El primer foro de alcaldes de América latina que se realizó ayer en la ciudad mostró al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, en la plenitud de su carrera hacia la Presidencia de la Nación.

Se lo vio junto al alcalde Eduardo Paes, de Río de Janeiro, jocoso por la performance de Brasil en el último Mundial de fútbol y se permitió corear "Brasil decime qué se siente?". El carioca hizo un esfuerzo durante la conferencia de prensa para no llamarlo presidente. "Como presidente, perdón, como futuro presidente de la Argentina espero que Mauricio Macri lleve la voz de los alcaldes a París", dijo, en referencia a la cumbre de diciembre del C40 contra el cambio climático.

En la segunda confusión se permitió recordarle que, de llegar a la presidencia, debía seguir defendiendo la postura de las ciudades, mencionando a la Cumbre Mundial del Clima que se celebrará cuando ya haya asumido el nuevo mandatario en la Argentina.

Pero la política exterior no quedó sólo en ese símbolo. Diferenciándose del kirchnerismo y de la Unasur, Macri y el ex presidente mexicano Felipe Calderón pidieron por la liberación de Leopoldo López, ex alcalde del municipio de Chacao, en Caracas, y el actual alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, cuyas esposas asistieron a la cumbre en esta ciudad.

"Admiramos el coraje de nuestros compañeros de tareas y de sus mujeres levantando estas banderas, que son sus banderas, y desde acá no dejaremos de reclamar por la libertad y por el futuro de toda una Latinoamérica unida y cada vez más democrática", dijo el jefe de gobierno.

"Nos acompañan hoy la señora de nuestro amigo Antonio Ledezma [Mitzy Capriles], que hoy no está acá, producto de que está preso sin causa en la hermana República de Venezuela; lo mismo que la señora de Leopoldo López [Lilian Tintori], que hace un año que está detenido", añadió Macri..