Macri, seguro el 23: ¿llegan CFK y Axel en apoyo de Raverta?; ¿Y Alberto se borró?

Macri, seguro el 23: ¿llegan CFK y Axel en apoyo de Raverta?; ¿Y Alberto se borró?

Por: Jorge Elías Gómez. No resulta del mejor estilo periodístico llenar un título de preguntas. Pero esta trama de la campaña que se extingue, obliga a jugadas propias de movidas de ajedrez. Las respuestas a las convocatorias de Mauricio Macri, donde la tribuna le transmite y le pide más aptitud y actitud al equipo, abrieron un ramo inacabable de estrategias y tácticas de cierre.

 

Y no es para menos. Hay que hacer foco en Mar del Plata, un escenario definitivamente excluyente de la política nacional, nunca tan ponderado como en este último mes, tras las PASO. Es que la polarización amenaza con devorarse a cualquier otro protagonismo. Y hay varias lecturas, mientras en los pasillos duermen la siesta sin escuchar la radio.

¿Por qué el candidato presidencial más votado ha elegido bajar un cambio en el ritmo de la campaña? ¿Por qué no asiste a Fernanda Raverta? que compite palmo a palmo con Guillermo Montenegro, un hombre del PRO.  Acaso no se rompe el acercamiento que hubo entre el ex intendente Gustavo Pulti y quien fuera el jefe de Gabinete de los Kirchner. ¿Hay una grieta ahí entre los integrantes de la fórmula ganadora? ¿Tendrán que  dejar de esconder a Cristina? ¿Estará obligada a salir a la cancha?

Raverta (como Montenegro) necesitan integrarse al arrastre, de ello dependen, no tienen votos propios. Ella, como diputada nacional llegó a las PASO con un 60 % de desconocimiento y sufrió un importante corte de boletas. Montenegro hace 2 años que está en campaña, la más larga del país, sólo para instalarse. Y arrancó menos diez,  debió  convencer a los marplatenses que nació en la ciudad, y por qué deberían votarlo. Muy raro todo, con fórceps, como desafiando la Ley de Gravedad.

 

CFK ha desertado de la campaña (en política no hay que descartar ningún motivo) y ahora la retoma, con la casi imperiosa necesidad de volcar su influencia para fortalecer a Fernanda Raverta. Es que se supone que la ex presidente y Kicillof pueden (y deben) mover la aguja para que Juntos por el Cambio no le sople la dama en General Pueyrredon. Es que se presume que los movilizadores actos de Mauricio Macri, son como el beneficio de un penal del VAR, en el último minuto de descuento.

 

Si MM y MEV, el miércoles 23, meten mucho ruido en Mar del Plata (tras la marcha del 19 programada en El Obelisco) pueden hacer la luz necesaria para que finalmente Montenegro transforme a Mar del Plata en el refugio oficialista, como lo hizo Magario con La Matanza en 2015 tras la derrota kirchnerista.

Todo está muy turbio hasta en el interior de los propios campamentos. Personalismo, voluntarismo y un profesionalismo desbordado, forman parte de rompecabezas electoral donde se redoblan apuestas, y queda la sensación que la elección sigue abierta. ¿Alberto se corre por su cuenta de Mar del Plata? ¿O es CFK quien debe oxigenar los últimos pasos de Raverta rumbo al 27? Es una ficha que el kirchnerismo está obligado a jugar.

 De hecho, el cierre de la campaña real de Juntos Para el Cambio será en Mar del Plata el miércoles 23, aún cuando un día después el presidente de la Nación termine rendido (cansado) en Córdoba, la provincia que más lo vota. Hay síntomas de recuperación, por lo menos anímica, en el oficialismo con el “Si, se puede”, aunque la vara más alta es acceder al balotaje.

Donda, Esteche, Cristóbal López, Moyano, entre otros,  son salvavidas de plomo, es archi evidente que trasmiten el espanto y la traducción es fuga de votos, lisa y llanamente, como para darle la derecha a Miguel Ángel Pichetto, con aquello del exceso del voto bronca o voto castigo contra el oficialismo.

Si Alberto sólo programa a lo sumo 2 actividades más hasta la veda y no incluye a Mar del Plata, dejará huérfana de apoyo político a la candidata local. El kirchnerismo duro no podrá dejarla sola y muy posiblemente la decisión sea motivo de una cumbre en el Frente de Todos. Mar del Plata se lo merece. Ahora el esfuerzo quién lo hace, todo indicaría que Cristina además de ir al Calafate, toque esta parte de la Costa Atlántica.

Es que puede pegar muy fuerte que Macri y Vidal cierren en Mar del Plata, cuando ya el momento de reflexión en la ciudadanía haya ganado las últimas horas, en las cuales un 30 % del electorado decide su voto. Será muy intenso y hasta dramático este capítulo.

Si las partes ponen toda la carne al asador (cómo no puede ser de otra manera), Mar del Plata será el eje de los cierres de campaña del país. ¿Quién vendrá CFK o Alberto? Para Raverta y su conglomerado peronista, no es un dato menor, y arriesgamos, hasta imprescindible.

Mar del Plata es una ciudad ideal para hacer política. Es un imán. Lejos de la sedación, se deben esperar momentos híper dinámicos, vibrantes. La adrenalina de la política en su máxima expresión.

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