Macri utilizará la reunión de gabinete y un cónclave en la Casa Rosada para contener a sus ministros y aliados políticos

Macri utilizará la reunión de gabinete y un cónclave en la Casa Rosada para contener a sus ministros y aliados políticos

El presidente se recostó en Guido Sandleris y Lacunza para tomar las últimas medidas, que mantuvo en reserva hasta último momento

Sólo Mauricio Macri y su círculo más cerrado conocían la profundidad de las medidas financieras que fueron comunicadas este domingo para evitar que los mercados ejecutasen un erosionante lunes negro a 55 días de las elecciones de primera vuelta. La decisión política fue asumida por Macri, pero la propuesta técnica fue diseñada por el tándem formado por Guido Sandleris y Hernán Lacunza, que ocupan la presidencia del Banco Central y el ministerio de Hacienda.

Las iniciativas Sandleris-Lacunza eran recibidas por Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Y a continuación había una consulta informal con exfuncionarios y conocidos consultores que siempre criticaron la sonrisa benévola de Nicolás Dujovne, ex ministro de Hacienda y principal defensor del plan de ajuste sugerido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sandleris y Lacunza trabajaron a destajo en el Palacio de Hacienda y en la sede del Banco Central, y desde allí triangulaban con Macri y Peña, que analizaron hasta los tiempos políticos y mediáticos para dar a conocer las medidas.

El clásico River-Boca se jugaba a la hora del té, y los anuncios financieros debían ser masticados y aprendidos sin pérdida de tiempo: a las 14.05, Infobae dio la primicia. Fue una sorpresa que impactó en la sociedad y en la rutina de la clase política.

Hace unas semanas, Macri recibió en Los Abrojos a Peña, Sandleris, Lacunza, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Rogelio Frigerio. En ese cónclave, por primera vez, Lacunza y Sandleris plantearon que no se debía descartar una limitación a la compra de dólares bajo la autoridad del Banco Central.

Hernán Lacunza con Guido Sandleris, dos expertos en economía que conocen de política y poder.

Con la autorización de Macri, el ministro de Hacienda y el titular del Banco Central iniciaron una ronda de consultas que incluyó a Carlos Melconian, Martín Lousteau y Luis "Toto" Caputo. Todos coincidieron con la necesidad de adoptar esas medidas, y los tiempos se aceleraron cuando los mercados se engulleron casi 2.000 millones de dólares el viernes pasado.

Lacunza informó de los anuncios a Vidal, que a su vez conversó con Rodríguez Larreta. Sandleris llamó a Washington y habló con Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental. Werner tiene excelente relación con Sandleris, y para él no fue una sorpresa: ya sabía que las medidas eran impostergables por la voracidad que exhibían los mercados en Buenos Aires y Wall Street. 

Los principales dirigentes de la Unión Cívica Radical -incluido su presidente, Alfredo Cornejo- se enteraron por los medios on line. Y también la mayoría del gabinete, que ha quedado en un segundo plano frente a la crisis política y económica. En plena hecatombe financiera, llamó la atención que los ministros de Cambiemos no aparecieran en las tertulias televisivas y en los programas de cable.

Macri preside la habitual reunión de gabinete de los lunes, y allí explicará a los ministros sus razones políticas que justifican la decisión de controlar la compra de divisas para personas físicas y jurídicas. Macri está preocupado por el sistema, esa es su prioridad a pocas semanas de la primera vuelta electoral. 

Pasará todo el lunes en la Casa Rosada para mantener reuniones de seguimiento con Peña y el tándem Sandleris-Lacunza. Y cuando caiga la tarde, si no hay cambios de último momento, recibirá en su despacho a sus aliados de Juntos por el Cambio. No será un encuentro sencillo, la coalición política cruje y cada uno ya está pensando en su juego.

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