El inicio del diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela trajo algunas señales de distensión. Cinco dirigentes de la oposición que estaban presos fueron liberados en las últimas horas. Poco después, la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, decidió postergar “por unos días” el juicio moral sobre la responsabilidad política del presidente Nicolás Maduro que tenía previsto ayer. Y se suspendió la gran marcha opositora que se había anunciado para mañana, para dar una chance a las conversaciones que procuran desactivar la profunda crisis política en el país.

El dirigente opositor Carlos Ocariz informó el lunes a última hora a través de Twitter que Carlos Melo, Andrés Moreno y Marco Trejo habían quedado en libertad. Después, el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, agregó los nombres de Coromoto Rodríguez y Andrés León.

El domingo, delegados del gobierno y la MUD acordaron una agenda para el diálogo sobre la grave crisis política del país, a instancias del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Melo había sido arrestado el 31 de agosto, acusado de poseer materiales explosivos. Moreno y Trejo habían sido detenidos en septiembre tras producir un video para el partido opositor Primero Justicia que llamaba a los militares a reflexionar sobre la crisis, considerado por el oficialismo como una incitación a la rebelión. Rodríguez, quien era jefe de seguridad del Presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup, permanecía detenido desde mayo. León, desde 2014, pero tenía prisión domiciliaria por razones de salud.

Según denuncia la oposición, en Venezuela hay más de un centenar de “presos políticos”, entre ellos algunos de alto perfil como Leopoldo López y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.

Formalizado el inicio de las conversaciones en medio de tensiones por la suspensión del referendo para revocar el mandato de Maduro que la MUD impulsa contra el presidente Maduro, Torrealba había pedido al gobierno “gestos concretos” de voluntad de diálogo.

Ayer, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, afirmó que la liberación de cinco representantes del antichavismo es una primera señal de la voluntad del gobierno de sacar adelante el diálogo político.

En este intento por aliviar la tensión, el Parlamento, controlado por la oposición, decidió postergar el juicio a Maduro, que había anunciado la semana pasada después de que un tribunal afín al gobierno bloqueara el proceso de recolección de firmas para activar el referendo revocatorio.

“En función de darle esa oportunidad que ha pedido el Vaticano para la próxima semana, queremos diferir apenas por unos días la agenda de hoy”, dijo ayer el diputado Julio Borges, jefe de la bancada opositora, en alusión a la reunión convocada para el 11 de noviembre entre gobierno y oposición. Borges consideró que así como el gobierno había dado señales como la liberación de los primeros cinco presos políticos también la oposición debía mostrar gestos de conciliación, lo que no significa el abandono de la agenda política de la MUD como su lucha por la restitución del hilo constitucional y el cambio de gobierno por la vía electoral.

Freddy Guevara, coordinador nacional de Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López, dijo que la Asamblea Nacional no abandonará el control político sobre los demás poderes. “El diálogo no es para darle más oxígeno a Maduro sino buscar solución a los problemas. Asumimos el compromiso de mantener el camino para el cambio político ejerciendo presión”.

La oposición también resolvió suspender la marcha que había convocado para mañana al palacio presidencial de Miraflores. “Nos han solicitado que los eventos de marcha para el jueves sean pospuestos. Es sensato acatar”, afirmó el presidente del Parlamento.

En el primer encuentro entre el gobierno y la oposición, se decidió crear de inmediato cuatro mesas de trabajo sobre el respeto a la soberanía, la reparación a las víctimas, el cronograma electoral y la situación económica del país.