Clausuradas las fricciones por el corrimiento del feriado del 24 de marzo, Mauricio Macri recibirá esta noche en Olivos a una delegación de sus aliados radicales acompañado por las principales espadas del macrismo. El asado fue convocado, en principio, para unificar el discurso de Cambiemos en los aprontes del año electoral, aunque no se descarta que comiencen a barajar puntos de acuerdos para la selección de candidaturas en los principales distritos.

Los radicales estaban entusiasmados con repetir el esquema de la bilateral de seis y seis que nació en septiembre pasado con una cena en el restaurant Oviedo, esa vez colmada de mariscos, donde aseguran que unos y otros hablaron por primera vez a calzón quitado. Y les preocupa que la presencia del Presidente le otorgue al encuentro gran valor protocolar y menos definiciones de las que andan buscando. Por ejemplo, con qué criterio se armarán las listas para octubre y si se buscarán alianzas con sectores peronistas de esas que provocan picazón en el partido centenario.

Se sabe que la UCR aspira a encabezar las boletas en la mayoría de las provincias, alegando una base territorial muy superior a las del PRO y la Coalición Cívica. Pero sus dirigentes saben que el meollo está en Capital, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde él panorama aún no está claro y la primera línea del Gobierno quiere reservarse el armado de la estrategia.

El equipo visitante llegará con nueve de sus jugadores más representativos. El jefe del Comité Nacional, José Corral, junto a su antecesor, Ernesto Sanz, erigido en virtual ministro sin cartera (es el único radical que asiste a las reuniones de mesa chica del Gobierno) más los jefes parlamentarios Mario Negri y Angel Rozas. También estarán la titular de la Convención Nacional, Lilita Puig de Stubrin, y los tres gobernadores: Gerardo Morales (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Ricardo Colombi (Corrientes). En la lista se habían olvidado de Daniel Salvador, vicegobernador bonaerense, y lo agregaron a último momento.

La comtiiva llegará con un plus: Negri y Corral se adjudican haber incidido para que el Gobierno le encuentre una salida elegante al enredo de los feriados. Le advirtieron al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que hubiera dividido al propio oficialismo cuando el DNU sea revisado por el Congreso. De hecho, Macri suele consultar personalmente al jefe del bloque de diputados (el Presidente lo llama “Marito”, aunque es varios años menor) sobre el clima parlamentario que generan sus proyectos.

Antes de entrar al comedor –la cita está prevista para después de las 21-, el noneto radical hará una previa con el equipo económico. Los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, ex asesor del partido de Alem, y el de Finannzas, Luis Caputo, lo pondrán al tanto de os números y las expectativas para el transcurso del año electoral.

A la hora de la cena, Macri los agasajará junto a Peña, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño. También estarán –como sucedió en Oviedo- los presidentes del PRO, Humberto Schiavoni, y de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. A último momento, el Presidente podría instruir al jefe de Gabinete para que convoque a otros jugadores, así quedan parejos para compartir los avatares de Cambiemos en la larga mesa.

La última vez que Macri recibió a la cúpula radical en Olivos fue en octubre, para compartir un homenaje a Hipólito Yrigoyen, por el centenario de su consagración como primer presidente electo por el voto democrático.