Macri-Pichetto, un pacto que se expone con nuevos cortesanos

Macri-Pichetto, un pacto que se expone con nuevos cortesanos

Cuatro votos, dice el PRO. Sólo cuatro votos, sobre un Senado con 72, le faltan para que los cortesanos que Mauricio Macri trató de imponer vía decreto a días de asumir, en una pirueta que se atribuye a Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, sumen las manos para poder jurar, legal y políticamente con más volumen, en el máximo tribunal.

La sección para tratar los pliegos de Horacio Rosatti y de Carlos Rosenkrantz -a quien se vincula con Enrique "Coti" Nosiglia pero que también aparece ligado a Marcos Peña- es el déjà vu de una batalla reciente en la que el peronismo que comanda Miguel Ángel Pichetto, como task force de los gobernadores del PJ, jugó en línea con la Casa Rosada: el aval para pagarles a los fondos buitre.

Contra reloj, con la sesión especial convocada por Gabriela Michetti para el próximo miércoles, el Gobierno busca el atajo para cerrar los votos que le faltan. O conseguir las ausencias necesarias. Encontró en Pichetto, y a través de él en los gobernadores, a un socio imprescindible y cautivo. Si el miércoles no se lograra el número para validar a Rosatti y Rosenkrantz como jueces, Macri y Pichettoconformarían una sociedad en la derrota.

Derrotados

Sencillo: si los cristinistas consiguen bloquear la sesión o los pliegos, Macri sumará otra derrota luego de la ley antidespidos, pero también Pichetto, como delegado del PJ territorial, rifará su condición de llave maestra para darle"gobernabilidad" al PRO. Eso explica que el rionegrino esté, en estos días, casi más activos que los propios operadores macristas.

Y, lo que es más notorio, el senador es menos optimista que la Casa Rosada y asume que la solución a la encrucijada es más profunda que el simplismo, bastante taquillero, de garantizar un cupo femenino en la Corte. Elena Higthon de Nolasco fue homenajeada en el Senado y sintetizó lo que, al menos del mundo judicial, se entiende al respecto: la jueza dijo que sería "interesante" que haya más damas en la Corte, pero puso reparos sobre la idea de cupo.

Indecisos

Así y todo, en la lista de indecisos aparecen varias senadoras que plantean, al menos como generalidad, la cuestión del cupo. María Laura Leguizamón Liliana Fellner, ambas peronistas, plantearon que ese capítulo debería estar en debate. El kirchnerismo, desde lo simbólico, puede seducir a indecisos porque propone que en el paquete se empiecen a discutir la ampliación y el reparto de la Corte que, seguramente antes de fin de año, empezará a tener al menos 7 integrantes.

En Gobierno evalúan cómo y cuándo Rogelio Frigerio, o el propio Macri, podrían salir a exponer su aval al cupo femenino en la Corte aunque sea camuflado para que, en la letra chica, no se lea como una cesión adicional.

En verdad, la aprobación de los pliegos de Rosatti Rosenkrantz está atada a un combo negociado con los gobernadores del PJ y los provinciales que incluyó la devolución del 15% de los fondos que retiene ANSES, además de obras públicas y asistencias de otro tipo, pero no incluyó en ningún momento la ampliación de la Corte.

El diálogo con San Luis opera, a su vez, en su propia lógica porque ya consiguió el 15% por fallo de la Corte. PeroAdolfo Rodríguez Saá fue quien promovió la ampliación y fantasea con que Liliana Negre de Alonso recale en el máximo tribunal. Se afirma que Macri manifestó su negativa y avisó que los propuestos por el PJ deberán tener la"misma calidad jurídica" que Rosatti y Rosenkrantz. Por eso, en el búnker de Frigerio ponen los votos de losSaá en amarillo y no por PRO sino por intermitentes e inciertos.

Los gobernadores, igual que Pichetto, están urgidos por cerrar ese frente para poder "cobrar" lo prometido. Y, desde ese lugar, miran con cierto espanto la distancia que toma Michetti de la vida interna del Senado y se sorprenden con la actividad de Federico Pinedo de salir, en la previa de la votación, de gira por Europa. Lo toman como lo que es: sus contracaras en el Gobierno son Frigerio y Emilio Monzó.

 

Comentá la nota