Macri puso a un zorro en el gallinero

Macri puso a un zorro en el gallinero
Acevedo participaba de los violentos desalojos de la UCEP. Ahora también hace política en el club de Núñez, donde el macrismo colonizó espacios políticos a partir de la llegada de Rodolfo D’Onofrio a la presidencia de esa institución.
El PRO colonizó espacios políticos en River desde que Rodolfo D’Onofrio llegó a la presidencia a un ritmo que asombra. Continúa así el camino que dejó inaugurado Mauricio Macri cuando conducía a Boca. Con la elección del legislador porteño José Luis Acevedo como defensor del socio en el club de Núñez, la tendencia se fortaleció. Psicólogo y ex subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario, participó en operativos de desalojo nocturnos junto a la desmantelada y violenta UCEP. Fiel a su estilo de ocupar lugares con exposición pública –y nada mejor que el fútbol para eso– la fuerza que gobierna la ciudad de Buenos Aires tiene una verdadera Armada Brancaleone instalada en el estadio Monumental.

Acevedo es el último exponente de esta germinación política, cuyos resultados se comprobarán a la hora de contar los porotos. Otro experimento para la captación de voluntades a través del más popular de los deportes. La presencia del diputado macrista se completa con Guillermo Cascio, secretario general de River y ex gerente general del Banco Ciudad; Eugenio Burzaco, vocal titular a cargo del Departamento de Seguridad y ex jefe de la Policía Metropolitana; Agustín Forchieri, asambleísta y legislador porteño; Fernando De Andreis, también asambleísta y presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires; Ignacio Villarroel, vocal titular, coordinador del PRO en Entre Ríos y abogado del partido; Adrián Varela, vocal titular y hombre cercano a Diego Santilli, el senador nacional y mentor de esta movida del PRO en River; y Alberto Orlandoni, asambleísta y controlador de faltas porteño (ver aparte).

“La filosofía de D’Onofrio es la de PRO. Y es más: la campaña que hicimos en River fue al estilo PRO, estando cerca de los socios...”, decía el diputado Forchieri el 20 de diciembre del año pasado en Noticias Urbanas, después de que el empresario ganara las elecciones en la institución. Integrante de la agrupación interna Nuevos Dirigentes –cuyo referente más importante es Darío Santilli, el hermano menor del senador–, el legislador del PRO blanqueaba así una forma de hacer política a partir de la pasión que despierta el fútbol.

Un porcentaje nada desdeñable de los 10.240 votos con que D’Onofrio ganó los comicios fue obtenido gracias a la logística que aportó Gustavo Acevedo, hermano de José Luis, el diputado que presentó el proyecto en la Legislatura para que se permita la instalación de bares en parques y plazas de Buenos Aires. Gustavo es el presidente de la Comuna 13 (que comprende Núñez, Belgrano y Colegiales). Según cuenta Horacio Roncagliolo, un dirigente histórico de River que integró la lista de Antonio Caselli, que salió segunda, “así se definió la elección porque los Acevedo pusieron una flota de taxis para llevar votantes que viven en la Comuna 13, que tiene la sede en Cabildo al 3000”. Su sector cosechó 6378 votos en diciembre de 2013 e ingresó a la comisión directiva por la minoría.

A este opositor del oficialismo actual, la irrupción masiva del PRO en el club le parece “una vergüenza porque siempre estuve en contra de que los partidos políticos se metieran en las instituciones deportivas. Y es nocivo porque el ex presidente de Boca y actual jefe de Gobierno se involucró en la interna de River. Yo siempre lo llamé el Carlos Menem de los ojos celestes”, dice risueño.

La conducción de River aprobó el jueves 8 de mayo que el diputado Acevedo sea el primer defensor del socio en la historia del club. El sitio www.politicaenriver.com había informado el día anterior que “creada por Comisión Directiva, la Defensoría en River ya tiene asignadas oficinas propias en el playón del club donde anteriormente funcionaba Rivermanía, frente a los accesos a la tribuna San Martín Baja. Desde ahí atenderá los reclamos de los socios que elevará a Comisión Directiva para su tratamiento, dividirá sus tareas en Quejas y Denuncias aunque fue el propio D’Onofrio quien pidió que, cuando amerite, el defensor actúe de oficio”.

Acevedo sabía desde mucho antes que ése sería su puesto en el club del cual es hincha. Lo escribió en su Facebook el 21 de febrero: “Hoy me permitieron asumir un nuevo desafío, ser el defensor del socio del Club Atlético River Plate. Agradezco al cuerpo directivo, en especial a Rodolfo D’Onofrio, la confianza depositada en este equipo. Ahora con fuerza vamos a formar una nueva institución, que con seguridad va a mejorar la vida social de cada uno de los riverplatenses”.

Cinco años antes, cuando era funcionario del Ministerio de Desarrollo Social porteño, la ONG Proyecto 7, que se ocupa de defender a las personas en situación de calle denunciaba: “Debemos dejar de pensar que la UCEP es un hecho aislado, o un organismo que trabaja independientemente y en forma autónoma. La UCEP, sin la información de Pablo Díaz, Acevedo, el BAP, el 103, jamás podría tener la información necesaria como para llevar adelante sus cobardes y represivos operativos nocturnos. Se necesita la conjunción de toda esta información, para que después los perros de Macri salgan a la calle a limpiar pobres...”.

Asimismo, la organización declaraba que “legisladores de CABA han visto en el lugar a Pablo Díaz pateando puertas; a Acevedo interviniendo activamente en los desalojos...”. No era la única denuncia.

Omar Zanarini, de la agrupación Aukache del barrio de San Telmo, recordaba el 9 de marzo de 2009 que en un operativo nocturno contra gente que vivía en un viejo edificio de Paseo Colón “la primera línea era de la UCEP y lo que hacían era agarrar a los compañeros, inmovilizarlos y dar paso para que los retire la policía. Y a quienes señalaron son los compañeros que hace años venimos organizando a la gente en Paseo Colón y a los que estuvieron participando en la reunión con Acevedo. Entre ellos se lo vio a este funcionario. El fue uno de los que señalaba a los que había que agarrar. Decía a éste, a éste y a éste”. Un video que todavía circula en Internet confirma la presencia de Acevedo en aquel desalojo por la fuerza junto a la Policía Federal y la patota de la UCEP.

Ahora deberá defender a los socios ante cualquier atropello que puedan sufrir. Curioso cargo para un ex funcionario que fue cuestionado por organizaciones sociales, porque según ellas brindaba información que luego servía para instrumentar desalojos del espacio público. Esos mismos desalojos donde operaba la UCEP, integrada por barrabravas de San Lorenzo, entre otros. Ellos están en todos los clubes, incluido River. Igual que los pesados a sueldo del gobierno porteño que se vestían de negro para atacar de noche. Sus conexiones con el poder político son muy aceitadas. Ya quedó probado muchísimas veces.

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