Los resultados de las PASO en el rubro intendencia permiten inferior una serie de cambios en el mapa político de la Sexta Sección electoral, donde se destaca al crecimiento exponencial del macrismo y el retroceso del Frente para la Victoria, la UCR y el Vecinalismo. Massa se queda sin nada al perder la única comuna que comandaba, Bahía Blanca, la más importante de ese grupo ubicado en el sur bonaerense. Los números muestran, además, la mala decisión del radicalismo al aliarse con el PRO: lo desplaza de varias peleas y le “roba” dos intendencias.

Basta con echar una mirada a la paleta de colores que tenía el mapa antes de las elecciones para dimensionar victorias y fracasos. Puro azul kirchnerista, algo de rojo radical y un par de destellos verdes vecinalistas, además del punto negro renovador, configuran ese mapa de jefaturas comunales. Tras las PASO, el amarillo se extiende como una mancha voraz.

Hoy, el PRO no tiene intendencias en su poder. Pero si se proyectan los resultados del domingo pasado podría asegurarse que ya tiene 5 adentro del bolsillo. En Coronel Pringles, Coronel Rosales, Coronel Suárez, Pellegrini y Puán sacó una diferencia aparentemente irremontable para el resto de las fuerzas. De esas cinco, dos le “roba” al FpV, dos a la UCR y una al vecinalismo.

El triunfo de los amarillos no se reduce a esos distritos. También dará pelea en otros tres, en dos de los cuales fue la fuerza más votada. Son Bahía Blanca, Tornquist y Villarino. En la primera, el botín más preciado por cantidad de electores y consecuente influencia, la cosa se resolverá mano a mano entre Héctor Gay (PRO) y Marcelo Feliú (FpV). El primero tiene una ventaja de poco más de 4 puntos, difícil pero no imposible de descontar. Es la pérdida más significativa del Frente Renovador. Los amarillos también fueron los más votados en Tornquist, aunque sólo dos votos arriba del oficialismo, con quien van a una batalla final en la que no hay favoritos. También peleará en Villarino, contra el oficialismo del FpV y el Vecinalismo. Las tres fuerzas están contenidas en poco más de tres puntos. Gana cualquiera.

En resumen, una mirada PRO de medido optimismo podría arriesgar –siempre sobre la base de los votos obtenidos en las PASO– que en octubre la fuerza comandará 7 comunas, entre ellas, la perla costera del sur bonaerense.

El horizonte del FpV en la Sexta se presenta con oscuros nubarrones. Hoy, tiene 12 de las 22 comunas que conforman la Sección, de las cuales retiene 7 y suma 1 –le arrebata Adolfo Gonzales Cháves al vecinalismo. Benito Juárez, Guaminí, Laprida, Monte Hermoso, Patagones, Saavedra y Tres Lomas seguirán en manos del PJ-Kirchnerismo. De las restantes cinco que hoy maneja, Coronel Pringles y Coronel Suárez las perderá con el macrismo y en las otras tres dará pelea con el radicalismo (en La Madrid) y el PRO y el Vecinalismo (Villarino y Tornquist).

Con los números de las PASO sobre la mesa y equilibrando pros y contras, puede proyectarse que el FpV retendrá 11 de las 12 jefaturas comunales. Podría atemperar la pérdida si ganara Bahía Blanca, pero parece improbable que le recorte los cinco puntos que le sacó el macrista Gay.

La UCR también pierde terreno. Comanda 6 distritos, pero al calor de los números sólo se asegura retener 3 –en dos de las cuales el macrismo no le puso competidor en la interna–: Adolfo Alsina, Coronel Dorrego y Salliqueló. Dos las pierde a manos del macrismo, que le ganó la interna, lo sacó de competencia y estiró una ventaja al resto imposible de descontar. La performance del domingo deja al radicalismo en posición de dar pelea en otras dos comunas, Daireaux y La Madrid.

Por último, el Vecinalismo sólo se asegura retener una de las tres comunas que tiene (Tres Arroyos). Adolfo Gonzáles Chaves la pierde contra el FpV y Coronel Rosales a manos del macrismo. Fue la segunda fuerza en Villarino, soplándole la nuca al oficialismo que comanda de la mano de Patricia Cobello.

El Frente Renovador de Sergio Massa pierde el único distrito que ostenta, Bahía Blanca. Allí, Dámaso Larraburu fue el candidato más votado de UNA, fuerza que sólo cosechó el 13,38%, a años luz de Cambiemos (37,7%) y el FpV (32,62%).