Por Fernando Heredia.

El presidente Macri cerró el Coloquio IDEA de este año con un contundente mensaje contra los empresarios que los estaban observando por videoconferencia y los acusó de ser los primeros en dar por terminada la elección.

 

"Hay muchos escépticos especialmente en el círculo rojo que dieron todo por terminado el día de las PASO", cuestionó y dijo que a pesar de ello, es "optimista en que vamos a ir al ballotage y vamos a lograr la reelección".

 

El cortocircuito entre Macri y los empresarios no es nuevo. El presidente los responsabiliza de una falta de compromiso con su gobierno y su ausencia en la cumbre de Mar del Plata es consecuencia de ello.

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En tanto, los principales ejecutivos se sienten defraudados por la actual administración y han comenzado un paulatino acercamiento al peronismo. El caso más elocuente es el del dueño de Mercado Libre, Marcos Galperín, que militó para Cambiemos en la campaña, se peleó públicamente con Juan Grabois y luego se arrastró hasta las oficinas de Fernández tan sólo 48 horas después de su victoria.

 

El ejemplo de la UIA es otro de los que irritan al actual presidente, ya que sus principales directivos participaron directamente de un acto político del peronismo en la provincia de Tucumán, tras el cual apoyaron el acuerdo de precios y salarios que propone el candidato opositor.

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Como reconoció Macri, todo el círculo rojo descuenta un triunfo de Alberto y es por eso que le restaron importancia al discurso presidencial. Tal es así, que la organización del evento debió retirar varias filas de mesas para no exponer la notoria ausencia de público en el salón del hotel Sheraton de Mar del Plata.

 

"Es una revolución de esperanzas y expectativas que estoy viviendo por todo el país. Los argentinos vamos a dar el paso más importante de nuestras vidas", continuó el presidente.

"Siento que se ha despertado algo increíble en la gente. Yo no sé si ustedes han podido seguir a través de las imágenes estas marchas. Sentir latir el corazón de tantos argentinos que van solos sin que nadie los lleve a una plaza de su ciudad a expresar cosas tan básicas, pero tan fundamentales como vivir en libertad", agregó y se despidió con un "sí se puede, chamigo", como dice que le gritan en Chaco, desde donde entabló la comunicación.