos meses de manera colegiada. A partir del próximo semestre, el foco estará en promover la inserción mundial y acelerar las negociaciones de un tratado de libre comercio (TLC) con la Unión Europea.
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